Propósito de Año Nuevo: No olvidar

 en Adriana Piedad

Adriana Piedad García Herrera*

El final del año 2022 fue diferente, como todos los demás, pero el fin de año 2022 fue por mucho especial, nos volvimos a reunir en familia y en una reunión de carne y hueso. Después de un año 2020 en encierro y un 2021 híbrido todo va volviendo a la normalidad, vamos regresando a los encuentros presenciales, al saludo de mano, los abrazos y los besos, ese contacto humano que tanto extrañábamos y que tanta falta nos hacía. Todo vuelve a la normalidad, la pandemia puede quedar en el pasado remoto y con ello el riesgo de olvidar.
“Ya ni me quiero acordar”, el problema es que en la medida en que va pasando el tiempo y la normalidad regresa a nuestra vida tendemos a olvidar, pero, así como los eventos bélicos se tienen que mantener en la memoria para que no vuelvan a suceder, nuestra experiencia de vida durante la pandemia no la podemos olvidar. No sólo por la pérdida de seres queridos en estos tres últimos años, o porque nos dio Covid y padecimos un doble encierro por miedo al contagio; no podemos olvidar porque fueron años de sobrevivencia que nos han dejado un legado.
Deseo en este 2023 mantener vivos los aprendizajes que nos dejó la pandemia, no sólo en el ámbito de la salud que parece ser el más obvio, porque hay que seguir con el lavado de manos constante, seguir cubriendo boca y nariz con la parte interna del brazo en el momento de toser o de estornudar; esas son medidas de salud que no podemos olvidar, y que nunca perderán su vigencia, pero parece que cada vez más van pasando al olvido.
En el ámbito educativo, deseo en este 2023 retomar todas las ventajas que descubrimos del trabajo a distancia, de los encuentros vía remota con especialistas y de los eventos en línea que enriquecieron el encierro como nunca antes, y que corren el riesgo de desaparecer de nuestra agenda de actividades por el regreso de tiempo completo y presencial a las aulas y las escuelas. Deseo que en 2023 se encuentren las opciones híbridas más adecuadas para seguir trabajando en conjunto con las comunidades educativas lejanas geográficamente, pero cercanas en intereses y propósitos educativos.
También deseo que en este 2023 se mantenga presente la necesidad afectiva de cercanía y contacto emocional con nuestra familia, pero también con nuestros alumnos y nuestros compañeros de trabajo. La pandemia visibilizó muchas situaciones de conflicto que pueden volver a esconderse, pero que siguen ahí latentes y no las podemos olvidar. Deseo que en este 2023 se tengan presentes las situaciones de conflicto que es urgente atender y que no pasen al olvido por el hecho de no verlas.
El cierre del año es una oportunidad para iniciar el 2023 con nuevos propósitos, expectativas, planes y también ilusiones, pero especialmente el deseo de no olvidar los años que vivimos en pandemia y el aprendizaje que obtuvimos de ellos. Feliz 2023 a lectores y colaboradores de Educ@rnos; gracias Jaime por la oportunidad.

*Doctora en educación. Catedrática de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Jalisco. adrianapiedad.garcia@bycenj.edu.mx

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