Prevención y manejo de crisis… en un día virtual

 en Gildardo Meda Amaral

Gildardo Meda Amaral*

¿Qué hubiera pasado si la lucha entre el Estado y el crimen organizado, del pasado jueves 1 de mayo hubiera sido en un día laboral y escolar habitual?
Existe una corriente de la historia, conocida como la historia virtual, en la que Niall Ferguson es su principal exponente (Historia Virtual ¿Qué hubiera pasado si…?, Taurus, 1997). Su principal pretensión es responder a preguntas que tienen que ver con el devenir histórico, pero con lo que hubiera pasado, por ejemplo, ¿si la Independencia Americana no hubiera tenido lugar? ¿…si Alemania hubiera invadido Gran Bretaña en mayo de 1940? ¿…si John F. Kennedy hubiera sobrevivido después del atentado que le segó la vida? La mayoría de los historiadores se niegan a contestar esas preguntas, sobre todo porque argumentan estar bastante enfrascados en dilucidar lo que sí verdaderamente pasó, como para entrar al terreno de las especulaciones. Pero responder a esas interrogantes no es cuestión ociosa, sobre todo porque las posibles respuestas nos ayudarían a una mejor comprensión del fenómeno.
Se imagina a los trabajadores y empleados no poder llegar ese día a sus centros de trabajo; a los choferes y automovilistas hacer de las calles de la ciudad enormes estacionamientos, ya que no habría certeza de que unas cuadras adelante se toparan con un bloqueo; pero sobre todo a los padres de familia vivir horas de incertidumbre por no saber si en la psicosis colectiva que se genera, sus hijos viven en condiciones seguras dentro de los edificios escolares; a los mismos maestros, quienes algunos de ellos tienen a sus hijos en otras escuelas, vivir momentos de zozobra tratando de proteger a sus alumnos, pero pensando en cómo la estarán pasando sus hijos. Indiscutiblemente que las repercusiones de esos hechos de terror hubieran sido mayores.
15 muertos, 8 de ellos supuestamente pertenecientes al crimen organizado, 6 militares y un elemento de la Fiscalía del Estado; el derribo de un helicóptero militar que transportaba 21 personas; 39 bloqueos en simultáneo, en 25 municipios distintos; terror impresionante por doquier fue el saldo reconocido del aciago Día del Trabajo de 2015 en Jalisco, Colima, Guanajuato y Michoacán, provocadas por la acción de un poderosísimo cartel de la droga conocido como Jalisco Nueva Generación o los “Cuinis” que, de acuerdo con información de Ricardo Raphael, es señalado por la DEA no como un cártel más, sino de la organización criminal mexicana más rica del mundo. Con un poderío equiparable al que tuvo en su momento el colombiano Pablo Escobar Gaviria.
Ese día no dejábamos de sorprendernos por las acciones de este cártel, con una quema de bancos por aquí, de locales comerciales por allá, de gasolineras y vehículos por acullá. En fin, cuando pensábamos que ya habíamos vivido todo, enterarnos por los medios o por las redes sociales de un nuevo hecho hacía que nuestro asombro y temor creciera.
Comprender lo que pasó ese día es materia de autoridades, reporteros y editorialistas en sus múltiples averiguaciones y notas. Pensar en lo que hubiera pasado nos ayudará a prevenir situaciones de manejo inapropiado de crisis ante situaciones de riesgo en los centros escolares y a que las autoridades educativas implementen acciones de capacitación a educadores, padres de familia y escolares, contenidas en un protocolo o manual de actuación ante situaciones conflictivas. Sobre todo, para evitar que el futuro nos alcance y tengamos que lamentar saldos peores.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Tlaquepaque. gildardo.meda@upngdl.mx

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