Escribir sobre educación. Educar lo que escribimos

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El acto de escribir es un acto parecido a la música, está cargado de cadencia, de ritmo y hasta de seducción, en donde cada autor le pone su toque, su estilo, su forma personal de decir las cosas, esas cosas personales que hablan de cada autor. Los asuntos educativos se abordar en escritos de cuatro tipos de autores:

• Los que producen y publican ideas nuevas y originales, a veces son descabelladas o se les concibe como fuera de contexto. Son ideas de vanguardia para otro tiempo y que sirven para que los otros, piensen, cuestionen y escriban.
• Los que crean y cuestionan lo que otros hacen, los que contra-dicen lo que otros escribieron. Estos producen o escriben poco, sus planteamientos se generan a partir de lo que hacen los demás, su producción es co-dependiente a lo que los otros publican.
• Los que copian y repiten lo que escribieron los anteriores, aportan muy poco y más bien se trata de reiterar o hasta distoriosonar las ideas originales de otros. Su originalidad se pierde en las huellas, originalidades y sentidos que generaron otros antes que ellos.
• Y, por último, los que plagian, publican cosas como si fueran suyas pero previamente han sido tomadas (robadas) a otros, que antes las publicaron por el que crea, el que cuestiona o el que repite.

En nuestro mundo académico la creación de textos originales es muy pobre, aumentan con los que copian y repiten, es menor aun con los que cuestionan, refutan y los que plagian haciendo creer que es suyo un texto que previamente ha sido publicado. No tengo datos, pero como son las cosas hoy en día, son muchos los plagiadores y (para desgracia de la academia) va en aumento.
¿A qué se debe la pobreza en la producción de ideas originales en el tratamiento de asuntos educativos y, por el contrario, la riqueza en el plagio y la copia? ¿Estamos ante una crisis de los abordajes originales de los temas educativos? O, ¿estamos ante una crisis de los temas educativos que ya no satisfacen a los intelectuales?
En la otra orilla del océano intelectual se encuentran los lectores, los consumidores de textos, que leen desde su silencio y desde el pensamiento crítico dormido o poco estridente o desde la organización de un complejo rompecabezas de muchas piezas que no embonan entre sí.
El autor y el lector se encuentran mediados por el texto, pero el texto es también autor y lector en segundo orden de acuerdo a su pertinencia y a la capacidad de pensar y hacer pensar a los otros. Es decir, el texto también es autor que va en la búsqueda de otros textos, con la finalidad de hacerlos dialogar y producir nuevos textos.
Los círculos académicos mexicanos están en crisis, no sólo tenemos una gran pobreza en las publicaciones e instancias especializadas o de divulgación, también tenemos pobreza en el consumo y en la circulación de los textos y las ideas pedagógicas de vanguardia.
La SEP, el CONACYT, la ANUIES, el COMIE, los colegios de profesionistas y las Universidades públicas y privadas en nuestro país, en ese orden, son los organismos autorizados de producir y difundir ideas pedagógicas de vanguardia. Sin embargo, desde el origen la agenda y los temas de la agenda han sido acotados al interés del poder, la discusión se torna circular, dando vueltas en torno a los mismos asuntos: evaluación, violencia, calidad, equidad, inclusión, etcétera, ¿cómo romper con un círculo que se torna vicioso? En nuestro país, no se estila mucho el debate, la discusión abierta y pública en torno a la agenda educativa que también es pública. La SEP tiene miedo de exhibir públicamente sus incapacidades privadas, por eso impone más que propone y, muchos organismos (en su comodidad y poca creatividad) prefieren seguirle apostando a sus prebendas y privilegios que actuar por su cuenta. La crítica en educación no es bien vista en este país, no da puntos ni becas, incluso estigmatiza a quien recurre a ella.
El debate educativo es una salida saludable y productiva para destrabar el actual estado de cosas de la crisis de la educación y de la crisis en el abordaje de los temas sobre asuntos educativos. Debemos pasar de escribir sobre educación a educar la forma y también el fondo cuando escribi(mos) sobre educación.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx

Comentarios
  • ROSE EISENBERG WIEDER

    Desde hace mucho tiempo, he insistido a los diferentes dirigentes y miembros del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, la esclerosis y poca originalidad de como organizan las temáticas de sus congresos y publicaciones. Como si cada quien quiere defender su “feudo educativo investigativo” para publicar y “tener puntos” para los estímulos, etc. Por otro lado, se provoca poco el que, a todo nivel educativo, se escriban las ideas personales sobre el problema educativo que mas nos preocupe, tanto como estudiantes, como profesores o como investigadores. Como si hubiera un “estatus quo” de no mover muchos “sitios de confort” personales e institucionales. Te felicito Miguel Angel por encontrar las palabras para definir un problema muy profundo a nivel institucional, educativo, formativo e investigativo…Aunque moleste, creo que no moverá muchas conciencias.

