Convocatorias para designar directores de educación superior en la SEJ. Historias que no cambian

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

 

Sección 47 del SNTE: Buenos días señor secretario,

sólo para recordarle que las designaciones de directores de escuelas Normales

y el posgrado son atribuciones del Sindicato.

Secretario de educación: ¡eran!, a partir de ahora

se van a designar por Convocatoria.

 

Diálogo entre un secretario de educación en Jalisco y

un dirigente de la Sección 47 del SNTE.

 

Desde hace 10 años se creó en Jalisco el modelo de Convocatoria abierta para designar directores de escuelas Normales y los posgrados, ello en clara respuesta a lo que se venía haciendo con la educación básica a través del Servicio Profesional Docente en tiempos de Peña Nieto.

El diálogo señalado en el epígrafe da cuenta de lo que sucedió en un diálogo entre la SEJ y el SNTE y de cómo se vienen asignando los puestos directivos desde entonces; en la primera convocatoria se incorporaron algunas variables para evaluar a los aspirantes y desde allí poder tomar decisiones con más objetividad en aras de designar a los mejores perfiles para la educación superior en Jalisco, desgraciadamente en este primer experimento reinó el autoritarismo porque el secretario de Educación en turno sólo utilizó la convocatoria como excusa para imponer a los amigos e incondicionales y a uno que otro propuesto por la Sección 47 afín a ésta. Como respuesta a esta imposición “ACADÉMICA”, hubo protestas, denuncias y demandas de los trabajadores de algunas instituciones y que, al final de esta primera camada, sólo a una de ellas se le separó del cargo después de 2 años en el ejercicio.

La convocatoria de 2013 no fue lo que se esperaba porque esos directivos no hicieron diferencias de orden académica con los personajes que les antecedieron y que habían sido designados desde la Sección 47 de manera directa, en la segunda convocatoria de 2017 se continuó con la misma práctica, tantos lugares para la SEJ y tantos para el Sindicato, la tercera de 2022 no varió, fue una réplica de las anteriores. El tiempo nos ha demostrado que los procesos por convocatoria son una farsa porque no llegan los mejores perfiles, sino los que le son incondicionales a la SEJ o al Sindicato y eso, desgraciadamente, no ayuda a la mejora de la educación superior de Jalisco, pero sí, al control de las cosas que es lo que interesa a quien manda.

El caso de la UPN, cuyo proceso de designación de nuevos directores, culminó la semana pasada y el día de ayer fueron presentados a la comunidad educativa y en los siguientes días tomarán posesión en cada una de las cinco instituciones, salvo los que fueron ratificados.

Lo sucedido con la convocatoria de la UPN no fue muy diferente a lo que se realiza con las Normales y el posgrado, más allá de los perfiles de los aspirantes, la legalidad y el deseo de mejora de la educación superior, permean los intereses de la politiquería, los compromisos y la cercanía con los que deciden las asignaciones.

Más de una ocasión lo he señalado en diferentes artículos sobre este tema (anexados los link al final del artículo) de que no tiene caso gastar tanto tiempo, además de recursos y jugar con las aspiraciones de los interesados que creen en la imparcialidad y en el razonamiento de las autoridades para designar directivos, por lo tanto, sería más fácil que el Secretario de Educación acuerde con el Sindicato sobre qué personajes son los idóneos para dirigir las instituciones de educación superior y se quitan de críticas y señalamientos, que (cabe aclarar), de hecho así se da en la realidad, pero con el teatro armado intentan presentarlo como un proceso democrático y de tintes académicos. Además, no existe normatividad alguna que sea Ley o reglamento (más allá de un acuerdo interno, de los que hay muchos y que con la mano en la cintura se eliminan) de que se tenga que designar directores por convocatoria.

El día de ayer uno de los aspirantes, Miguel Ángel Pérez Reynoso, actual director de la Unidad Guadalajara, dio cuenta en primera persona del proceso desarrollado y el cual no le favoreció y en su lugar se asignó otro director, en su defensa señala un elemento importante para la academia, en el caso de las escuelas Normales que sólo ofertan licenciaturas y uno que otro curso o proyecto por encargo, se requiere como mínimo maestría y preferentemente doctorado, en el caso de la UPN Guadalajara que oferta diplomados, licenciaturas, una maestría y un doctorado, en la convocatoria sólo se requiere licenciatura, en contraste al posgrado requerido en todas las Unidades de UPN a nivel nacional, Jalisco es la excepción.

Sabemos que el tema de la educación superior en Jalisco no es prioridad para la SEJ, las escuelas Normales por ser un tema nacional y por tener vida propia casi no las tocan y mucho menos las ayudan a ser mejor, han subsistido a pesar de las limitaciones en la matrícula y porque los apoyos federales le han dado oxígeno para hacer investigación y desarrollar otras áreas más allá de la docencia.

El posgrado, en cambio, es un estorbo porque no hay una política desde la SEJ para su mejora y promoción, desde hace dos sexenios las autoridades educativas dicen fuerte y claro que el posgrado jalisciense es muy caro y que les resulta más barato cerrar las instituciones existentes (que son tres, CIPS, ISIDM Y MEIPE), después becar a los docentes que deseen estudiar un posgrado y reubicar al personal que las conforma. Al mismo tiempo que realizan la crítica impulsan y promueven la participación de universidades privadas de primer, segundo, tercero y cuarto nivel de calidad para abrir posgrados, los cuales dan todas las facilidades para que los estudiantes tenga el grado más allá de si aprendieron o no el conocimiento requerido en dicho nivel educativo, eso ha generado un fenómeno de masificación gravísimo de doctores en educación que no producen conocimiento alguno, pero eso sí, exigen que se les anteponga el grado a su nombre como si fueran una especie de realeza.

Está por culminar el sexenio y no se han generado políticas que provoquen mejoras a la educación superior, pasan los años y las instituciones existentes (Normales, CAM, UPN y posgrados) siguen dependientes de la SEJ como si fueran escuelas de educación básica que realmente no lo son, y lejos, pero muy lejos, están de equipararse a un centro universitario, si realmente se aspira a ello, habrá que empezar por generar un proceso de autonomía a la voz de ya, y una buena manera es que sean las mismas instituciones que definan las condiciones y los mecanismos para elegir a quienes quieren que los dirijan y no depender de convocatorias amañadas, como la recientemente celebrada el las Unidades de UPN, para hacer la faramalla de que se elige a los mejores perfiles pero a imagen y semejanza de quién o quienes dirigen la educación en Jalisco.

De igual manera y para dejar en claro que no han cambiado las cosas en la asignación de directivos en la educación superior de la SEJ en los últimos diez años, dejo los siguientes enlaces para quien guste comparar o indagar la realidad que vivimos desde 2013 a la fecha, empezando por el más reciente.

*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]

Comentarios
  • Armando Gómez

    Aunque no es un término usual en el ámbito educativo sino en el biológico, no veo otra manera de connotar, con riguroso ajuste a los hechos, lo narrado con claridosidad por Jaime y antes por Miguel Ángel Reynoso sobre las designaciones encubiertas que la de que son evidencia de un proceso avanzado y sólido de putrefacción política

  • Zoveyda

    Es un placer leerlos, me entristece el contenido, sentir de varios pero pocos los valientes que se atreven a escribir.

  • José de Jesús Valdovinos Capistrán

    En Michoacán no cantan mal las rancheras, antes se requería tener dictamen, hoy eso estorba todo está en manos del estado

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