¿Quién asiste a los Consejos Técnicos Escolares?

 en Luis Christian Velázquez Magallanes

Luis Christian Velázquez Magallanes*

Los Consejos Técnicos Escolares (CTE) se definen como espacios de reflexión donde los responsables del servicio en las escuelas de los niveles básicos, en pleno uso de sus facultades teóricas y mentales… bueno… eso queremos creer, diseñan estrategias y analizan los resultados obtenidos a partir de los indicadores de logro establecidos en su programa escolar de mejora, o en su plan anual de trabajo o el nombre que en ese momento le pongan a los planes de trabajo escolar las autoridades por moda o por haber leído a los expertos educativos de otras latitudes.

Los famosos CTE, según su aparición en el calendario escolar, tienen objetivos muy concretos. La Fase Intensiva se refiere a la semana previa al inicio de las clases, en donde se analizan los resultados del año anterior para proyectar el siguiente. En la fase intensiva se enriquecen las herramientas que permitirán obtener datos cruciales para comprender el entorno en el que está la escuela. La comprensión de esa realidad específica posibilita diseños eficaces para el proceso de enseñanza-aprendizaje. John Locke demostró que el conocimiento no surge de la nada, es importante reconocer las ideas adquiridas mediante la experiencia para comprender las causas del comportamiento. Aún así, hay quien no tiene interés por comprender la realidad del lugar en donde se encuentra su centro de trabajo.

Las sesiones ordinarias son ocho y se calendarizan al final del mes. La temática determina si son autogestivas o de interés nacional; las sesiones con temática nacional abordan temas importantes para consolidar o fortalecer el modelo educativo del Estado, en cambio, las autogestivas abordan temas o problemas propios de cada escuela.

El consejo técnico, en esencia, quiere construir un modelo de escuela en donde las decisiones y las directrices que marcan el rumbo son diseñadas y creadas por todos los involucrados; el Consejo Técnico escolar, por tanto, es la organización, dentro de la escuela, que simboliza su democratización. Aunque a los que ostentan los cargos directivos no les agrade tanto la idea porque se interpreta como pérdida de poder. Deberían decirles que no se trata de poder, el director debe velar por un modelo educativo en donde se priorice el interés superior de la niñez.

Las redes sociales han inundado todos los aspectos de nuestra cotidianidad y eso está bien, pero, quizá deberíamos preguntar cómo se están usando en el abordaje de temas relevantes. ¿Por qué la educación y sus procesos ameritan las burlas desagradables disfrazadas de memes por influencers que poco abonan a la mejora del sistema educativo mexicano o a su debate?

La caricaturización y burla de los modelos educativos no se debe, únicamente, a sus chisteros, también se origina por la actitud irresponsable y por la poca ética profesional de quien asiste a los CTE.

En este sentido, haremos una breve descripción de aquellos que, a pesar de ostentar un nombramiento y un deber profesional, por sus formas y actos, más que educadores se presentan como mercenarios de la educación; estos personajes son como una especie de antihéroes porque dañan más de lo que forman. Son los deformadores de la niñez, no conocen y omiten que su práctica debe procurar el interés superior de nuestras niñas, niños y adolescentes. Como diría Serrat, entre estos tipos y yo hay algo personal.

