Promotores de lectura en son de paz

 en Graciela Soto

Graciela Soto Martínez*

Desde la infancia leí y escuché con asombro sobre la FIL de Guadalajara,
una feria mítica, una leyenda muy viva…
la fiesta alcanza una fabulosa escala internacional,
atrae a toda la familia lectora en español,
y también a quienes sostienen la creatividad desde la promoción de la lectura,
las librerías, las bibliotecas, la edición y la escritura.
Irene Vallejo

Ser promotor de lectura y profesor es casi un sinónimo, la enseñanza lleva en sí el acto de compartir, de acompañar al otro en el conocimiento del mundo y de sí mismo, la lectura es un medio y a la vez un fin, bien universal y trasversal. En todos los cambios sociales y reformas educativas ha estado presente el libro y la lectura.
Este año ha tenido lugar el Vigésimo Encuentro Promotores de Lectura, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en un ambiente polémico que refleja el momento político social que vive el país y el estado de Jalisco, donde pareciera que a muchos ciudadanos les falta leer libros sobre la otredad, el respeto, la diversidad, las luchas de poder, la reproducción, violencia simbólica, empatía y otros temas relacionados con cultura de paz.
La primera vez que asistí al Encuentro de Promotores fue por una beca que se entregaba al Programa Nacional de Lectura con su representación en la Secretaría de Educación Jalisco, a cargo el maestro Pablo Ontiveros y un equipo que coordinaban los trabajos en esta área, fue en 2013, los años siguientes fue por cuenta propia la participación. Al encuentro asisten escritores de talla internacional y promotores de lectura que tienen este particular encargo que parece un don o una especie de misión.
Este año el tema del encuentro es “Libros por la paz” por ello la contribución de los escritores-expositores se centra en compartir sus experiencias para combatir la violencia, la de todo tipo, cada uno a su manera. La palabra paz, señala Vallejo, que se relaciona con la de página y con la de pacto, sus etimologías son comunes, como los fines que tienen. Los títulos de las conferencias lo ilustran “Armada de libros hasta los dientes, te declaro la paz” (Adelaida Nieto) o “Literatura, terreno fértil para la cultura de paz” (Rodrigo Morlesín).
Irene Vallejo, la autora de El infinito en un junco (2019) narra y describe exquisitos pasajes de la historia de la escritura y de las bibliotecas, este año distinguida con la medalla Carlos Fuentes, abrió el encuentro de los promotores, habló de la paz desde una experiencia de acoso que vivió durante su etapa escolar, donde era penado decir lo que pasaba en el recreo o durante los momentos difíciles, ser chivato o soplón era lo peor de lo peor, la manifestación del rechazo total, por eso aguantó y calló, los moretones, decía que eran caídas o golpes dados por accidente, las prendas que le quitaban, expresaba no recordar lo que pasaba con ellas, ese silencio se ha transformado ahora en escritura, que es la manera de hablar, de decir lo que pasa, que en ese momento no tenía las herramientas pero que la escuela y la educación son justo eso, medios para hablar, para escribir lo que nos sucede, es la tardía rebelión del silencio. Esta escritora arma su investigación y la narrativa a través de pequeños ensayos, lo hace en tiempos difíciles del nacimiento y hospitalización de su hijo, la escritura será para ella un refugio, un momento de paz, de fortaleza, el tiempo de descanso lo aprovecha para escribir. Su libro es uno de los más vendidos de editorial Planeta.
Durante este encuentro Adelaida Nieto narra su experiencia como promotora de lectura y de paz, ella es originaria de Colombia y crece en este ambiente de confrontaciones, de desaparecidos, de muerte de personas cercanas, colabora en el Ministerio de Cultura, tuvieron conocimiento de un grupo de desplazados, principalmente mujeres, personas de la tercera edad y niños, a sus familias les arrebataron sus tierras a golpe de armas, con bombas, matando a quien se resistiera, se fueron a un lugar marginado, a una periferia, junto a un basurero y depósito de desechos tóxicos, el nombre de la comunidad es Nelson Mandela. Desarrollaron el proyecto titulado Libros Vivos, con el fin de llevar cultura de transformación a los despojados, se realizaría con fondos del gobierno, contactaron al líder, pero no les creían, pensaban que era una trampa o un engaño. Fue toda una hazaña lograr esos fondos, cumplir los tiempos, cuando por fin estaban trabajando los equipos interdisciplinarios los alumnos se desmayaban y el médico dijo que era por hambre, entonces la prioridad fueron alimentos junto con los libros, con desayunos escolares en un lugar que no había escuela.
Otra experiencia acontece en las cárceles de Costa Rica donde llevaron libros para que acompañaran a los presos durante la pandemia, en la cual no recibían visitas por los contagios, el proyecto titulado “Llegar sin entrar” atravesó grandes obstáculos, su selección de libros fueron El Principito, El monje vietnamita, Autoliberación interior y el canto del pájaro, 100 sonetos de amor y una canción desesperada entre otros que conformaron un paquete de 40 libros que llegaron a 14 prisiones.
Al cierre del encuentro, Fanuel Hanán Díaz, escritor venezonalo habla de la literatura como un territorio para la empatía, esa capacidad de ponerse en los zapatos del otro, es una conexión con el otro, con el mundo y consigo mismo, con la lectura del libro “La noche más noche” de Sergio Andricaín le da voz a un niño que tiene que migrar con sus padres atravesando el océano, que se traga a su padre en medio de la oscuridad, en la migración forzada que provoca el hambre, conmovedora historia para visibilizar este fenómeno, exponiendo la necesidad de fomentar la empatía como un recurso para la paz.
La experiencia de México y de Jalisco se expone por los asistentes, es una promotora de lectura en Durango que cuenta del verbo “contar historias” y “contar contigo” su experiencia en un centro de recuperación de adicciones, de acercarse a los jóvenes que están luchando por dejar el consumo de drogas, quienes han dejado todo por la adicción y ahora tratan de dejarla para recuperar (se), ella les acompaña, acerca libros, escucha, le dicen maestra, aunque su profesión sea otra. En Jalisco, una participante expresa la necesidad de construir un proyecto de paz en las comunidades donde la violencia es frecuente y se expresa de diferentes maneras.
Este encuentro plantea retos para continuar promoviendo la lectura, no la impuesta que esa sólo se encamina al rechazo por estar relacionada con “la tarea” sino la lectura que genera gozo y placer, la lectura que te hace pensar y desarrollar el pensamiento crítico, la expresión de las ideas, la defensa de la libertad.
El otro reto es promover la escritura, esa que sale del interior de las personas, la que sana el alma y el cuerpo cuando se dice lo que se trae muy dentro, escritura de la cotidianeidad y de lo extraordinario, de lo que sabe y de lo que se desconoce e investiga, del contexto cercano y de lo lejano, de la vida, de esa, la única que tenemos.

