Resultados de la evaluación para directivos, supervisores y asesores técnico-pedagógicos
Miguel Ángel Pérez Reynoso*
Hace unos días se dieron a conocer los resultados de la reciente evaluación para ocupar cargos de supervisores, directores de escuela y asesores técnicos pedagógicos (ATP), el resultado de dicha evaluación arrojó que el 60% del personal evaluado salió como NO IDÓNEO, mientras que el 40% restante ha resultado idóneo.
Parecen muy articificuales los resultados, de una prueba sumamente extenuante la cual duró en su aplicación cerca de 8 horas efectivas frente al procesador, aquí no sólo se trata de la habilidad en el manejo de la computadora, en elegir la respuesta correcta, sino incluso según algunos testimonios de aspirantes que decían que: “las preguntas estaban muy confusas, parecía que de muchas preguntas no había respuesta posible”, “aparte de cansado enredoso, hubo muchos preguntas que no tienen respuesta”. En tener que adivinar lo que se pide o se espera sea contestado.
El periódico La Jornada del 29 de julio de 29015, pág. 6 publicó que: “La Ley General del Servicio Profesional Docente indica que en caso de no cubrirse la totalidad de vacantes con los aspirantes clasificados como idóneos, las autoridades educativas podrían designar de manera directa a quienes ocupen este cargo durante un ciclo escolar aunque deberán garantizar que cumplen con los requisitos de idoneidad”.
De nueva cuenta se dejan ver las contradicciones de la evaluación que propone la SEP e instrumenta el INEE, los aspirantes no podrán demostrar sus competencias en la acción, el llenado de bolitas evita que los aspirantes a supervisores demuestren sus capacidades para diseñar proyectos escolares de manera colaborativa, los aspirantes a dirección no podrán demostrar que pueden dirigir una escuela a partir de asumir un estilo de liderazgo incluyente y colaborativo, los aspirantes a ATP, se les negará la oportunidad de asesorar en escenarios reales sobre la base de saber acompañar de manera dinámica y eficiente a los asesorados.
La habilidad de saber llenar bolitas en una matriz de lectura óptica no permite ‘medir’ o demostrar lo que se sebe y menos aun lo que se sabe hacer.
Más que una evaluación para elegir a los mejores el INEE lo que busca a través de este modelo de evaluación es el poder justificar que el 60% que reprueba quede fuera de las oportunidades educativas.
Mientras que la SEP y el INEE se aferren a esta única vía para evaluar las capacidades, destrezas y habilidades docentes, directivas y de asesoría, seguirán los cuestionamientos a un modelo de evaluación totalmente inconsistente.
Ahora bien el INEE se ha negado a develar su vitrina metodológica de cómo le hace para evaluar y más aun se ha negado a liberar reactivos para que sean analizados por las comunidades ecdémicas.
*Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. [email protected]