  • Supervisor Pétalo: Ostenta el cargo y habla sobre la necesidad de adecuar y modernizar los procesos a la luz de las neurociencias y ciencias de la conducta, pero sus anécdotas y ejemplos son tradicionalistas y sus observaciones se basan en un enfoque de formación severamente conductista. Los ejemplos y casos que usa en las reuniones o sus observaciones pertenecen a hechos de un pasado que no regresará. No se le cuestiona porque es dar pie a un discurso peor.
  • Director Acuático Emprendedor: no se considera administrador de un centro escolar, se percibe como jefe y dueño de su escuela; sus prácticas se asemejan al nado de muertito porque permite que la corriente y los lineamientos le digan qué hacer, no innova y no tiene un interés genuino por su comunidad; su atención se centra en organizar eventos que envuelve como necesidades educativas, pero, en realidad, importan por sus ganancias. Los únicos problemas que atiende son los que le pueden perjudicar.
  • Coordinadores del vacío: en la mayoría de los casos son docentes comisionados a un cargo que, tenemos que decirlo, no cumplen porque no les interesa profundizar o adquirir herramientas metodológicas, organizacionales y sociales para diseñar y construir un proyecto de alto nivel académico o formativo. Suplen sus carencias hablando bien o mal de los docentes a partir de las filias o desencuentros y, la mayor parte de la jornada escolar, están frente a un monitor o sus notas perdidos en el vacío.
  • Prefectura policial a la moda. La mayoría de las plazas de prefectura fueron otorgadas por el sindicato o por la autoridad educativa por acuerdos o convenios políticos y, quizá desde ahí, podamos entender por qué carece de un perfil profesional y acorde a las necesidades educativas y formativas de los estudiantes. El prefecto de esta caracterización está más preocupado por verse bien y salvar las apariencias, pero no está interesado en abonar o participar en la consolidación de un proyecto formativo. Es solo su ser y salir al día sin incidentes que lo puedan perjudicar.
  • La Perseguidora Social. La categoría de Trabajadora Social es una parte crucial en la adquisición de datos que permitan la comprensión integral de las conductas de los alumnos, pero, ¿qué ocurre si el enfoque no es para formar sino para juntar evidencias que permitan la separación de los alumnos en las escuelas? La Perseguidora Social olvidó el enfoque de su labor y se dedica a perseguir a los alumnos que son catalogados como problemas o perjudiciales para la comunidad escolar. Acude al CTE sin ninguna idea constructiva y solo habla cuando se cuestiona o se solicita información sobre alumnos específicos.
  • El Rábano Sindicalista. Forma parte de la estructura escolar, pero por poco talento y muchas habilidades de persuasión ha logrado mantenerse en la estructura delegacional de las escuelas. No tiene la más mínima idea de lo que es la defensa de los derechos laborales, pero está ahí porque aspira a ascender por medio de favores sindicales. Es un rábano porque se presenta como sindicalista -rojo por fuera- pero por dentro es muy transparente en su deseo de aprovecharse o pisar a los demás para lograr sus metas. No se presentan a los Consejos porque tiene muchos asuntos intergalácticos que atender en el sindicato.
  • La Pinturitas. Es la típica maestra que acude al consejo técnico para acicalarse porque es viernesito y tiene que atender los asuntos sociales programados. No aparta nada al CTE y se la pasa hablando con sus compañeros sobre los planes del día y a todo dice que sí para desocuparse pronto.
  • El Chistecitos. Es el maestro que está expectante a las pifias o eventos que le permiten hacer bromas o plantear situaciones cómicas. Cuando se trata de reflexionar o abonar, delata que las bromas las usa para no demostrar su poca capacidad analítica y para proponer mejoras sustanciales a la escuela.
  • El Sabelotodo. Es el docente que se presenta como un conocedor de todos los elementos del plan de estudios vigente y maneja las teorías educativas en boga, pero nada de lo que dice ocurre en sus clases.
  • El Frustrado. Tiene entre 20 y 30 años de servicio y se justifica diciendo que en su trayecto profesional ha visto pasar miles de reformas, todas se presentan como la solución a los problemas, pero terminan siendo fiascos. Piensa más en los días que faltan para irse que en establecer compromisos de mejora.
  • El Lambiscón. Está destinado a apoyar y a fungir como porrista de cualquier medida o acción que promueva el director y, sus actos no están mal, el problema es que apoya sin cuestionar o validar las acciones que promueven sus autoridades. Son incondicionales porque han desarrollado un esquema en donde apoyan porque consiguen cosas. Es uno de los más perjudiciales porque se multiplican como Gizmo y cuando denuncias su mezquindad se enojan como Gremlin.
  • El Pedagogo Marxista. Interpreta los problemas de las escuelas, tanto académicos como de conducta, como la eterna lucha de clases sociales; pretende ser revolucionario y transformador, pero no logra impactar a los alumnos con sus anacronismos y visiones alejadas de la realidad. Se explica el poco interés de sus educandos porque dice que están enajenados.

Indubitablemente, la lista pudiera completarse y agregar a más personajes que, aun cuando tienen un deber crucial en la formación y desarrollo de educandos, no asumen ya sea desde el deber ser o la ética profesional su responsabilidad. Ya lo decía el tío de Peter Parker: un poder conlleva una gran responsabilidad.

Mientras tanto, queda revisar hasta dónde en nuestro quehacer docente, en algún momento, hemos caído o estuvimos tentados por alguna de las características de esos antihéroes, porque a veces es importante frenar para revisar lo que hacemos desde nuestra trinchera.

