Conversamos y educamos

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

Hace unos años, en 2006, la revista de la Universidad de Chile “Cinta de Moebio, en el número 25 publicó un artículo del profesor de la Universidad Nacional de Colombia, Juan Carlos Aguirre García. Se tituló “Estatus epistemológico de la conversación y sus aportes a la práctica investigativa”. El artículo discute el poder heurístico de la conversación para considerarla una fuente información por sí misma.
Sin entrar ahora a los aportes del texto citado me interesa rescatar la ubicación de la conversación pedagógica propuesta por Aguirre. Dice: “Actualmente son muchos jóvenes y adultos que prefieren entablar relaciones a través de la red; las condiciones de una auténtica conversación parecen diluirse, perderse; …la conversación pedagógica también ha perdido su sentido. Los auténticos maestros instruían a través de la conversación con sus estudiantes, los tomaban como seres con capacidad de opinar y criticar, como partícipes en la construcción del conocimiento. Hoy, por el contrario el enseñante se deja seducir por la tentación del monólogo… ” (pág. 2, Aguirre, 2006).
Vale la pena caer en la cuenta del poco uso pedagógico que hoy se hace del diálogo en las aulas. La opresión de “acabar el programa y ver todo lo que indica” reportada con frecuencia por muchos docentes, los lleva a centrar su actividad en explicar a los estudiantes los contenidos por aprender. Otros se sienten perseguidos por el fantasma “Enlace” las pruebas de evaluación del logro escolar, pues los resultados de tales pruebas les pueden ocasionar disgustos serios. Estas presiones cuyo resultado es distanciarse de los estudiantes que no ayudan al logro educativo.
El suceso cotidiano de la conversación es mucho más poderoso para la comprensión. En 2009 el profesor chileno Marco Antonio Villalta, publicó en la revista Ensayos Pedagógicos XXXV, núm. 1, un artículo titulado “Análisis de la Conversación. Una Propuesta para el Estudio de la Interacción Didáctica en sala de clase” en el cual define así la conversación: “Se puede decir que la conversación es la acción cooperativa a través de la cual los miembros de un colectivo reducen la incertidumbre, coordinan las acciones que aseguran la convivencia, consolidando identidad y pertenencia…”. Y el lector puede observar si es o no “educar” cooperar, reducir la incertidumbre, asegurar la convivencia, identidad y pertenencia…, constitutivos de la conversación que Villalta recupera de la Teoría de la Conversación, una tradición hoy olvidada en la cotidianidad de la escuela. Otra tarea educativa pendiente.

*Profesor-investigador del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). mbazdres@iteso.mx

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