Maestros de izquierda, práctica docente y proceso electoral

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Hay hombres que luchan un día
y son buenos
Hay otros que luchan un año
y son mejores
Pero hay otros que luchan toda la vida
Esos son los imprescindibles.

Bertolt Brecht

La práctica de las maestras y los maestros junto al contexto en dónde la realizan, tiene la particularidad de servir para conocer de manera directa las problemáticas que aquejan a las comunidades en donde se ubica su escuela de adscripción y así también y de igual manera, conocer más a fondo la propia práctica docente que realizan todos los días.
Tenemos entonces que, en cada proceso electoral, el voto de las y los docentes es un recurso determinante, que sirve e influye en los resultados finales. Sin embargo, aunque son sujetos que deciden y a su vez influyen en los demás, tanto los partidos políticos, los sindicatos tienen especial interés, en convencer o controlar sus votos. Pero otra característica de los docentes es su autonomía y la capacidad personal de decidir y de hacerse responsable de su decisión. Aunque desde hace muchos años el SNTE ha intencionado controlar los votos y hasta las conciencias docentes, en la realidad no sucede así, otro rasgo que caracteriza la profesión docente, es que los miles de trabajadores de la educación, se inclinan mucho más por colocarse del lado de las causas justas, el saberse trabajadores asalariados y con salarios bajos, existe una especie de identificación con la gente que se encuentra abajo del sistema. Además, el origen de clase de miles de docentes (más del 90%, provienen de extractos pobres y este desplazamiento hacia arriba -diría Dubet- no contribuye a que muchos pierdan la perspectiva de su rigen social y de clase. Las y los docentes tienen un “olfato” especial que les ayuda a decidir por quien se debe votar. Y se da una especie de inercia través del imaginario docente.
Al ser un gremio tan numeroso las variables de participación política, de decisión ideológica también son muchas. Y este sentido y tratando de hacer una especie de tipología de las distintas formas de manifestarse políticamente, yo agrupo a los docentes en cuatro grandes segmentos:

a) Tenemos en primer lugar a las y los docentes que se dicen apolíticos, “yo prefiero concentrarme en mi trabajo y no me interesa para nada la política”, pero han sido capaces de desarrollar un pensamiento crítico personal, que los coloca en una posición seria al momento de hacer valer su voto; van a votar o pueden no hacerlo, pero su voto se asume con responsabilidad sin recibir influencia de arriba. Podemos decir que son docentes liberales.
b) Tenemos un segundo grupo de maestros y maestras, que se caracterizan por la indiferencia, a ellas y ellos efectivamente no les interesa ni asistir a votar, ni tampoco el rumbo de la política. Prefieren hacer otra cosa, son apolíticos activos, se mofan de los que, si participan, se burlan del sindicato, pero son los primeros que acuden cuando hay algo que recibir. A éstos le pudiéramos llamar los docentes indiferentes.
c) Un tercer bloque de maestras y maestros están ligados a los hilos corporativos del SNTE (por suerte es una minoría), son oportunistas, arribistas y disciplinados cuando se trata de acatar la línea. Su postura consiste en permanecer en medio entre las dirigencias sindicales y los docentes de base hacen grandes esfuerzos por convencer, pero su ilegitimidad de origen hace que no cumplan con su cometido. Su aspiración última es llegar arriba y convertirse después de figurar en las dirigencias delegacionales, en formar parte de un comité seccional. Con respecto a las coyunturas electorales, esperan que les den línea y la acatan, en esta coyuntura el SNTE pretende ganar a toda costa y diversificará sus votos, uno para MC, otro para Morena y uno más para la alianza PRI/PAN/PRD. Así, al final a quien gane le van a decir que lo apoyaron. A este grupo se le conoce como docentes institucionales.
d) Tenemos una cuarta posición representada por las y los maestros que se definen como democráticos y están vinculados con grupos de izquierda. Aquí existen varias tonalidades como expresiones de izquierda, desde las más moderadas ligadas a partidos de centro hasta expresiones radicales algunas afines al movimiento zapatista y a grupos que se vincularon con las guerrillas de los 70 y 80, y la mayoría de ellos con las distintas expresiones de la CNTE. Lo que caracteriza a las y los docentes que se identifican con las izquierdas, es su congruencia en la práctica y su capacidad crítica por pensar y decidir en coyunturas como las de este tipo. Aquí no todo se reduce al voto, sino a la capacidad de ganar, avanzar y sumar. Las y los maestros de izquierda mantienen una doble militancia (en el aula educando y en la calle luchando) todo ello los obliga a ser excelentes docentes y que no den pie a ser cuestionados por las instancias ajenas al movimiento. A este último grupo se le conoce como docentes comprometidos.

Las y los docentes de izquierda tienen la disyuntiva de lucha -como lo escribió Brecht- un día, un año o toda la vida. El último elemento que caracteriza y que hace diferentes a las y los docentes de izquierda, es que luchan por vocación, basada ésta en principios que se defienden, no reciben nada a cambio más que la gratificación de contribuir al cambio que se espera y que muy pocos pueden disfrutar. La lucha de las y los docentes es construir una utopía basada en la esperanza y en el deseo de un mundo mejor, de una educación mejor y de un cambio para que todo cambie. El que esto escribe se identifica con esta vocación democrática.
Tenemos, por otro lado, que la organización sindical, que agrupa a maestras y maestros nunca ha sido democrática, aunque con el engaño y la simulación que recientemente se eligieron a los representantes sindicales, en realidad el control político continua y es férreo, los que están dentro gozan de privilegios; pero los que piensan y actúan diferente, es decir, que se colocan afuera de las reglas de control, on castigados de distintas formas. Esto también va a suceder en la actual coyuntura electoral.
El 2 de junio próximo se votará no por una candidata, sino por un proyecto de nación y del estado (me refiero a Jalisco) que le dé continuidad al segundo piso de la democracia o que regrese el poder quien lo tuvo por más de 80 años de cacicazgos y oligarquías.
El voto del magisterio es fundamental, dirían los que saben de esto, es estratégico y de ahí que requerimos un voto consciente y razonado y que se decida por lo que mejor le conviene al gremio y a la educación de nuestro país y del estado de Jalisco.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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