*Doctora en Educación. Jefa de Sector de Educación Preescolar en la SEJ. grace-soto@supervisores.sej.gob.mx

Comentarios
  • Prof. Antonio Cruz Galván

    Excelente iniciativa y experiencia de vida… Cada lugar ( persona ) necesita una pequeña oportunidad en donde pueda iniciar la aventura de la lectura y escritura sin fin… Donde exprese su lucha y recorrido… Su avance y retroceso… Su triunfo y fracaso… Su encuentro y soledad… Es una genialidad el poder conocer sin estar … Y quien logra llevarte a inimagibles lugares sin moverte del lugar es un promotor de paz…

  • Prof. Estefanía Fernández Rabanetti

    Maravilloso. Los libros fueron mi refugio también. Espero poder transmitir paz a través de la lectura. “Contar contigo”, qué bello.

  • Carmen Pachas Piélago

    Libros por La Paz. Creo que este título es el perfecto para el XX Encuentro de Promotores de Lectura en la #FilGuadalajara2022. Los temas abordados y descritos al detalle por mi querida Grace Soto nos dan el marco perfecto para que los promotores de lectura y su entorno seamos promotores del cambio en nuestras respectivas sociedades. La Paz es acción y nuestra misión es transformar a través de las historias. Soy investigadora peruana, escritora y gestora del patrimonio del Perú Antiguo. Transmito los saberes ancestrales a través de mis cuentos y traslado a niñas y niños en un viaje mágico al pasado al mismo lugar donde estos pudieron ocurrir. Se conectan con nuestra identidad, descubren sus talentos, desarrollan su pensamiento crítico, creatividad y consciencia de su propia complementariedad para construir un mundo mejor. Es la 2da vez que participo en este maravilloso encuentro del que aprendo tanto y veo la forma de implantar en mi actuar diario. Gracias Grace por compartir este espacio, por tu sencillez y por ser una excelente persona. Seguiremos plasmando nuestros sueños en pro de una niñez que pronto serán ciudadanos más humanos, respetuosos de la Naturaleza y conscientes de ser parte de ella y no sus dueños. Por una cultura de paz con acciones que nos hagan mejores seres humanos!

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