En los primeros 100 días de gobierno: en educación persisten las inconsistencias y los rezagos

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Se ha tornado en una moda hacer un “corte de caja” en los primeros 100 días de gobierno, inició el gobierno en la esfera federal y hoy le sigue el gobierno local de Jalisco. El pasado 15 de marzo se cumplió la fecha para este corte de caja, predomina un discurso triunfalista y el optimismo de que estos 100 días han servido para pasar la prueba de la ciudadanía. En educación no es así, las cosas no son como se dice. Aparte de la estrategia mediática y de que arriba todo funciona muy bonito, abajo en cambio, en donde se viven las verdaderas realidades, las cosas dan cuenta de una realidad cruda que recuerda a los malos tiempos del priismo de apenas hace seis años.
En educación, no existe una propuesta que sirva para sacar adelante una política sexenal decorosa y pertinente para el desarrollo educativo del estado. La Secretaría de Educación en Jalisco, por su complejidad y monstruosidad administrativa se ha convertido en una especie de confederación de tribus, sin un liderazgo potente que le dé congruencia y direccionalidad al proyecto de gestión en turno.
Un titular de la dependencia que se le ha impuesto al gobernador debido a los compromisos asumidos y al costo político de la campaña, las principales coordinaciones de Básica y de Formación de docentes, han preferido una salida pragmática, de invitar a los cuates a los cercanos, no a las o los mejores que den evidencia de que saben de los temas que se están tratando hoy y de cara a las exigencias que están por venir. La Dirección de Normales se decide aparte, ya que ésta es una posición por tradición surgida de la Sección 47 del SNTE y así lo han entendido en la esfera de gobierno y en la propia organización sindical, ¿y el resto?, el resto se mueve a partir de un complejo mosaico de expresiones y pago de lealtades, invitación a los amigos y a un proyecto que se visualiza más desde lo personal que de lo institucional, ¿y dónde quedó el proyecto?
En días pasados asistí a varios eventos “oficiales”, en donde algunos de los nuevos funcionarios dicen cosas como: “denos oportunidad de hacer las cosas, estamos aprendiendo y prometemos que todo va a salir muy bien”, parece que cada cambio de gobierno se torna en un propedéutico de iniciación a la función pública en educación. ¿Por qué no invitan a los que ya saben y no a los están ahí para aprender? En fin.
El proyecto sexenal en educación se concentra en una propuesta conceptual llamada Recrea (Re tal vez de refundación, y crea de creación, de construcción, no lo sé de cierto, sólo lo supongo –diría el gran maestro Joaquín Sabina– ¿de qué se trata?, en dicho proyecto no existe una instancia que sea la estrategia a seguir para concretizarlo en dos planos: a) en cómo llegar al tejido institucional de las escuelas y de su vida cotidiana de tal manera que se modifique el estilo de hacer educación, las prácticas de todos los días y la cultura institucional históricamente sedimentada (por decirlo algo) en cada entorno escolar y, b) cómo va a dialogar esta propuesta con el curriculum nacional en el entendido de que nuestro sistema es profundamente centralista, en el supuesto de que primero es lo que se dice del centro y luego viene lo que se construye y se recrea desde las periferias.
En estos 100 días el triunfalismo embriaga a las esferas de gobierno, les falta muchos días más para demostrar y demostrase, de que el camino es el correcto, sería muy bueno dejar la improvisación y los propedéuticos y apostarle en serio por una propuesta seria de cara a la sociedad. Los rezagos que el sistema ha acumulado por años y las inconsistencias del sistema requieren de una verdadera reingeniería que incida en las designaciones, en las propuestas, en la vinculación del sistema para que funcione como eso, como un sistema coherente que camine en la perspectiva de un proyecto común y no de una pequeña parcela del mismo.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx