Recrea para docentes ¿espacio de capacitación y mejora de la práctica o de legitimidad política?

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

En el bello libro “La enseñanza y los profesores” que Editorial Paidós editó hace algunos años en tres tomos, en el tercero coordinado por Merlin Carl Whitrock, se habla del pensamiento docente. Whitrock afirmaba que los docentes realizan su práctica educativa con tres atributos: en la soledad, en el aislamiento y en la inmediatez. De esta manera, la generación tanto de hallazgos de investigación como de propuestas de intervención han enfatizado en la necesidad de espacios que garanticen el diálogo entre pares docentes. Se trata de que los docentes a través del uso de la palabra (de su palabra) narren lo que sucede con su persona en situación de desempeño profesional de práctica educativa.
Cuando los docentes hablan, platican o narran acerca de algunas situaciones ligadas de su práctica docente, lo hacen a partir de colocar la mirada en los problemas, en lo que falta, en lo que no hay, en lo que no funciona, en las inconsistencias que detectan con los alumnos a su cargo; son muy pocos los relatos de prácticas exitosas y son todavía más escasos los relatos que algún docente que haga referencia a citar a sus pares docentes.
Cuando se habla de la práctica docente, se habla en primera persona y ello obliga a tender puentes para conectarse con los pares docentes y después de hablar se trata de pasar a la escucha. Los encuentros y des-encuentros de docentes son mediados en torno a la reflexión de la práctica que realizan son espacios especialmente sugerentes. Sin embrago, en muchas ocasiones, dicho espacio queda interrumpido por la invasión del discurso institucional que prefiere la prescripción a la descripción, por prescripción entiendo a la obligación de cumplir con lo marcado normativamente aquí gana el deber ser por encima del ser.
La pasada jornada de Recrea Academic hace converger o coincidir a docentes en servicio, y repito lo que se decía de la evaluación docente “eventos sí, pero no así”, no es a partir de eventos fugaces, maratónicos, fastuosos como los docentes platicarán y pensarán en torno a las necesidades de su práctica educativa que realizan.
La creación de espacios de encuentro y reflexión docente deben ser diferentes, pensados e instalados bajo una lógica que haga prevalecer la detección de problemáticas y el diseño de formas colecticas y colaborativas para el diseño de alternativas. Un discurso construido por docentes al lado de otros docentes es especialmente significativo, de ello son muy pocos los libros que recuperan las voces y el sentido de las propuestas que surgen desde el corazón de la práctica de los educadores. Uno pensaría que para eso son este tipo de eventos, pero tampoco es así. De nuevo prevalece la racionalidad política sobre el corpus académico de las intenciones.
Como parte de la cultura pedagógica de los docentes en nuestro entorno, no está muy arraigado el arte de coincidir con los pares para platicar de muchas cosas, incluso de educación, lo que decía Whitrock de la soledad, el aislamiento y la inmediatez, sigue prevaleciendo en nuestra tradición pedagógica.
Al interior de los programas que oferta la Universidad Pedagógica en el estado, se tiene desde hace muchos años esta tradición de acercar a los docentes a que piensen y hablen de su práctica al lado de otros docentes, antes se hacía en los programas de licenciatura de nivelación, hoy sucede en los posgrados, cuando los docentes junto con el estudio y la formación teórico–metodológica aprender a pensar su práctica y a mirar las oportunidades para la mejora, respetando el contexto y aprendiendo a visibilizar y a humanizar a los alumnos a su cargo.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar