Reflexión sobre la muerte

 en Invitados

Eva Guzmán Guzmán*

Reflexionar sobre la muerte, en general, es un tema difícil, que pocos abordan, es algo que todo mundo quisiéramos evitar, más cuando hemos perdido a seres queridos. Por otro lado, nuestra sociedad no nos enseña a tratar el tema con naturalidad, sino con rechazo, asombro, nostalgia, miedo, incertidumbre, por ello se vuelve complejo y menos se habla o pocos hablan del tema, y muchos, cuando se tiene contacto con un ser que ha fallecido, no quieren volver a verlo, prefieren “imaginarlo como era” dicen, pero él o ella sigue siendo, pero en otro estado.
Así que, en este texto se analiza el tema en sus significado emocional, lingüístico y social o cultural de nuestra realidad mestiza, ya que en la cultura de los nativos en este territorio tiene otras acepciones.
La muerte, pero la muerte del otro, porque la nuestra no la viviremos. ¿Qué es la muerte? La muerte es la transformación del cuerpo, la trascendencia del alma, la lejanía en el tiempo del ser, su trascendencia como esencia, se vive de otra forma, porque se sigue manifestando, lo sientes, lo ves, lo vives de otra forma.
Lo vives en tu corazón, en tu experiencia, en los suspiros sin fin, que te roban el aliento y te dejan una sensación de vacío, es la incompletud, tuya no eras, eras a través del otro, el otro con su partida, se llevó parte de ti, parte de tu identidad, de tu esencia.
La muerte del otro te hace ver la esencia de la vida de forma más clara, es lo que no es, es estar un momento y no estar para siempre, es no tener nada, despojarte de todo, solo persistir en pensamientos y experiencias de otros, pero que se borran con el tiempo.
Es darte cuenta de que nada material es importante, de que sólo el tiempo es para siempre, sólo tu experiencia te agrega esencia, la compañía del otro, las muestras de cariño, los actos de amor, el reconocimiento de ti en el otro, que te da un sentido de vida, que se pierde con su partida, su partida es un dolor sin consuelo, que nadie entiende, es una impotencia de querer estar con él que ya no será jamás y no podrás verle más, pero no se va, porque crees que esta allí, en tu intimidad, y se te hace presente en ocasiones, rompiendo la soledad y la ausencia, se manifiesta en todo y tendrás otro encuentro distinto con él. Entonces, lo que verdaderamente existe es la muerte, la vida es efímera.
La vida es un reclamo de la existencia de la muerte a quien tenga que ver con su ausencia, con su partida, con su trascendencia. Es el vacío del porqué no hice, dije, estuve, no lo hice, tantas cosas, tantas omisiones, tantos significados y tantas insignificancias
Es extrañar la ausencia y reclamar su presencia, reclamar la usencia ¿por qué se fue?, ¿por qué no está?. ¿cuándo vendrá?. ¿volveré a verle?
Es reconocer los dones y virtudes el otro, pero que no entendiste, que no lo hiciste en vida. ¿Es un sin fin de preguntas de porqué se fue, porquè me dejó, porquè no me di cuenta, dónde estás? còmo te va? ¿qué haces, porqué, porqué, porqué? Preguntas que no tienen eco.
Es un adiós sin regreso, es un tormento el pensamiento, es un vacío, un sin respuestas, un sin energía, estrés, dolor, sufrimiento, una usencia de paz, de compañía, de constante sufrimiento, una agonía de vida.
¿Como enfrentar la muerte? es un sin saber, con nostalgia, con acciones sin rumbo, con llanto, con ausencias de todo, ¿con quietud con qué?
¿Es darte cuenta de que el tiempo importa, de que ese tiempo es corto, de que se va y no regresa, no llevar todo esto en la sin conciencia, reflexionar y preguntarse ¿después qué, qué hay más allá? Donde se quisiera estar en el lugar del otro, para no padecer su ausencia.
Porque el otro se ha llevado consigo parte de ti, de tu existencia, de tu esencia de tu reconocimiento, de tus atenciones, de tus diálogos, de tus sentimientos, de tus experiencias, de tus recuerdos, de tus emociones, de tus éxitos y fracasos, xxxx.
Es estar a solas con estos pensamientos y emociones y te sientes abrumada, sólo con tu soledad, con tu duelo, con el corazón roto, que nadie te entenderá jamás, porque has entrado a lo incomprensible, aborrecible, temible y muchos calificativos más, que sólo quien enfrenta este proceso podrá comprender.
Triunfó la muerte sobre la vida, con fuerza y eficacia, se lleva lo que más quiero y me deja sin esperanza, porque lo único seguro, es la muerte, aunque no nos demos cuenta, arrasa con todo y con todos.

*Profesora-investigadora del Departamento de Estudios Políticos de la UdeG. guzmaneva2@hotmail.com

Comentarios
  • Francisco Millán

    Tema difícil de abordar el que nos comunicas, somos, aquí, una síntesis viva de los que nos acompañaron y de muchos otros que nos antecedieron en el tránsito por la vida.

    Un abrazo solidario muy estimada Eva

  • Sara

    Trascendencia, transformación y sobre todo experimentar que el tiempo de calidad son conceptos que si realmente los entendiéramos nos harían vivir al máximo cada momento. Te amo, te amo y te respeto, eres un gran ser humano, un gran ejemplo a seguir ❤️

  • Ricardo Romo

    Eva, gracias por compartirnos esa experiencia tan dolorosa y, a la vez, tan sublime. Tu soledad antes era amortiguada por una soledad compartida, no tan silenciosa. Gracias por exponer tus preguntas tan hondas que calan en lo más hondo de nuestra sensibilidad. Gracias por exponerte en la intemperie de la soledad desolada, sin esperanza y cuyo sol es la noche en donde la luna se bosqueja para abrazarte. No tengo más palabras. Decirte que guardo silencio ante la situación misteriosa que es la muerte, ante el fallecimiento de un ser tan amado por ti. Te mando un fuerte abrazo compaginado con el de estas breves y humildes palabras.

  • Adriana Gallardo

    Eva, no sabía que escribías. Esto que leo es algo muy bello porque sale de tu sentir y de tu pena tan reciente. Te mando un abrazo y my admiración.

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