Los problemas en pagos. El rostro oculto de los problemas en la planeación institucional

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Ahora les tocó a compañeros de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) de las cinco unidades no recibir su pago durante dos quincenas al hilo, ellos se suman a la larga lista de adeudos que acumula la autoridad local con respecto a problemas con la nómina estatal. Recuérdese que los pagos los regula el FONE (organismo federal) pero a partir de la petición y la captura de lo que los gobiernos estatales le reportan.
Nunca se habían presentado tantos problemas en el manejo financiero de la nómina educativa, hoy de forma inexplicable aparecen afectados, esto independientemente de los responsables, da cuenta de un alto nivel de ineficiencia en la responsabilidad administrativa.
¿Quién se encarga de regular o de vigilar el buen cumplimiento de los pagos?, y cuando esto no funciona bien, ¿cómo se fincan responsabilidades a los funcionarios que incumplen en su tarea?
Tenemos que, lo que motivó la centralización de la nómina educativa, fue el interés por evitar prácticas de corrupción en los estados, lo cual era una constante en el desvió de recursos o en la utilización de los mismos para fines distintos a los originales o a otro tipo de proyectos de prioridad local. En todo ello es común darnos cuenta cómo la autoridad estatal culpa a la parte federal (al FONE), y desde el FONE dicen con relativa facilidad que las inconsistencias administrativas residen en los estados, quienes no informar adecuadamente el tipo de pago que deberá de hacerse, ¿a quién hacerle caso en dichos manejos?
Tal vez los lectores a estas alturas del presente artículo pudieran decir y todo esto ¿para qué se dice o a quién le importa? Me detengo en el lugar de las personas que trabajan en educación y que reciben un salario quincenal por cualquier vía. Un dato que refiere a una constante es que los trabajadores de la educación del sector público, vivimos al día, no tenemos sumas fuertes o dinero ahorrado que permita vivir de manera desahogada u holgada. El dinero que se percibe quincenalmente inmediatamente circula para resolver las demandas y necesidades de cada trabajador de acuerdo a su vida cotidiana. En ello la autoridad educativa local debiera detenerse un poco, aunque en pequeña escala, pero se termina generando un verdadero desorden en cuanto a pagos y al uso discrecional de la nómina educativa. A los trabajadores con algún sentido elemental de justicia, deberían de pagarles con la tasa de intereses bancario, para con ello resarcir, aunque sea de esa manera el daño que se les ha causado.
¿De qué manera la autoridad educativa local justifica todo este descorren administrativo? El culpar a otros, a ajenos o externos no es justificación, habría que pensar en pretextos más convincentes o, terminar reconociendo la verdad, la cual se encuentra en el fondo del fenómeno al que he hecho alusión en este artículo.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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