Cerrando ciclos, cerrando heridas

 en Marco Antonio González


Marco Antonio González Villa*

El año 2018 será uno de los más recordados en la historia ya que los acontecimientos políticos acontecidos en el país, que repercutirán en todos los ámbitos sociales y familiares, han sido realmente trascendentales.

El último mes nos ha permitido observar el cierre de diferentes ciclos, lo cual era totalmente necesario en algunas áreas y situaciones, que nos dan la posibilidad de creer, al menos de anhelar y suspirar, por cambios que harán que como sociedad podamos dejar atrás heridas que nos lastimaban y laceraban.

Vimos terminar con un régimen clasista que, durante décadas, poco hizo por las clases desprotegidas y en desventaja, lo cual solamente logró incrementar el número de pobres del país, sin importar que hayan inventado diferentes métodos de medición de la pobreza o nuevas clasificaciones que, sólo en el discurso o en las estadísticas, disminuían su porcentaje.

Pudimos, pese a lo apabullante de los resultados en la elección presidencial, a una oposición que fue respetuosa en la transición, lo cual es digno de resaltar, sobre todo porque tienen pocas cosas realmente que destacarles.

Vimos cerrar el ciclo de la pseudolibertad de expresión. Las televisoras abiertas históricamente habían sido cómplices, solapadoras e incluso plataforma para los partidos en el poder, sin cuestionar sus acciones salvo cuando ya por otros medios lo habían hecho de una manera tal que ya no podía ocultarse la información o era imposible no aludir a ella. Ahora desde las campañas a la presidencia hemos visto que han criticado, atacado, diferentes políticas o medidas propuestas por el ejecutivo, lo cual nos da tres opciones para pensar: o bien antes no se decía nada por miedo, dados el número de reporteros que han muerto en los últimos sexenios, o no se decía nada porque había beneficios económicos de por medio, o, la última y más deseada, se abre finalmente el micrófono a la libertad de expresión. Los partidos de oposición también han dejado atrás el servilismo, la alineación y alienación que los caracterizó por muchos años, para empezar, también, a cuestionar y criticar ¿quién lo diría?

En la parte educativa se cierra también el ciclo de la Reforma implementada por el PRIAN, que incluyó el enfoque de competencias, el desprestigio de los maestros, la evaluación docente y el Nuevo Modelo Educativo, sin embargo, aún quedan muchas dudas al respecto y no existe claridad sobre la forma en que podrán hacerse modificaciones sustanciales o marcar un rumbo claro como proyecto educativo. Esperemos que pueda cerrar bien todo.

Sin restarle importancia a lo anterior, considero que los principales ciclos que han empezado a cerrarse, y que ya han provocado reacciones y oposiciones, tiene que ver con el fin de la corrupción, del derroche de recursos, de los salarios injustificables y poco éticos de funcionarios, así como el estilo de vida en la opulencia de los gobernantes y la distribución inequitativa de la riqueza; de lograrse podrán cerrar muchas heridas y podremos empezar a sanar. Ya era justo, ¡ojalá se logren!

*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala.antonio.gonzalez@ired.unam.mx

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