Evaluar el aprendizaje

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

Indignación desató la nota sobre la no realización de la prueba PISA en nuestro país. Y la rápida reacción del gobierno a comunicar la continuidad de tal prueba en la siguiente aplicación. La prueba en sí misma es fruto de un trabajo muy ordenado, crítico y bien realizado. Dentro de esa clase de mediciones del aprendizaje está entre las mejores. No obstante, hay voces críticas precisamente por la clase prueba. Y sí hay otras de otras clases y también excelentes. Algunas también se aplican en nuestro país, y al no tener un contexto de disputa, pues no hacen ruido y se aprovechan mejor.
Toda prueba para medir produce estadísticas y a diversos sectores no les gusta escuchar afirmaciones generales basadas en la medición estadística en la cual, por ejemplo, se dice “México, el país con resultados de PISA más bajos entre los países miembros de la OCDE”. Parece abuso y en cierto modo lo es, pues en ese tipo de afirmaciones no se matiza con las limitaciones de la prueba y tampoco se alude a mejoras de año a año.
Por ejemplo, la prueba no mide el aprendizaje en función del plan de estudios de secundaria mexicano. Es decir, con los resultados de PISA no podemos saber si los estudiantes de tercer año de secundaria aprendieron de su profesor de Física, por ejemplo, los principios de la física cuántica, incluidos en el currículo mexicano. La prueba PISA está hecha para medir lo que en el mundo educativo se ha dado en llamar “competencias”.
Competencia es una expresión con la cual se trata de integrar conocimiento, habilidades para usarlos y actitud de aplicarlo, no obstante que nadie le haya enseñado cómo en concreto resolver un problema o encontrar una respuesta a un problema real. Un ejemplo sencillo de competencia es lo necesario para que los estudiantes emprendan sin ayuda del profesor la solución a un reto del profesor semejante al siguiente ejemplo: “Jóvenes, hoy van desarrollar el trabajo de un controlador de vuelos en un aeropuerto internacional. El reto es, diseñar en equipos de 4 jóvenes, un sistema para aprobar el despegue y el aterrizaje de todos los aviones que lo soliciten. Deben evitar decisiones que provoquen choques de los aviones, evitar los retrasos en salidas y llegadas de más de 30 minutos, aglomeraciones de pasajeros en las puertas de abordaje y en las puertas de arribo y coordinar los servicios de equipaje con retrasos mayores a 15 minutos. Tienen 4 horas, la biblioteca y las computadoras a su disposición. Deben presentar su diseño en un espacio de 10 minutos al final de la jornada escolar”.
El profesor si observa qué y cómo hacen los jóvenes podrá identificar si tienen actitud, si los conocimientos impartidos en las clases han sido comprendidos, y si tienen o no habilidades para coordinarse y funcionar cómo un equipo, colaborador, ayudador de quien se atrasa o pide claridad, y autodirigirse para diseñar, aplicar y corregir sobre la marcha un plan de solución. Esto es lo que mide PISA.

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). mbazdres@iteso.mx

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