El Proyecto Integrador como alternativa en la formación de docentes

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Como parte de la iniciativa de reforma de la educación Normal, se ha incluido dentro de los compromisos curriculares, un componente novedoso al que se le ha dado en llamar Proyecto Integrador (PI), el cual está pensado en llevar a los sujetos a hacer ejercicios interdisciplinarios.
Este ejercicio de llevar a los alumnos normalistas que se encuentran en la fase de la formación inicial a hacer integraciones interdisciplinares en los PI se ha tornado en un sendero muy importante pero que ha sido muy difícil de promover por parte de los formadores.
La forma de estructurar un PI pasa por considerar algunos criterios que pudieran entenderse como pedagógicos e incluso epistemológicos.

1. El PI articula algunos principios cuyo origen está en las disciplinas científicas, es decir qué aporta la psicología, la sociología, la comunicación, el derecho etcétera, a un proyecto que integra conceptos, principios o algunas categorías, la integración tiene una concreción en la traducción curricular de cada curso o espacio curricular de la escuela Normal pero también, del aporte articulador de cada disciplinita.
2. La profesión de origen de los formadores también es un componente importante en el diseño del PI, en las escuelas Normales tenemos a personas que han sido formadas (en su fase inicial), en las ciencias duras (Física, Matemáticas Química, Biología, etcétera), en las Ciencias Sociales y Humanidades (sociólogos, abogados, pedagogos, trabajadoras sociales, psicólogos, etcétera), en el diseño (arquitectos, diseñadores, etcétera) en las ingenierías (ingeniero en sistemas, ingenierías civiles, etcétera) y en el campo del área médica (médicos, odontólogos, nutriólogos, etcétera) cada quien desde la perspectiva que pueda aportar para el diseño del PI.
3. Y tenemos un tercer criterio en donde se conjugan los aprendizajes que se pretende facilitar a los sujetos en formación, también aquí entra el interés personal de los formadores y, por último, las necesidades de los sujetos como parte del contexto en el que se forman.

El diseño del PI, tiene como origen, un problema de los sujetos, una pregunta o un interés que sea especialmente relevante, el inicio requiere un componente disparador para seguir adelante.
En las dos palabras claves del PI, se sintetiza gran parte de la tarea: se le llama “Proyecto”, porque sirve para proyectar a futuro algo por hacerse o por construirse, en ello se incluyen los aprendizajes de los sujetos en formación y se le llama de igual manera “Integrador”, porque –como ya se dijo– termina integrando o articulando algunos elementos de las distintas disciplinas que forman parte del trayecto formativo en su traducción o derivación curricular.
Algunos elementos adicionales para gestionar la elaboración o el diseño de un PI tienen que ver con la pertinencia de la temática central, el tipo de producto al que se aspira llegar y lo que a los sujetos en formación les interese.
Todo PI requiere de trabajo en equipo desde el equipo de formadores, así como los equipos de trabajo que se hagan en un grupo escolar determinado.
Y, el último o punto o el elemento adicional del PI, tiene que ver con el asunto de la interdisciplina. Se trata de generar nudos disciplinares a partir de dialogar con los aportes que provengan de otras disciplinas.
El producto final que se genera en un PI debe recoger gran parte del proceso de cómo se vivió, cómo fue la participación de los sujetos y de qué manera dicho proyecto contribuye en la formación básica, como parte del trayecto formato de las escuelas Normales de nuestro país.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

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