Encuentros y desencuentros educativos

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Este lunes 29 de agosto ha comenzado el ciclo escolar 2022–2023, las aulas escolares han quedado llenas de estudiantes hasta el tope, niñas, niños de preescolar y primaria, también han regresado jóvenes de secundaria y bachillerato. Niñas y niños han buscado a sus pares, a las amigas y amigos que dejaron el pasado ciclo escolar.
Los docentes que son tutores de grupos se encargan de dar indicaciones, recomendaciones de las cosas que se permite hacer en la escuela y de la larga lista de todas las cosas que no se puede hacer. La prohibición es más grande que el permiso.
Alumnas y alumnos han llegado con útiles escolares nuevos, los que son de obsequio por parte de la SEP o los que son comprados por parte de los colegios privados, el olor es a nuevo; hay que ordenar las cosas, forrar libros, poner etiquetas en las libretas, acomodar las cosas en una mochila. Prepararse para un largo año de actividad escolar. En este ciclo escolar se comenzará con la aplicación de nuevos planes y programas de estudio en las escuelas públicas.
Los itinerarios escolares están trazados a partir de una serie de coordenadas sociales, el vínculo con los pares, la relación con las y los docentes de la escuela, la relación con el conocimiento a partir de los contenidos de estudio integran un tejido cotidiano ligado con la formación escolar, de cada ciclo escolar, de todos los años.
Los desencuentros escolares están definidos a partir de la amenaza escolar, de la persecución por el mal comportamiento, del condicionamiento a partir de la exigencia de obtener un nivel de promedio determinado desde la institución, una forma de comportamiento y de la generación de una realidad en donde la escuela se torna en un espacio de riesgo para un número determinado de niñas y niños. El desencuentro es un mecanismo de ruptura en donde la escuela rompe con su cometido formativo y se sesga para otro lugar en cuanto a las orientaciones de trabajo. Esto no pasa desde los primeros días, pero conforme avanza el ciclo escolar se instala en las escuelas y es difícil superarlo.
Muchos niños y niñas comienzan a tener angustia por asistir a la escuela, su miedo es irracional, le temen a algo que no tienen claridad, su miedo es a la conocido/desconocido.
La relación entre el encuentro y el desencuentro escolar genera una dialéctica pensada en el desarrollo humano en ámbitos escolares, la escuela continúa con su misión que le legó la modernidad de legitimar los aprendizajes sociales y de hacer que el Estado cumpla con su misión educadora. Pero cada vez está más devaluado el producto del servicio educativo, los jóvenes de secundaria y bachillerato comienzan a dudar acerca de las grandes bondades de la escuela a la que asisten. Algunos jóvenes prefieren ser corridos de la escuela, expulsados, separados, antes de reconocer que han incumplido con el ideario de lo que la escuela les exige.
Es importante pensar en un clima de trabajo más inclusivo, más tolerante, que las escuelas recuperen su misión de espacios formativos para la vida y reconocer que los sujetos han cambiado y siguen cambiando su forma de desenvolverse socialmente.
Desde aquí este espacio sirve para enviar un cordial saludo y para dirigir el mejor de los deseos para maestras y maestros en este inicio de ciclo escolar. Que el año 2022-2023 sea especialmente gratificante para todas y todos.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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