México: fábrica de muéganos y pobres

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Si algo se le puede reconocer al gobierno mexicano es su afán y empecinamiento por dos cosas: la primera aferrarse a justificar, con lamentables argumentos, el monto del salario mínimo vigente y, la segunda, en señalar que cada vez hay menos pobres en México. Plus aparte es el hecho de que, al menos por lo económico, se busca promover tener pocos hijos en cada familia conformada.
Ha sido un discurso sostenido, sin embargo, revisar la página de CONEVAL permite identificar elementos que contradicen y refutan la postura oficial, ya que permite identificar, con sustento, los índices de pobreza que existen en el país. De esta forma, se estableció la conocida Línea de bienestar, en la que se refiere la cantidad mínima de dinero por persona que se requiere para poder solventar tanto la canasta básica alimentaria como la no alimentaria, tanto en el contexto urbano como en el rural; la información se actualiza de manera constante y es pormenorizada, por lo que ofrece un criterio objetivo y válido en realidad.
Para el mes de enero de 2018, CONEVAL señala que $1490.86 es el valor mensual por persona de la canasta alimentaria urbana, por lo que realizando simples operaciones matemáticas tenemos que el salario mínimo vigente cubre casi el 100% de las necesidades alimentarias de solamente dos personas, pero no cubriría, en ningún porcentaje, el costo de la canasta no alimentaria. Tal situación podría ser subsanada sí hay familias uniparentales, ya sea madre-hijo o padre-hijo, que vivan como muéganos con los padres de los padres y así puedan ser apoyados con los gastos que no se relacionan con alimentación, como pueden ser vivienda, cultura, educación y servicios. Este fenómeno se ha presentado con mayor frecuencia en los últimos años.
Pero, es otro dato implícito el que tendría que preocuparnos o, al menos, llamar nuestra atención: lejos de estar disminuyendo el número de personas que viven en condiciones de pobreza, en realidad se están incrementando. En una familia conformada por 4 miembros, un padre, una madre y dos hijos, requiere de aproximadamente 4 salarios mínimos para poder cubrir las necesidades establecidas en la línea de bienestar, que equivale a percibir entre 11 y 12 mil pesos al mes. El estudio presentado por la Universidad Iberoamericana en 2017 reveló que el 63% de la población vive en condiciones de pobreza por lo que su ingreso es menor a la estimación realizada; de hecho el 42% de la población económicamente activa percibe sólo un salario mínimo.
Con tal información, podemos decir que con cada hijo que tienen las familias que perciben menos de 3 salarios mínimos se están incrementando el número de pobres, es lógica elemental.
El salario no tendrá un incremento significativo en los próximos meses, probablemente ni siquiera en los próximos años, por lo que parece más probable tomar medidas que se relacionen con el número de hijos que se pueden tener, pero sobre todo mantener. Mientras pensamos en alguna opción viable y factible, más aún, mientras se puede leer este texto, las familias muégano y los pobres siguen incrementando, a menos que se manipulen los datos, lo que no sería ético ¿o sí?

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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