El debate actual en torno a la cuestión curricular

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Vivimos tiempos de cambio, de proyección inédita que miran el futuro; pero también de replanteamientos y reformulaciones de lo que hemos hecho en educación y que nos obliga a mirar también el pasado.
Asistimos de manera obligada ante un escenario que no se había dado en la historia de este país, el cual viene siendo esto que lo he dado en llamar el debate curricular. Este debate o esta serie de replanteamientos globales, a partir del reciente involucramiento de los docentes como protagonistas en esto a lo que la Nueva Escuela Mexicana le ha llamado el co-diseño de la organización del trabajo educativo a partir del presente ciclo escolar y en el marco o global del proceso de la propia NEM. El docente, de ser sujeto o de ser definidos como extranjeros del asunto curricular, sujetos distantes, pasan a convertirse en protagonistas de las decisiones curriculares.
Por otro lado, tenemos que, el actual debate curricular condensa también un debate político e ideológico, en ello se trata de responder lo siguiente: ¿a qué tipo de ciudadano y ciudadana aspiramos formar?, ¿cuál es el perfil o los rasgos deseables de mexicano y mexicana que idealizamos para transitar por el tercer milenio?
¿Esto que tenemos ahora es lo más deseable para arribar a los siguientes años a partir de ahora y lo que resta del presente siglo? En educación no es posible hacer generalizaciones, ni tampoco ningunear la influencia del futuro, pero es necesario reconocer que vivimos en profundos tiempos de cambio y del surgimiento de una serie de demandas sociales inéditas.
El actual debate curricular se inscribe dentro de un complejo entramado institucional, para el cual no estábamos preparados para vivirlo tal como ahora sucede, debido a una serie de déficits teóricos, metodológicos y conceptuales, y dentro del cual se vive también la ausencia de un elemento que le permita darle claridad a lo que vivimos hoy en día.
Bajo este marco se trata de pensar ahora en las los docentes como curricólogos, es decir, como sujetos que deberán de apropiarse del curriculum formal y los cuales también deberán ser capaces de desbaratar el curriculum para volverlo a armar de manera diferente.
En todo este orden de ideas hoy es pertinente preguntarse y ¿qué es el currículum? Desde la etimología se trata de transitar por una pista circular, por la que todos pasamos como parte del trayecto de vida, la formación de mujeres y hombres en el mundo actual y la formación en general para la vida misma, por lo tanto el currículum es ese trayecto formativo desde que se nace hasta que se muere
Bajo este debate, al que hago referencia y que no se reduce ni a la NEM ni tampoco al proyecto Recrea, dicho debate implica ir mucho más allá, en ello entonces, el currículum es todo, es el trabajo en comunidad, es el diseño y el codiseño, es la atención educativa con fines de inclusión dirigida a niñas y niños especiales, es trabajar en contextos adversos, permeados por la amenaza constante de la violencia social e institucional, etcétera.
Bajo este tránsito, dentro del cual viven muchas educadoras y educadores, de pasar de ser consumidores del currículum y que ahora se han convertido en productores de un corpus curricular, habrá que acercarse a recuperar las incertidumbres y las preguntas que no tienen respuesta, para encontrarle el sentido a lo vivencial de los actores educativos.
Gimeno Sacristán y Ángel Díaz Barriga junto con muchos otros tenían razón desde hace mucho tiempo. Por tanto, en la educación actual todo es curricular, o dicho de otra manera, todo es curricular de cara a la demanda educativa de un mundo en constante cambio.
Por último, quiero reconocer que los diseños, los modelos, las perspectivas curriculares y las ideas pedagógicas de vanguardia, junto con las iniciativas y experiencias de innovación y, de mejora en el mundo de la escuela, todo absolutamente todo está atravesado por el currículum, desde las intenciones educativas de origen, las acciones cotidianas junto con lo que se produce como parte del acto de educar, todo es curricular.
De ahí que el debate curricular actual deberá tomar un pequeño respiro y recortar los hilos y aprender a destejer esta gran madeja al que le hemos llamado el mundo actual.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

Comentarios
  • Rafael Lucero

    Miguel Ángel, me parece un gran acierto tu concepción curricular y las implicaciones del codiseño y los retos de la ruptura y la apropiacion de lo nuevo.

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