El currículum des-alineado de la educación en México

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Reformas van, reformas vienen y los problemas educativos de nuestro país persisten, uno de los aspectos poco valorados es el distanciamiento que existe entre las propuestas y los diseños curriculares con las necesidades educativas y formativas de los formativas en edad escolar.
La escuela mexicana está enseñando algo que no sirve para la vida, y la vida ahora es inédita, no es la misma vida que vivieron los ancianos, ni siquiera la vida que han vivido las personas que educan.
La sociedad ha cambiado y sigue cambiando vertiginosamente, los sujetos educativos demandan que la escuela sea capaz de dar lo que necesitan. El fenómeno de la pandemia que recientemente vivimos fue un fenómeno y un conjunto de fenómenos que contribuyó a desnudar algunas inconsistencias del sistema.
Hoy tenemos una sociedad que se mueve bajo a una lógica basada en la complejidad y en el afloramiento de problemáticas nuevas. Los niveles educativos de la educación básica no son capaces de cumplir a cabalidad con la demanda de los sujetos, incluso de los propósitos institucionales que le dan sentido a su trabajo.
Preescolar es el único nivel educativo que se acerca más en responder a las expectativas de los sujetos. Se trabaja a partir de responder a los intereses de niñas y niños, hay flexibilidad curricular, en tanto, la metodología de proyectos y de estudio de casos ha ayudado mucho en el clima y en el proceso de trabajo. Los niños, debido a su edad, viven con intensidad la estancia en los jardines de niños, el gusto por asistir a al preescolar se coloca por encima del desánimo como sucede en otros niveles.
La educación primaria es el nivel más añejo del sistema, en su interior prevalecen prácticas, organización de contenidos y tradiciones difíciles de erradicar, que no sirven o que estorban para dirigir la mirada a escuelas más innovadores. Muchos niños y niñas con un alto potencial cognitivo para las ciencias, el pensamiento matemático y las humanidades deben esperar un mejor momento debido a que la escuela primaria con su postura normalizadora y homogenizaste no les permite avanzar. Es importante habilitar a docentes y hacer adaptaciones curriculares, además de colocar las propuestas programáticas de acuerdo a las necesidades y posibilidades de los infantes.
La escuela secundaria es el nivel educativo (junto con el bachillerato) con mayores tensiones, los adolescentes no le encuentran sentido a la revisión de la larga lista de contenidos, los cuales no se conectan con su vida y sus intereses mediatos. Además, en muchas prácticas docentes de este nivel educativo prevalece el autoritarismo como único recurso de control y de ordenamiento. Puede decirse que la escuela secundaria del país está en crisis.
En lo que respecta a la formación de docentes es posible reconocer que nunca ha estada vinculada su orientación formativa con lo que se requiere en educación básica. Hoy en día tenemos un contexto social más demandante cuyo tejido social y las fibras que le dieron sentido se han desdibujado. Hoy se debe educar en contextos y en entornos poco favorecedores y en ello queremos mantener los mismos modelos y los mismos esquemas formativos.
Algo debe de cambiar sustancialmente en educación para evitar una revuelta desde abajo y poder garantizar una mejor educación.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com