  • Alma Dzib-Goodin

    Escribir en estos tiempos es, en parte, un suicidio intelectual. Cuando una persona escribe, habrá 1000 diciendo que eso no es correcto, pues se vive en la cultura de destruir en lugar de construir; de ahí que la zona de comfort no es gratis.
    Por otro lado, escribir debería ser una forma saludable de ser y no solo un requisito para estímulos. La academia no fomenta la escritura y como bien señala, no hay espacios para hacerlo.
    De ahí que se tengan estudiantes de todos los niveles superior que no saben ni leer, ni escribir.
    No duden que al rato nos hablaremos a señas o con íconos.

  • Mtro César R. Pérez Ramírez

    Apreciable Dr. Pérez Reynoso

    Al leer la reflexión y análisis que comparte a través de la revistaeducarnos es clara la orientación que ubica tres categorías relacionadas a la creación de textos, de inmediato me remite a mi ámbito de intervención y mediación pedagógica con mis estudiantes de posgrado, nivel en el cual, he observado durante los últimos siete años que la producción de textos formales, muestran una debilidad en primer lugar en la disposición y convicción de leer documentos académicos formales, y no se diga de libros de texto generales asociados a una disciplina; en suma todo lo desean procesado, resumido y/o sintetizado.
    Con abse en lo anterior en lugar de desarrollar alguna frustración me orienta a desarrollar y diseñar nuevas estrategias para que la lectura sea la premisa del posterior desarrollo y construcción de textos formales, asociados a un respecto ético al aparato crítico que le da formalidad académica.
    Estamos en un momento histórico en el que algunos recursos tecnológicos valiosos en el ámbito académico como el Safeassign de Balckboard (para aquellos que podemos tener acceso al mismo) nos apoya en al detección del plagio, y por ende, a orientar la actividad de los estudiantes a reconsiderar ls entregas que se acercan a tales prácticas carentes de producción escrita y demostración del acto comunicativo escrito.

    Y en acuerdo con la afirmación de la pobreza en la producción de textos originales en el ámbito académico, me incentiva a comenzar con un proceso de autocrítica positiva hacia nuestro contexto de realidad de no bajar la guardia y con perseverancia y convicción, formar a los futuros egresados de posgrado a mejora su competencia comunicativa escrita formal.

    Es alentador que si bien aquellos estudiantes que se comprometen a contribuir con sus ideas y además se atrevan a comunicarlas en un documento arbitrado (aunque sea modesto dentro de sus instituciones), lo considero un buen inicio para que tomen seguridad y se atrevan a explorar mayores posibilidades y niveles críticos.

    Es cierto que a lo largo de la travesía que un estudiante recorre desde la educación básica, educación media superior y su llegada al nivel superior, pudo haber dejado deficiencias que observamos en el nivel superior, pero no podemos “echar culpas” a los colegas que creemos no hicieron lo correcto. Es mejor ser productivo y construir siempre es prospectiva, esperando que justo llegan con deficiencias comunicativas en la producción de textos, y muy evidentes procesos de comprensión previa de los mismos.

    Me gustaría compartir una frase de Fernando Savater (1997) obtenida de su libro el Valor de Educar, que nos invita a ser mejores docentes haciéndonos una pregunta fundamental ¿cómo el mal educado podría bien educar?, esto es mucho más profundo, y nos invita a un autoreconocimiento y pensar ¿cómo puedes dar lo que no tienes? los dedicados a la docencia tenemos retos y demandas, en primer lugar con los estudiantes y enseguida segundo con su contexto de realidad e inserción a la sociedad actual.

    Por último con base en la reflexión de las instituciones y autoridades académicas que en su “deber ser” tendrían que no limitar en su líneas de investigación la producción de ideas innovadoras que aporten a nuevos conocimientos, si bien esto sosería fácil de transformar, el ejemplo claro de podernos expresar con nuevas líneas intervención y producción de textos, que aportan ideas y procesos de disertación que enriquecen y promueven el pensamiento innovador, es esta revista y mi s felicitaciones por sus loables aportaciones.

    Agradezco el espacio y la oportunidad de compartir un breve diálogo,

    César René Pérez Ramírez
    Doente de Posgrado en Educación

  • Miguel Angel Reynoso

    Gracias a ROSE, Alma y Cesar; sus comentarios, dan cuenta de la congruencia de que están preocupados y ocupados en la generación de textos académicos originales y pertinentes; les agradezco debido a que si fue posible hacer conexión entre las ideas que quise decir y lo que ustedes captaron y no sólo eso, con sus comentarios fueron capaces de ampliar mi argumentación de origen. Gracias por su generosidad.

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