Escenarios para desarrollar un proyecto educativo bajo condiciones de tensión institucional

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Nos encontramos ante dos eventos diferentes:

Uno de ellos, es un Foro de consulta abierto, en donde se trata que los asistentes (maestros de educación básica y superior, autoridades, padres de familia, etcétera) sean capaces de plantear propuestas para el diseño de una serie de políticas públicas que se integren al programa de gobierno federal. En dicho evento se presentan cerca de 40 trabajos, los asistentes tienen derecho a la voz hasta por 5 minutos, no hay diálogo pero tampoco réplica. Hay representantes de un diputado federal y de un senador de la republica. Ellos –dicen– se encargarán de llevar las propuestas a las distintas instancias legislativas. Los trabajos se piden por escrito para ser integrados en una amplia memoria. El Foro inició a las 11 de la mañana del sábado 26 de enero y concluyó cerca de las 3 de la tarde.
En otro lugar y en otro día distinto, en Puerto Vallarta el titular de la SEJ, se presentó ante varios docentes de algunas zonas escolares de dicha región, ahí dio a conocer sus ideas y las propuestas que pretende impulsar en su gestión, pero aprovechó para exponer una serie de cuestionamientos y descalificaciones al gobierno federal con el presidente López Obrador al frente. Los profesores de dicha región se mostraban extrañados, ya que se miraban con sorpresa por dichos señalamientos, los cuales lejos de sumar tienden a crear condiciones de tensión institucional en el corto plazo.
Como podrá verse y a partir de lo anterior, nos encontramos ante una pugna en una guerra de posiciones entre las iniciativas en educación del gobierno federal versus las propuestas e iniciativas del gobierno del estado de Jalisco. Dicha pugna está asociada por el uso o las aspiraciones de poder, por intentar imponer una visión o un proyecto y por ganar adeptos.
Si bien, la naturaleza misma de la educación va integrando distintas contradicciones en su seno, si, pero dichas contradicciones son programáticas y forman parte de las ideas, las tendencias y los modelos pedagógicos. Una cosa muy diferente son las pugnas en el terreno o en el campo de la política que tienen a la educación, como el campo de batalla.
A partir de lo aquí narrado se puede reconocer que en este sexenio y lejos de vivir un clima de coordinación en donde se complementen los dos proyectos educativos (el federal y el local), viviremos bajo un clima de tensión o permanente pugna, en donde los únicos que saldrán perdiendo serán los usuarios del servicio educativo: los niños y niñas, los jóvenes y, hasta los docentes estarán ante lineamientos contradictorios en la gestión educativa. ¿Quién tiene la razón? Nadie la tiene cuando no se dialoga y no se consensa y, cuando basado en la fuerza de la sinrazón se pretende imponer un sólo punto de vista, sin respetar las propuestas de los demás.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx

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