La educación en la era de Donald Trump
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Un fantasma amenaza al mundo, es la persona de Donald Trump. El sorpresivo triunfo de Trump en las elecciones presidenciales de los EEUU es un fenómeno que aun no asimilamos muchos ciudadanos de este planeta.
Trump es un paranoico, ultraconservador, producto de los Estados Unidos junto a su miedo a perder el poderío mundial y que muy pronto será el productor del nuevo nacionalismo estadounidense. El mundo entero se sabe amenazado por el descontrol de un descontrolado personaje, que de ser magnate y multimillonario pasa ahora a jugar en la alta política y gana.
El escenario social y educativo en la era Trump es impredecible, los pocos indicadores con los que contamos son a partir de los escasos discursos serios que ha dicho y de la mucha mala fama acumulada en su corta trayectoria en la política.
Su ascenso al poder responde al temor y al extremado conservadurismo estadounidense, junto con la misoginia y machismo velado de los ciudadanos de aquel país. En el voto no se aceptó que una mujer los gobernara, el voto, prefirió optar por el “Más vale malo por conocido…”.
En educación es muy seguro que tengamos una vuelta de tuerca hacia la derecha, no sólo los contenidos de estudio tenderán a derechicharse, también el enfoque pedagógico, pero sobre todo la gestión y administración de las escuelas. El libre mercado educativo generará una especie de escenario de tierra de nadie, en donde las más “gandayas” serán los que salgan beneficiados.
Trump intentará recuperar el poder y la hegemonía para los Estados Unidos a costa de un discurso amenazante, beligerante y fanfarrón. La educación no será alguna de sus piezas claves en su ideario político, más bien le apostará al control económico y la militarización. Según el testimonio de algunos colegas investigadores que viven en el estado de Colorado, en EEUU comienza a darse un fenómeno inédito sin precedentes, el cual está vinculado con la elección de las escuelas por parte de los padres de familia. Tradicionalmente las personas mandaban a sus hijos a las escuelas más cercanas de casa o de la comunidad en el entendido de que todas las escuelas son buenas o todas ofrecen los mismo, hoy en día los padres comienzan a elegir “la mejor escuela para sus hijos” a partir de lógicas difusas y hasta cierto punto tramposas a partir de hacerse creer de cuáles son las mejores y con su contraparte, qué buscan los padres de familia a partir de la elección de lo que para ellos es la mejor escuela.
Este fenómeno lo capitalizará Trump, al generar un clima atípico de competencia desleal entre las escuelas de todas las regiones para coptar a los estudiantes como si fueran clientes a los cuales hay que convencer para venderles. Así las cosas, este modelo privatizador tenderá a generalizarse, las escuelas que no vendan tenderán a desaparecer.
Necesitamos prepararnos para resistir y contrarrestar a la oleada Trump quien amenaza a todo el mundo y por supuesto a México como el pequeño mundo que forma parte del patio trasero del imperio norteamericano.
*Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. mipreynoso@yahoo.com.mx