Ómnibus por la Ciudad de México: un trayecto vacacional de fin de año

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

La Ciudad de México es mucho más que mitos y leyendas, habría que pasar unos días ahí para caminar y disfrutar de sus aromas y de su larguísimo corredor cultural.
En este periodo vacacional decidimos asistir en familia y pasar unos días en la capital del país y sus alrededores, en una mezcla entre turismo y etnografía. La Ciudad de México es emblemática de punta a punta, de ahí que hay que saberla caminar; cada rincón, cada calle tiene su historia y sus misterios. Una ciudad grande habitada por millones de personas de todo tipo de condiciones, raza, género, estatus social, eso la hace aún más importante.
Llama la atención la limpieza de las calles en el Centro Histórico, si bien toda o casi toda la ciudad se ha convertido en un enorme e interminable tianguis en donde se vende comida, artesanías y artículos de moda. Lo cierto es que el tejido social combina estas tres situaciones, personas que viven de actividades ligadas a los órganos de gobierno, metro, limpieza, empleados de dependencias oficiales, etcétera, los miles o millones de personas vinculadas al comercio informal y los que participan en oficinas, empleados o que forman parte de los negocios establecidos. Existe un sector de personas que quedan fuera de toda clasificación: son mendigos, indigentes, alcohólicos, que se encargan de estirar la mano para pedir una moneda. Otro aspecto que llama la atención es el gran número de personas ligadas a tareas de seguridad en hoteles, centros comerciales, espacios de esparcimiento, entre tantos.
Otro aspecto significativo de la Ciudad de México está ligado a la cultura. Ahí destaco la infinidad de museos que existen distribuidos por toda la ciudad; el Museo de la Tolerancia, de la tortura, de la caricatura no se diga el Museo Nacional de Antropología e historia y muchos más. El otro aspecto es el asunto de la arquitectura, hacia donde uno camine siempre encontrará edificios con un toque artístico y con distintos estilos de la época y un aspecto más tiene que ver con la cultura gastronómica que combina o que articula a la tradición defeña con la influencia de los estados vecinos, en donde destacan cada uno tiene con su propio toque y aporte a la comida: Puebla, Tlaxcala, Edomex, Hidalgo, Morelos, Querétaro e incluso aunque un poco más lejos Oaxaca y Guerrero.
El perímetro que comprende el Cetro histórico se vive como una asignatura aparte, ahí está la mezcla del encuentro o de la imposición cultural de los conquistadores con los nativos que fueron conquistados. Aún quedan huellas y costumbres de dicha mixtura cultural. Además, existen otros lugares igualmente importantes, como Coyoacán, Xochimilco, las Pirámides de Teotihuacán, la Zona Rosa, la Colonia Roma, etcétera, el recuento se puede hacer interminable, lo importante es saber caminar al lado de un guía autorizado que platique y descifre el cómo y el porqué de cada espacio.
Por ser periodo vacacional las escuelas y universidades están cerradas, pero también esto llama la atención, la educación pública en la Ciudad de México es regulada y administrada completamente por el gobierno federal. Sería bueno penetrar también en la vida de las escuelas, aunque de ello se han ocupado sobradamente las universidades y los centros de investigación que forman investigadores y que están asentados en esta misma ciudad.
Por último, quisiera resaltar (a partir de esta visita), el centralismo y el supuesto hegemonismo que se ejerce desde el centro político del país hacia las distintas periferias, sé que este tema ya ha sido abordado indistintamente por sociólogos, antropólogos, politólogos, entre otros. Y que yo no tengo muchos elementos que aportar al respecto, pero si me llama la atención esta especie de centro-cracia o poder desde el centro y que incluso se reproduce en otros entornos.
Vale la pena caminar las calles de lo que yo le llamaría la nueva Ciudad de México, para aprender, para disfrutar, para vivir el presente con fuertes aires del pasado cercano.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com