El diseño de propuestas y proyectos integradores para avanzar en el marco de la propuesta curricular 2022

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Estamos en tiempos de cambios y de profundas propuestas de reformas educativas que vayan más allá de la transformación curricular. Recientemente la SEP anunció lo que le dio en llamar el Cambio curricular a partir de la propuesta 2022. Dicha propuesta no sólo trae componentes novedosos que cambian radialmente las reglas de cómo entender el diseño curricular y la operación del mismo; sino que también los componentes novedosos no sólo deberán entenderse en sus contenidos; sino también deben entenderse desde la acción, es decir desde la práctica educativa de todos los días.
Hay tres elementos de fondo que la propuesta curricular incluye y que deberán ser entendidos por las y los docentes:

1. Se le da un fuerte giro al valor social de la educación en comunidad y en contexto. Esto rompe con esquemas técnicos e instrumentales de mirar a la educación sólo como la facilitación y trasmisión de saberes socialmente construidos.
2. Se mueve la organización de la educación básica, la cual estaba trazada o definida por campos formativos como una manera de organizar los contenidos de estudio y la relación con las disciplinas.
3. Aparece como una novedad la conformación en el diseño de propuestas y proyectos integradores. El diseño de éstos permite superar la visión reduccionista de las disciplinas o de las tradicionales asignaturas.

Si bien aún no se cuenta con mucho material de apoyo, el diseño de proyectos integradores rompe con la lógica tradicional de concebir el currículum como una organización de contenidos pensados o vinculados a una disciplina en específico, para abrir una lógica nueva e inédita en el diseño curricular de nuestro país.
Un proyecto integrador puede definirse como una propuesta ambiciosa de trabajo, en donde los educadores trazan una serie de compromisos educativos, considerando tres atributos básicos:

a) El contexto específico en donde se encuentran las y los escolares.
b) Los intereses de aprendizaje y las capacidades específicas.
c) La capacidad de generar retos o desafíos con la finalidad de aprobar algo nuevo.

El diseño y proyectos integradores inauguran una lógica de trabajo distinta, en éste el sujeto que educa deberá hacer tres grades tareas en paralelo:

a) Hacer nudos, engarces y ejercicios interdisciplinarios, al vincular principios disciplinares, conceptos y perspectivas diversas en la concreción de la acción educativa.
b) Negociar el currículum a partir de hacer adaptaciones curriculares.
c) Pensar el aprendizaje no como un fin, sino como un medio para hacer transferencias con los objetos emergentes y los problemas educativos que sirven a la realidad en donde se ubican los sujetos.

Esto me parece que es la parte más difícil de lograr, debido a que no contamos con antecedentes al respecto. Tal vez es parecido a PARE (Programa para Abatir el Rezago Educativo) que trabajó con una idea semejante al desplegar propuestas con dos elementos interdisciplinarios, pero hoy es diferente. ¿Cómo garantizar para que las y los docentes estén listos para apropiarse de esta nueva propuesta de trabajo?, habrá que ver en el futuro inmediato lo que suceda con ello y poder dar cuenta si funcionó o no esta idea de hacer política educativa del actual gobierno.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

Comentarios
  • Victor Rendón

    Muy excelente la propuesta, la perspectiva es, estamos listos para ese cambio desde todos los ámbitos y aspectos.

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