Las nuevas preguntas de las juventudes y adolescencias ligadas a las problemáticas sociales del presente

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Estoy revisando un nuevo texto “Jóvenes, culturas urbanas y redes digitales” de Néstor García Canclini, Francisco Cruces y Mariza Urteaga, editado por Ariel, dicho libro colectivo, con una mirada especializante nos lleva a pensar acerca de las juventudes como una nueva agencia, la cual se mueve bajo una nueva lógica de trabajo, de desarrollo y hasta de identidad social.
Las nuevas juventudes y, un poco antes, las nuevas adolescencias, navegan en este mundo posmoderno basada en reglas cuya única seguridad es que no hay seguridad y cuya constante es la incertidumbre y los escenarios inciertos.
De esta manera, las nuevas preguntas ligadas a las nuevas juventudes giran en torno a tratar de ver o de conocer qué y cómo le están haciendo las y los jóvenes de hoy, para sortear las nuevas oleadas de una crisis (que llegó desde hace tiempo) para quedarse entre nosotros y, que forma parte de este nuevo estilo de vida líquido, navegador, flexible, posmoderno…
México ocupa uno de los primeros lugares con mayor número de profesionistas jóvenes egresados de universidades públicas o privadas de prestigio pero que no tienen empleo permanente, que son más bien sub-empleados o que prefieren emprender un negocio propio ligado a la creación artística (música, teatro) al entorno digital o el diseño.
De esta manera, se comienza a reconfigurar los lazos o los vínculos sociales con los pares y con la familia, otra pregunta sería ¿qué tipo de afectos, de lazos o relaciones tejen y destejen los nuevos jóvenes a partir de un mundo que tiende a cambiar todo, hasta el propio concepto de relación humana? Las redes y los lazos sociales que antes eran un poco más directas, vivenciales y cara a cara, hoy están siendo sustituidas por los entornos virtuales, el Faceboock, WhatsApp y Twitter, tienden a modificar las formas clásicas de relacionarse y de estar con los otros o al lado de los otros. Las y los jóvenes comienzan a moverse en un mar nuevo, como peces que han aprendido a nadar.
En estas nuevas identidades juveniles que se tejen de manera inédita, surge la figura de la familia abastecedora y los lazos solidarios de nuevos mecenas que financian al inicio los nuevos proyectos juveniles. La contraparte es este exceso de modorra y de comodidad que buscan las nuevas juventudes, todo les da “güeva” (como ellos dicen) o si no les gusta se enfadan fácilmente y si de plano les gana todo eso se toman un sabático (para no hacer nada que implique una responsabilidad formal), ¿qué está pasando con el sentido de vida, para una generación que comienza a perder lo que tuvieron sus padres y que hace muy poco por conseguir un espacio, un lugar o un patrimonio propio que le dé sentido a su propia existencia?
Otro punto tiene que ver con las preguntas que se hacen los jóvenes de sí mismos, estas preguntas sobre su propia trayectoria tienen que ver con la búsqueda de respuestas pragmáticas. Este será parte del trabajo de investigación en el que me ocuparé en el presente año. ¿Cuáles son las preguntas de las nuevas juventudes y adolescencias y qué sentido tienen para los sujetos en tránsito?

*Doctor en educación. Profesor-investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx