¿Por qué luchamos los maestros y las maestras?
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Escribo este trabajo en primera persona porque me incluyo en el esfuerzo colectivo de maestros y maestras que lucha(mos) por una mejor educación, por un mejor país, por una mejor patria para los niños y las niñas.
En muchas ocasiones en las manifestaciones, en los mítines, en las jornadas de protesta que protagonizamos los maestros y las maestras de México, encontramos posturas escépticas o curiosas de la gente común, de la gente de la calle, en ocasiones critican nuestras movilizaciones argumentando que afectamos intereses de terceros, de automovilistas, de la gente que con prisa quiere llegar a sus destinos, etcétera. Por lo tanto cabe la pregunta ¿por qué luchamos las maestras y los maestros en México?
Primero. Luchamos por mejorar la educación y el servicio que le brindamos a niños y niñas que están a nuestro cargo, no anteponemos nuestros intereses ni nuestras demandas, por encima de todo están los intereses y lo derechos de los demás a los nuestros.
Segundo. Luchamos por construir una instancia gremial u organización sindical que permita garantizar el respeto a nuestros derechos que son los derechos de todos los demás que dependen de nuestro servicio. Democratizar nuestro sindicato, contar con verdadero espacios de libre participación, contar con foros e instancias que garanticen la formación política, el estudio de los grandes temas que están vinculados con los docentes y su trabajo, como ha sido el caso de los colegas de la CTERA en Argentina y de todo el movimiento de sindicalismo magisterial en Latinoamérica.
Tercero. Luchamos porque en este país se erradiquen las injusticias, los abusos de las autoridades gubernamentales, luchamos en contra de la corrupción y de todo tipo de abusos dirigidos a los pobres más pobres. Luchamos porque el pueblo se organice y se levante y para ello combinamos la educación con la politización como lo proponía Paulo Freire, el gran pedagogo latinoamericano.
Cuarto. Luchamos por condiciones dignas para nuestro trabajo, porque como educadores y educadoras tenemos los derechos a vivir digna y decorosamente, para poder fomentar la cultura propia, el descanso y espaciamiento, y que esto sirva de base para rendir mejor en el aula y fuera de ella. En el entendido que el trabajo educativo es complejo y extenuante. Luchamos por la defensa de nuestros derechos históricos, inalienables que nos heredaron la lucha de nuestros hermanos, desde la independencia, la revolución y las distintas luchas internas. Luchamos porque somos trabajadores de la educación y bajo esta condición estamos del lado de las causas del pueblo y de todos los destacamentos de trabajadores.
Quinto. Por último, algunos luchamos por una patria libre, en partidos políticos, organizaciones de izquierda, grupos clandestinos, en la vida legal política o en movimientos guerrilleros, algunos han trascendido su vida de educadores y se han converfrido en luchadores sociales con un objetivo sencillo y a la vez complejo: el contribuir a la liberación de México, de todo tipo de yugo burgués o imperialista. Luchamos por un México que esté al servicio de los mexicanos pobres.
Las trincheras pueden cambiar y los contextos también, pero la lucha educativa se combina con la lucha social y política, la lucha de hoy es por una reforma educativa radical y profunda que surja desde las propuestas de los verdaderos educadores y educadoras, que somos todos los maestros y al lado del pueblo educarnos juntos y caminar por un mejor México, y poder heredar a nuestros hijos e hijas, a los mexicanos de los siglos venideros, una mejor patria, como dijo Salvador Allende: una patria liberada.
*Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. mipreynoso@yahoo.com.mx
La apatía por los grandes problemas sociales en mi querido país de todos; pues tal pareciera que los maestros, la sociedad, el gobierno estatal, municipal o federal, los empresarios, los líderes sindicales y las religiones vamos todos por diferente rumbo; bueno solo hay que leer de administraciones públicas, políticas públicas (ejemplo de lectura entre muchas 200 años de administración pública, INAP)de los tres órdenes de gobierno municipal, estatal o federal y podremos nos daremos cuenta que los gobiernos, los empresarios, religiones y líderes sindicales, estos últimos se niegan a admitir que estamos en donde estamos por sus desaciertos, por sus errores, por su entreguismo, por ser comparsa del sistema gubernamental…
Que fácil y triste es quejarse, señalar y acusar y no hacer nada,la culpa de gobernabilidad no es de los que nos representas, sino de los que los elegimos para que nos representes,como educadores cuando nos hemos manifestado para la revocacion de poderes de un gobernantes que no esta haciendo bien las cosas, antes no había estudios, pero si valor, carácter y decisión, ahora tenemos hasta doctorado, pero tenemos miedo,miedo de perder nuestra comodidad, al desempleo etc.
por último quiero hacer un comentario sobre el SNTE, en Jalisco, el sindicato solo haces funciones de gestoria y no de mediador, hay maestros lastimados en sus derechos laborales y el sindicato no actúa, se tiene que contratar abogados laborares que solucionar problemas de los docentes. En parte la culpa la tenemos los docentes, porque no estamos unidos para defender nuestros derechos, ya entre los mismos docentes no lastimamos física, moral y laboralmente. Saludos