USICAMM y la carrera de las maestras y los maestros. ¿Cuáles serán las novedades?

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Uno de los asuntos que recibió los mayores cuestionamientos, en las pasadas campañas electorales, fue la instancia llamada USICAMM (Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros). Debido a la excesiva burocratización de dicha instancia, a las formas injustas de repartir los puntajes y todo, al final, condicionarlo a bolsa o a los recursos financieros. En el fondo, USICAMM no logró superar los vicios de esquemas anteriores, como fue la Carrera Magisterial y el Servicio Profesional Docente.
Recuérdese que como parte del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB) firmado en mayo de 1992, se creó el esquema de carrera magisterial para incentivar el trabajo de docentes y directivos, con cinco niveles después de la plaza inicial (A, B, C, D y E); Carrera Magisterial se tornó en una verdadera carrera de obstáculos, sus modalidades de primera, segunda y tercera vertientes, para maestros frente a grupo, directivos y asesores técnico pedagógicos, durante 20 años que duró dicho esquema, éste dio lugar a amplias prácticas de corrupción solapadas o protagonizadas desde el SNTE, donde algunos funcionarios sindicales a nivel nacional se beneficiaban poniéndose los puntos que ellos querían, para sí, para sus allegados y para sus parejas.
Con la llegada del gobierno de Enrique Peña Nieto, y con la finalidad (se decía) de erradicar la venta de plazas, se anuló Carrera Magisterial y fue sustituido por un esquema llamado Carrera Docente, regulado desde el Servicio Profesional Docente (SPD), se abrieron o se flexibilizaron los perfiles para el ingreso a la carrera docente y el esquema de promoción se hizo más complejo, siguiendo igual de difícil el lograr un ascenso salarial como sucedió con el esquema anterior.
Llegamos al gobierno democrático de López Obrador, en donde se crea USICAMM con dos modalidades, el vertical y el horizontal, después de ver todo lo que implica el ingreso o la fase inicial en el sistema.
En el fondo está el debate o el dilema de cómo incentivar a los buenos maestros de los que no son tan buenos, el dilema está en la contradicción de cómo incentivar a dichos docentes.
El asunto de fondo es pensar cómo se concibe la profesionalización de los docentes y de qué manera se emprenden acciones con la finalidad de mejorar dicho esquema.
La profesionalización no se reduce al asunto del salario y en ello la pregunta central es: cómo incentivar la productividad docente, el asunto del compromiso y la responsabilidad de los docentes en el contexto en donde les toca realizar la práctica educativa.
USICAMM debe desaparecer porque es un esquema que ni es justo, ni es equitativo y que tampoco premia a las personas que debiera incentivar. Técnicamente no es fácil buscar un esquema de estímulos para el trabajo que premie a los que cumplen. Aquí tenemos una asignatura pendiente para el próximo gobierno, pensando en los docentes que cumplen con su trabajo de manera extraordinaria.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. safimel04@gmail.com

Comentarios
  • MOISES LEDEZMA RUIZ
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    Coincido totalmente. Este organismo resultó mucho peor que los anteriores

  • Maria Catalina González Pérez
    Responder

    Seguimos sin avanzar mucho en la profesionalizacion del magisterio, con opciones coherentes.

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