Noviembre, mes de eventos, de diálogo y de reflexión académica

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Hemos llegado al mes de noviembre, se acerca el fin de 2025 y aparece en el radar una serie de eventos académicos sobre los cuales es digno detenernos.
Todo comienza con el evento que cada año organiza la Secretaría de Educación del gobierno de Jalisco, lo que le han llamado el 7° Congreso Educativo Internacional Jalisco Academy 2025. Este evento se realizará los días 5 y 6. Este evento no tiene un solo eje de reflexión, sino varios, y su realización está pensada en garantizar la proyección mediática de sus organizadores. Al evento asistirán personajes importantes, pero es muy seguro que, por su diversidad y amplitud, se generen dispersiones y poco seguimiento de la audiencia.
Un segundo evento importante es la realización de lo que será el XVIII Congreso Nacional de Investigación Educativa (CNIE), que cada dos años organiza el COMIE (Consejo Mexicano de Investigación Educativa); este evento se realizará en la ciudad de Monterrey, del 10 al 14. Los congresos bianuales del COMIE son eventos que garantizan el alto nivel en la reflexión y el debate educativo; hay conferencias magistrales de expertos por campo de conocimiento, ponencias, simposios y encuentros a partir de las redes temáticas o fenómenos educativos que se han venido organizando como parte del trabajo académico, a partir de una serie de iniciativas provenientes de académicos y de organismos de la sociedad civil.
Y el último evento será una nueva versión de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la cual se llevará a cabo del 29 de noviembre al 7 de diciembre en nuestra ciudad. La FIL es un evento magno que no solo sirve para promover la lectura y el acercamiento a ello, sino que sirve también como escaparate para la promoción de nuevos talentos culturales: escritores, músicos, dibujantes, animadores culturales, etcétera. Aunque su formato es reiterativo de lo que sucede cada año, en esta ocasión vale la pena seguir a algunas personas que visitarán nuestra ciudad y compartirán su sabiduría y su experiencia como generadores de cultura.
Este mes, entonces, puede presumirse como el mes de la cultura a nivel nacional y local, pero cabría la pregunta: ¿y qué pasa con los docentes y con la escuela pública en su conjunto?
En este mes se abre la posibilidad de pensar en la realización de eventos académicos; es importante detenernos a pensar que estos eventos, aunque favorecen el diálogo, no es lo que se necesita, ni tampoco es la mejor vía que nos ayude a pensar la educación junto con sus compromisos sociales.
Hoy tenemos una crisis de eventos horizontales, cuya finalidad es que sirvan para pensar la educación. No existe hasta ahora ningún evento que ponga a dialogar a las y los docentes en servicio acerca de las dificultades que viven en pleno proceso de reforma y cómo le han venido haciendo para sacar adelante los procesos y las exigencias que se desprenden de la misma.
Es necesario tener iniciativas que, si no surgen de los organismos formales gubernamentales, sindicales y demás, realmente deberían surgir desde los propios docentes, reunirse para acordar acerca de la agenda pública en educación y sus relaciones con las políticas educativas, con los trabajos de investigación en la perspectiva de la profesionalización y de acordar compromisos para la mejora. El mes de mayo, en el marco del Día de las Maestras y los Maestros, es una buena oportunidad para instalar dichos espacios.

*Doctor en Educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com