Cyrano y los idealistas, pensadores y románticos piratas

Marco Antonio González Villa*

El personaje creado para el teatro, la ópera y el cine en torno a la figura de Cyrano de Bergerac nos demostró cómo se puede inventar la imagen de una persona a través de la explotación de los recursos de otra. Su elocuencia y manejo exquisito del lenguaje del amor le permitió conseguir el corazón de una mujer para alguien más, con un rostro y un cuerpo distinto al suyo. De igual forma hizo evidente que las palabras, cuando son bien empleadas, pueden conseguir más de lo que esperamos o nos es posible.
Hoy en día internet hace las veces de Cyrano y muchas personas han empezado a crear y construir imágenes de sí inexistentes, empleando las palabras de otros con los más particulares intereses de por medio. Así podemos decir, sin temor a equivocarnos, que estamos viviendo la época en donde muchos se dedican a postear imágenes y pensamientos de manera indiscriminada, con la intención de aparentar ser algo que distan mucho de ser.
Hay, entonces, muchas personas que publican en sus estados, en sus muros o en las distintas redes sociales de otros, o le entregan proyectos a SAGARPA, o tesis a Universidades, las ideas de diferentes poetas, novelistas, revolucionarios, pensadores, académicos o de wikis, como si fueran suyas, se las apropian, y en muchas ocasiones se las dedican a un alguien con fines amorosos, para sacarle dinero al gobierno, para titularse, o para causar una buena impresión. Evidentemente todos en algún momento hemos dedicado una canción, un poema o un pensamiento no hecho por nosotros a un ser querido o apreciado, es válido e incluso puede ser considerado un lindo detalle, pero estas personas, a los que podemos llamar idealistas, pensadores o románticos piratas, es la única forma que tienen para expresar algo, por lo que jamás dicen, solamente postean o piratean lo ajeno. La crítica que les hago directamente es que, al utilizar las ideas de otro, jamás se comprometen con sus discursos ni con sus palabras.
Por eso vemos ahora en internet a muchos activistas sociales no de clóset pero sí exclusivamente de redes y con un poder de impacto social limitado, reducido solo a sus contactos y en muchas ocasiones siendo únicamente continuadores de cadenas.
En el caso de los adolescentes, y en muchas personas con inmadurez emocional, podemos entender el uso del recurso, pero eso no los hace idealistas, sabios o románticos; hay incluso casos en los que publican mensajes sin siquiera tener el conocimiento y manejo semántico de cada una de las palabras compartidas.
Lejos de ser una crítica que descalifique las acciones de muchos, la intención es provocar en todos la necesidad de escribir a título personal, comprometido con las propias ideas y/o sentimientos; que nadie tenga que usar a un Cyrano y que conquiste a los demás a través de sus palabras. ¿Qué sería de muchos sin Internet? No lo sé, me gustaría pensar que seríamos más creativos… o Cyrano seguiría obteniendo amores para otros y, con fines de lucro, dinero para sus bolsillos. Di no a la piratería; aplica ¿no?

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx