Prometer no empobrece

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Estar en campaña política es como vivir en un mundo inexistente, un mundo deseable y soñado desde la perspectiva de los personajes que quieren gobernar a través del voto, habrá unas promesas que lleguen a materializarse y otras que queden en simples intenciones, el tiempo nos lo ha hecho saber que así ha sido, algunas de ellas son contrarias a lo que se prometió una vez en el gobierno.
El tema educativo no ha sido la excepción, hoy en día escuchamos a quienes hablan de dar continuidad a proyectos como Recrea en Jalisco y la Nueva Escuela Mexicana desde la federación, otros más hablan de la desaparición de lo mismos y, los menos, de rescatar las cosas positivas y eliminar aquellas situaciones y realidades que no funcionan o no han dado resultados.
De entre tantas promesas dichas la semana pasada, llama la atención lo que Xóchitl Gálvez propuso y lo que Jorge Álvarez Máynez replicó o a la inversa y esto tiene que ver con el papel que le quieren dar a las universidades e instituciones de educación superior, lo cual tiene que ver con becas o apoyos educativos para que aquellos estudiantes que no tengan cupo en las universidades públicas, el estado lo resuelva con el pago de colegiaturas en la educación privada, a decir de estos personajes se habla de una población aproximada de 1 millón de estudiantes que serían arropados por las universidades privadas.
Visto así y tomando una media entre la colegiatura que cobra una universidad privada de alto rango, la Universidad Panamericana por ejemplo (por aquello de las instalaciones y la cobertura) y una universidad de cochera (de esas que sólo tienen lo básico y suelen rentar bodegas para acondicionarlas), en la primera una colegiatura ronda los 100 mil pesos por semestre sin contar la inscripción que es de otro tanto y, en la otra 25 mil; en promedio hablaríamos de 62.5 mil pesos por estudiante por semestre y 125 mil al año, multiplicados por un millón de alumnos previstos (según la promesa de campaña) entonces estaríamos hablando de alrededor de 125 mil millones de pesos al año, esta cifra de dinero equivale al 1.3 del presupuesto anual de las tres universidades más grandes de México (la UNAM, el IPN y la UdeG) juntas y que es de casi 90 mil millones de pesos, las cuales atienden a casi 613 mil estudiantes, 400 mil menos del millón previsto por los candidatos que lo proponen.
Promesas de esta naturaleza, si bien, son interesantes para poder atender la cobertura de la educación superior en México, también dejan ver la falta de lógica y hasta la ignorancia, no sólo de lo que implica un presupuesto de esta naturaleza, sino de la carencia presupuestal que las universidades públicas y las demás instituciones de educación superior (universidades tecnológicas, escuelas Normales, los CAM, la Universidad Pedagógica Nacional y demás) han tenido a lo largo de los años, principalmente de 1970 a la fecha.
Para efectos de reactivación, modernización y poder garantizar la cobertura de la educación superior en México, es más viable inyectar presupuesto a las instituciones ya existentes, sobre todo, porque una medida como la planteada por los candidatos señalados no ayuda en mucho más allá de regalarle dinero a la educación privada.
Es momento de poner en la mesa de las propuestas y discusiones, la realidad de la educación superior pública y poder encontrar salidas viables para hacerlas competitivas y generadoras de los recursos humanos que se requieren para este país, además de poder garantizar el derecho que todos los mexicanos tienen para educarse desde el preescolar hasta la universidad en las escuelas públicas y de manera gratuita, en tanto, es en este momento (y no en otro) poder visibilizar esta problemática ya que los candidatos escuchan cuantas ideas les acercan y, de convencerlos, pasan a formar parte de sus discursos y propuestas, aunque lo difícil es que las lleven a la práctica. Mientras eso sucede, sigamos divirtiéndonos con cuantos discursos escuchamos de los candidatos para arreglar el mundo de la educación.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

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