Reforma a la educación Normal: un proyecto sin proyecto

 en Andrea Ramírez

Andrea Ramírez Barajas*

Una de las cosas que los dirigentes del SNTE ponen por encima de todo lo demás, en el momento de negociar con las autoridades educativas (estatales o federales) es el asunto de las escuelas Normales. Desde hace muchos años al SNTE le ha interesado sobremanera tener el control (caso absoluto de las escuelas Normales públicas en nuestra entidad y a nivel nacional.
Las 11 escuelas Normales públicas que existen en Jalisco son controladas casi en su totalidad por dirigentes del SNTE. Dicha organización sindical negocia poner directores y sub-directores que sean afines a sus posiciones y eso lo hacen a cambio de ceder otra tipo de cosas, otro tipo de posiciones, como alargar o esconder los procesos de categorización y adjudicación de horas o plazas.
Ejemplo de ello, tenemos el caso de la Escuela Normal para Educadoras de Guadalajara (ENEG), ahí, tanto la directora como el sub-director ejercen un liderazgo formal que no pesa en las decisiones y en la representatividad de dicha institución, en la realidad el liderazgo real es ejercido por una hija de un dirigente nacional del SNTE y que actualmente tiene el control de gran parte de la educación en Jalisco. Surgido de la Sección 47, su poder se nota en el control de las escuelas Normales estatales, las federalizadas (Atequiza, el CREN de Ciudad Guzmán, Colotlán y San Antonio Matute), a esas le corresponden a la Sección 16, pero también ahí hay un persona que desde hace varios periodos tiene el control de dichas escuelas.
Es por eso que cuando se habla de un intento por reformar a la educación Normal, ésta no puede avanzar si antes no se democratizan mínimamente las formas y los mecanismos para establecer la gestión y las decisiones al interior de dichas escuelas.
Después de lo anterior y en cascada se van dando las cosas, por ejemplo, para ser profesor catedrático (sic) de dichas instituciones, se ocupa el aval o el respaldo del SNTE, no median criterios académicos sino más bien las relaciones políticas, las lealtades y el palomeo por parte de los dirigentes en turno.
Hace unos meses se lanzó una convocatoria para promocionarse en dicho nivel educativo, ¿quién piensa usted que pudieron llegar a la máxima categoría?, acertó en la respuesta, sólo aquellas personas ligadas al SNTE, los que han sido dirigentes o que cuentan con el aval de algún secretario de dicha organización sindical. Los académicos comunes aun con años de experiencia, productividad, grados académicos y sobre todo entrega y prestigio profesional, ellos y ellas o no obtuvieron beneficios o sólo lograron brincar una categoría, esto no es justo pero es común en nuestro sistema. El SNTE se encarga de corromper todo y las autoridades de la SEJ le siguen el juego de la manera más amable cómplice, en esta dialéctica de la compra y venta de lealtades.
Tenemos, por último, el recién nombrado director de Normales en el estado, un personaje gris que viene de cobrar unas cuantiosas sumas de dinero por ser asesor en el congreso local, de ahí brinca a la Dirección de Normales (que no tienen más cuadros que se hagan cargo de dicha tarea), la lectura que se hace de dicha decisión tiene varios sentidos:

a) Que se trata de cuidar el changarro del SNTE como una posición de su patrimonio institucional.
b) Que el gobierno de Enrique Alfaro no tiene ni visión, ni claridad de querer hacer las cosas realmente diferentes.
c) Que se logró negociar en las altas esferas dicha posición a cambio de lealtad y apoyo político a favor del actual gobierno.

De cualquier manera, e independientemente de las buenas o malas intenciones, quien sale perdiendo es la educación de Jalisco, la eternamente derrotada educación jalisciense en este tipo de cosas.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com

Comentarios
  • Carlos Castelar Barbosa

    Bien dicho Andrea, así o más claro !

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