*Licenciado en Filosofía. Profesor en la Escuela Secundaria General 59 “Francisco Márquez”. [email protected]

Comentarios
  • Oscar perez

    Cuanto nos falta en algunos centros de trabajo para lograr ser un verdadero colectivo de trabajo, ya que en muchos estamos plagados de estos personajes.

    • Cesar Mendoza

      En el concepto lambiscon, la última palabra está mal, no es gremblin, lo correcto es gremlin.
      antes de publicar/ criticar debes revisar lo que publicas.
      y tú ¿en cuál concepto te ubicas?

      • Luis Christian Velázquez

        Agradezco tus observaciones. Tienes razón antes de publicar debemos revisar los textos por ello, me parece que cuando escribes lambiscón omitiste su tilde. También es importante recordar que después de un punto debemos iniciar el siguiente vocablo con mayúsculas. Pero, ayende las correcciones ortográficas, el texto busca dos cosas, la reflexión sobre lo que en la realidad hacemos en los CTE y describir cómo, en muchos casos, existen actitudes que no abonan a la mejora del servicio educativo de quienes debemos construir una mejor escuela.

        Por otra parte, todos en algún momento, quizá por monotonía o por libre elección hemos abrazado las actitudes de los antihéroes descritos.

        La teleología de lo que escribo no es la crítica burda y sin sentido. Ya lo dijo el filósofo argentino Ricardo Antonio La Volpe, destruir todos, construir pocos. Abrazo fraterno.

    • Edith Galindo

      Éste artículo tan completo e ilustrativo reviste una realidad innegable y más que obvio más de alguno de e identificarse con uno o varios personajes.

      Yo no participo de esas reuniones, pues el nivel en que me desenvuelvo es el nivel superior.
      Pero bien vale la pena compartir éste importante artículo con los estudiantes Universitarios, pues justo se preparan para la docencia del nivel básico.
      ¡Felicidades por tan brillante trabajo narrativo!

  • Profr. Álvaro de Santos Ávila

    No pudo ser más detallado el análisis de lo que se vive en las entrañas de un cte y sus personajes… Excelente escrito Sensei…

  • Rigel Ku

    La verdad y nada más que la verdad, excelente post hermano. Muy certero en las críticas, como siempre hay sus excepciones pero son pocas.

    • Sonia Mota

      Excelente reflexión, 😜 a cuantos identificamos

  • RUTH CID

    JAJAJAJA Me encanto…. bueno tengo sentimientos encontrados, por una parte se me hizo muy gracioso como los describes pero por otro lado es triste que el motivo principal del CTE no sea la mejora del sistema educativo o parar el acoso escolar como tantos temas que se pudieran abordar para analizar el comportamiento de los alumnos, tener empatía por cada uno de ellos y ver de que manera les pudiéramos apoyar para su mejor desarrollo en lo académico pero también en lo personal, debemos de tener en cuenta que aunque suene cliché, son el futuro del país y de mundo entero.

  • K Carrillo

    Es un excelente texto, aunque por otro lado, es preocupante el hecho de que el mundo está evolucionando y la mayoría de los planes de estudios son los mismos que hace varios años atrás, al igual que son enseñados con las mismas técnicas. Es triste que teniendo un espacio para verdaderamente hacer un cambio, se esté desaprovechando.

  • Ramón

    Es una verga profe siga haci

  • Matei

    Siga así profe lo amo atte mateo

  • Jacks

    Muy cierta la crítica maestro , tristemente pareciera una obra teatral , dónde todos son personajes en muchas ocasiones tal cual con guiones ya aprendidos y que honestamente este tipo de “obras” se realizan en escuelas privadas y públicas.
    Desafortunadamente hay muchos docentes que no tienen la vocación y la pasión por enseñar y a mi opinión desde ahí radica el principal problema , si solo van por convivir o para que les paguen , difícilmente se involucran en desiciones de mejora y eso da paso a cubrir todos los roles que usted describe .

  • George

    Que pena que en muchas instituciones existan este tipo de personajes que en ocasiones una sola persona lleva varios de estos conceptos cargando y perjudicando a la población estudiantil, hacen pensar, que todos o muchos que se dedican al magisterio lo hicieran porque encontraron un nicho donde se gana bien, se tienen muchos privilegios, muchas vacaciones y prestaciones excelentes… Y dejan de lado la educación . Pero también creo que hay muchos pero muchos docentes y directivos que ven y velan por la mejora educativa, pero el sistema opaca su buena voluntad.

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