La reciprocidad como valor

 en Marco Antonio González

Marco Antonio González Villa*

Recuerdo que cuando aún era estudiante de la FES Iztacala, escribieron diferentes psicólogos humanistas en México sobre los principales valores que debía tener y expresar una persona que tuviera, precisamente, una perspectiva humanista; recuerdo que pensé que la reciprocidad tendría que ser uno de ellos. Me faltaban elementos para poder explicarlo en ese momento, aún es posible que me falten, pero creo que estoy en condiciones de poder compartir mi punto.
La reciprocidad habla de corresponder, de pagar, de hacer lo mismo por alguien que hace algo por nosotros, positivo y moralmente correcto obvio, pero sin que ello implique una condición o una exigencia. Cuando refiero que alguien haga algo por nosotros aludo a esa persona que no está obligada ni tiene la necesidad, ni espera nada, pero tiende la mano y actúa de buena voluntad y decide hacer algo en beneficio de otra persona. Esta acción pone de manifiesto diferentes valores y significaciones prosociales que vale la pena enfatizar: hay solidaridad, respeto, preocupación y valoración, incluso amor, por el otro, aunado a una conducta ética, tal como la entiende Levinas, que develan a una persona que entiende que lo social, los demás, son parte de uno.
Sentir, vivir o incluso presenciar este tipo de acciones y/o actitudes, conmueven a cualquiera y nos hace tener, irremediablemente, fe en la humanidad. Sin embargo, es necesario señalar que si uno es aquel que recibe un beneficio derivado de lo que otra persona hace, esto debería, no como obligación ni atadura sino como necesidad, generar valoración, agradecimiento y un compromiso moral y afectivo con el benefactor. Insisto, no porque sea una obligación, sino porque todo acto bueno en favor de otro tiene que ser valorado o perderá todo su sentido y su intención.
Padres y madres de familia hacen mucho por sus hijos-hijas, sin estar realmente obligados, porque las madres y padres que abandonan ya nos enseñaron que no es obligatorio, pero sí el hijo o la hija no valoran y agradecen esos actos, por inmadurez, insensibilidad o ausencia de valores, no se vivirá como un ejemplo que se puede replicar. Pasa igual con cada docente que hace por sus estudiantes algo más allá de sus obligaciones académicas, algo sensible, humano, pero que requiere ser visible y así, insisto, valorado. Si esto ocurre, nacerá el deseo de corresponder a lo que se hizo por uno y así la reciprocidad advendrá. Toda relación social es susceptible de promover la reciprocidad.
Ser recíproco habla de alguien que tiene agradecimiento, de alguien que tiene plena conciencia de haber sido ayudado por otra persona cuando realmente lo necesitaba, es asumir la propia fragilidad e indefensión y saber que alguien valoró y apoyó nuestra vida. En un mundo que promueve la individualidad, la separación, el divisionismo y el egoísmo, la reciprocidad es un imperativo que construye un puente entre dos personas, que se puede transitar en dos sentidos; claro es que, en tanto valor, requerirá de maduración y abstracción para ser advertido, al menos sensibilidad.
Reciprocidad… a diferencia de otro tipo de deudas que demandan y exigen ser pagadas de la misma forma o incluso con un interés de más, la reciprocidad no requiere ser correspondida de igual manera: a veces sólo basta con hacer saber que lo recibido fue de gran ayuda y que se valora significativamente. La reciprocidad así, como valor, como experiencia de vida, es transmisible y un gran ejemplo para cada nueva generación. ¿Quién ha hecho algo por nosotros?, ¿quién nos dio una mano en un momento preciso?, es una reflexión que invito a realizar para que veamos con quien podemos ser recíprocos y sentir la satisfacción de poder corresponder ¿alguien diría que no?

*Doctor en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx

  • Gris Ramos

    Excelente artículo, ¡Me gusta su forma de escribir Doctor!

  • Catalina González Pérez

    Estabas construyendo tus argumentos. Me interesó tu mirada sobre este valor. Saludos

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