Diálogo informado con los pedagogos de la Dirección de Psicopedagogía

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El pasado viernes 21 de febrero fui invitado a una Jornada más de trabajo con los pedagogos que forman parte de los Equipos de Intervención adscritos a la Dirección de Psicopedagogía.
La jornada de trabajo tuvo la gran ventaja de colocar en el centro de la reflexión, la práctica de intervención psicopedagógica, las condiciones institucionales de los ámbitos en donde ésta se realiza (escuelas de educación primaria y secundaria), el encuentro entre la comunidad educativa de las escuelas regulares y lo que llamaré los pedagogos en función de intervención psicopedagógica.
Lo que destaco en esta nueva oportunidad de dialogar con dichos profesionales de la intervención, es el alto nivel de disposición por aprender y buscar la mejora, el querer hacerlo acompaña al poder hacerlo junto al saber hacerlo.
La tarea psicopedagógica como otra práctica del área educativa es extenuante, se trata de estar en las escuelas, con la finalidad de ayudar a que los sujetos (sobre todo alumnos y alumnas de educación básica) le encuentren sentido a la cotidianidad escolar.
Ya Emilio Tenti Fanfani nos decía que para miles de niños y niñas latinoamericanos la escuela, es el único espacio institucional que les ofrece cobijo afectivo y contención emocional para contrarrestar los diversos riesgos de abandono familiar, de violencia social y de pobreza, no sólo material sino también cultural, dentro de la cual viven esos niños y niñas a los que nos referimos.
Para el caso nuestro, aun a estas alturas de los primeros años del siglo XXI existen infinidad de escuelas que no son capaces de mirar con buenos ojos la incorporación de equipos y de otros profesionales, que llegan a las escuelas para complementar la tarea.
Recientemente se ha reconocido que la actividad profesional de los docentes frente a grupo al lado de los equipos de apoyo es una actividad complementaria, no es que una sea mejor que la otra, sino que son diferentes. Sin embargo, cuando el psicopedagogo llega a las escuelas, éstas ya están habitadas, el lugar está ocupado por otros que llegaron antes. El arribo del psicopedagogo en algunos casos causa molestia, se le confunde con una persona que va a fiscalizar, a fisgonear, a chismear (perdón por los verbos utilizados).
Recientemente se ha demostrado que las escuelas exitosas son aquellas que son capaces de desarrollar un proyecto común que involucre a todos o a la mayoría de las personas que inciden en un ámbito escolar determinado. La sinergia institucional y el hecho de sumar esfuerzos con pocos recursos es lo las hace rentables, como un horizonte de lo que pueda pasarle a una institución escolar.
Otra distinción que se enfatizó en el citado evento, fue el hecho de que el psicopedagogo cumple la función de ser el escudo en las escuelas; las confesiones, los testimonios, las quejas e incuso las amenazas se conocen primero por la vía del psicopedagogo, porque es él o ella los que están cercanos a partir de un vínculo empático con los usuarios del servicio que ofrece la escuela.
Las tareas que siguen es buscar aliados en las escuelas y generar narrativas poniendo énfasis en las prácticas exitosas, ¿en dónde podemos encontrar prácticas exitosas de intervención psicopedagógica?, dichas prácticas se gestan y comienzan a realizarse en la Dirección de Psicopedagogía perteneciente a la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ).

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. mipreynoso@yahoo.com.mx

Comentarios
  • Gaby Arthur

    Gracias MIGUEL ÁNGEL por este seguimiento, la pedagogía debiese convertirse en el “arte de experimentar el milagro de la ciencia”. El docente a través de las preguntas de la intervención genera que el niño, por naturaleza científico, interactúe con los objetos a conocer !!!! Para ello docentes preparados son indispensables !!!! Gracias por el amor y acercamiento al personal !!!

  • miguel bazdresch

    Excelente punto Miguel Angel. ¿Consideran los colegas PsiPed a los estudiantes como los primeros aliados para su tarea? Sí los docentes tienen una chamba ingente, y los estudiantes tienen MUCHO que decir sobre esa chamba en términos de su vida en la escuela La escucha activa de los niños, niñas y jóvenes es hoy un camino indispensable de recorrer. La pedadogía actual pide reconstruirse desde el estudiante. Ellos nos deben decir que sienten, que les emociona, que les aburre, que proponen… y el sistema educativo ha de escucharlos de manera cotidiana para acercarse a ellos y entender cómo aprenden hoy. Estoy seguro de que compartimos esa preocupación.

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