Davos 2023… ¿y la educación?

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

Todos los años ocurre una reunión en la localidad de Davos, Suiza. Ahí llegan presidentes, ministros de economía, delegados especiales, empresarios con grandes riquezas y algunos profesores exquisitamente seleccionados para evitar exabruptos teóricos.
Más allá de los titulares periodísticos y en las redes digitales, lo central son los negocios, los grandes negocios y conocer las tendencias en los principales indicadores y puntos clave de la economía planetaria cuya ocurrencia, en Davos, se reputa garantizada en 99.9%. Más allá de las declaraciones optimistas o cautelosas de conferencistas y jefes de Estado, los delegados al Foro Económico Mundial en Davos 2023 se mostraron cautelosos ante la duda de sobrevivir a la crisis climática. Hay mucho trabajo por hacer en ese tema.
“Podemos llegar a 1,5 [grados de calentamiento]”, afirmó John Kerry, Enviado Presidencial Especial de EE. UU. para el Clima. “Ahora no estamos en vías de lograrlo, y no está absolutamente claro que vayamos a conseguirlo. A escala mundial, nos dirigimos hacia los 2,5 grados. Y realmente debemos darle la vuelta”. John Kerry en Davos 2023 dejó claro: “La transformación climática va a ser “la mayor” desde la revolución industrial”. “No creo que haya muchas opciones, porque la inestabilidad que seguirán creando estos impactos, la inestabilidad real para las personas, la muerte de nuestra gente y de los ecosistemas, van a mantener la presión”, afirmó por su parte Jennifer Morgan, secretaria de Estado y Enviada Especial de Alemania para la Acción Internacional por el Clima. El panel se dedicó a debatir las medidas contundentes necesarias para mantener al mundo en la senda de los objetivos e hitos de la COP28 para combatir el cambio climático (https://es.weforum.org/events/world-economic-forum-annual-meeting-2023).
Estamos ante un mundo de dichos y de casi cero decisiones y compromisos viables, fuertes y radicales contra la crisis climática.
En este contexto dominado económica y tecnológicamente por los países super- ricos, la acción de países latinoamericanos, México entre ellos, ocupan un lugar secundario y dependiente. La acción gubernamental en materia de innovación educativa es pobre y atrasada. Apenas estamos tratando, con decenas de millones de pesos, dotar de internet a todas las escuelas del país, de formar a personal educativo para utilizar los recursos digitales educacionales a fin de mejorar la capacidad de los estudiantes para descubrir, por ellos mismos las enormes posibilidades de la educación digital. No digamos de la tarea de informar a las familias de cómo tratar con esas innovaciones.
Desde luego, aun nos falta pensar en los efectos negativos del mal uso, perverso o ingenuo, de la digitalización y sus herramientas, pues se requiere de una diseminación amplia de la información pertinente y muy claridosa a fin de ser apropiada fácilmente por todas las personas no formadas en esas materias.
En Davos el pleito por los grandes negocios oscurece la acción contra la crisis climática, la más grave desde que el mundo es mundo. No alcanzó para la crisis educativa. En México, los micropleitos de todos los días nos impiden luchar y actuar con una mentalidad renovada para tener una población educada, formada, libre y comprometida con las causas de la humanidad.

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). mbazdres@iteso.mx

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