UNAM: del orgullo del ranking al conflicto

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

El día 4 de marzo publicaba la UNAM en su canal de UNAM Global TV en la plataforma de YouTube, un video con el nombre “La UNAM, en el selecto grupo de las mejores 100 Universidades del mundo”, de acuerdo con QS World University Rankings by Subject 2021, que evaluó a más de 5 mil instituciones de Educación Superior. Entre los principales indicadores que se toman en cuenta para la evaluación se encuentran: la reputación de las universidades entre académicos y empleadores, la proporción de estudiantes y profesores internacionales, así como el impacto de la investigación que realizan, datos que se encuentran en la página de la Dirección General de Comunicación Social. Sólo tres semanas después, dio inicio un paro en diferentes facultades, preparatorias y las CCH de la Universidad, promovido por estudiantes.
¿Cuál fue la razón del paro? Evidentemente hubo una filtración de información de profesores y/o profesoras a sus grupos, en los que compartieron tres situaciones laborales que, miradas desde afuera pero no al interior de la Universidad, son injustas, por lo que encontraron en los y las estudiantes el apoyo y la empatía para pedir mejorar sus condiciones laborales. La falta de pagos, por varios meses, a un porcentaje considerable de docentes, que ha incrementado el nivel de tensión ya presente provocado por la pandemia, fue uno de los factores que suscitaron el paro; otro fue el conocimiento de lo precario del salario de los profesores, que dista mucho del salario que perciben los profesores que se encuentran en el mismo ranking; el tercer y último factor fue la inestabilidad que han presentado, por décadas, más de la mitad de los profesores que laboran para la Universidad, quienes no tienen la seguridad o la certidumbre de mantener su trabajo, pese a haber laborado varios años incluso.
A dos meses de iniciado el paro, el único punto atendido, y aún no totalmente, es el referente a los pagos, pero los otros dos no, lo cual generará que el paro continúe… o que termine el movimiento. ¿Por qué la UNAM no quiere mejorar los salarios y brindar estabilidad a sus profesores? Una maestra que tuve en posgrado, la Dra. Margarita, diría “no, no es la UNAM, ¿qué persona o quiénes, con nombre y apellido, no quieren hacerlo?” y tendría toda la razón. Decir “la UNAM no quiere arreglar el conflicto” es una abstracción conveniente porque no hace responsable a nadie: ponerle nombre y apellidos a personas, que tienen sueldos no precarios y estabilidad laboral, y que se justifican en reglamentos y estatutos injustos que no han cambiado en años, ellas son las reales responsables de lo que ocurre, por lo que podrían ser señalados… pero no sucederá.
Sólo queda agradecer a cada estudiante por su sensibilidad y empatía ante las condiciones de sus maestros y maestras, sensibilidad y empatía no presente en aquellos que impiden, limitan y niegan la estabilidad a la mayoría de sus profesores. Demos gracias también a quienes incluyen a la UNAM en los ranking de mejores Universidades… esperemos que nunca incluyan el criterio de condiciones laborales en sus parámetros ya que, de hacerlo, creo que la UNAM bajaría muchos peldaños.

*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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