Recuperar los huertos escolares

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

En la mayoría de las instituciones de educación básica se ha trabajado el Plato del Buen Comer, sin embargo, iniciativas de modelos educativos anteriores como la Cooperativa y el Huerto Escolar, han sido eliminadas. Trabajar información, sin duda alguna resulta complementaria y permite al estudiantado visualizar lo que antes podría pasar desapercibido, en cambio, el trabajo en los huertos escolares permitía llevar a casa hortalizas diversas para complementar la alimentación.
Con el huerto escolar, el estudiantado se apropiaba de una parte de la escuela, la hacía suya por medio del cuidado, estar atento a todo lo que sucedía en él y, sobre todo, una parte de la escuela se llevaba a la mesa de las casas.
Conciencia ecológica, acciones concretas para complementar la alimentación en casa, sentido estético, responsabilidad compartida, disfrute social compartido, trabajo para mejorar y cambiar entornos y situaciones.
Desde la perspectiva actual se podría hablar de acciones complementarias como la composta. Todas las acciones para poder construir, mantener y disfrutar de los huertos escolares, implica conocimientos complementarios diversos que permiten una formación integral que resulta fácil de incorporar a las actividades escolares y desde la perspectiva de la NEM, a los proyectos.
Actualmente, la ANUIES a nivel nacional, desde las oficinas centrales, trabaja para arrancar un proyecto de huertos urbanos que incluye los huertos escolares y, no son los únicos, las IES en este país están impulsando iniciativas diversas que se podrían clasificar dentro de estas acciones, al igual que algunas escuelas de educación media superior y educación básica, por medio de algunos profesores, profesoras y directivos entusiastas y, sobre todo, que en algunos casos han buscado vínculos con otras instituciones.
Estas iniciativas, sin duda alguna, visualizan la importancia de los huertos escolares, ¿qué necesitan las escuelas de nivel básico para tener un huerto escolar? Entre otras recomendaciones, se podría tener:

1. Tierra. Un espacio propicio que no necesariamente estará listo para ser cultivado, hay que preparar el terreno, mejorarlo, revisar qué necesita para propiciar los cultivos.
2. Elegir qué cultivar. Revisar clima, tipo de suelo, ubicación, características del espacio y necesidades del grupo con el que se realizará el huerto, características y tipos de hortalizas.
3. Buscar aliados estratégicos. Detectar estudiantes, maestros, maestras, IES, asociaciones civiles, organizaciones, fundaciones relacionadas con el área de Ciencias Agrícolas, incluso con aquellas que ya tienen programas de huertos urbanos o escolares, para poder solicitar apoyos de orientación y en ciertos casos, incluso de recursos o insumos.
4. Involucrar e informar. A los actores involucrados informarlos e involucrarlos en el huerto.
5. Continuidad. Mantener el huerto por varias generaciones, permitirá ir generando una cultura escolar donde el huerto ocupe un lugar importante.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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