Por una educación que derrumbe todos los muros. Por una escuela que abra todas las ventanas

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

El mundo entero y los pueblos de pobres y desarrapados se ven amenazados una vez más, nunca han dejado de estarlo. El que se cree dueño del poder y de todo tipo de poderes, desconfía de su propia fuerza y alardea con levantar muros para que no lo penetren y no lo amenacen.
El arribo de Donald Tremp a la presidencia de los EEUU se está convirtiendo en un recambio mundial, las piezas se mueven orientadas a la derecha, los pobres, los más pobres no somos invitados a esta disputa de poderes.
La educación es el único resquicio de luz que suele mirar en dirección a la esperanza, la educación dice que todas las puertas deben estar abiertas, que todos los muros deben ser derribados, que todas las banderas deberán alzarse sin que una esté por encima o por debajo de las demás.
¿Cómo concebir una educación sin muros, de puertas y de ventanas abiertas? Lo primero que estamos obligados a hacer, es a resistir las distintas oleadas que vienen de instancias o agentes externos cuyo interés está puesto en la invasión, la injerencia o incluso la devastación.
Al señor Trump lo han puesto ahí para salvaguardar como perro de caza los intereses del imperio, él es un títere, un personaje manejable por otros que no dan la cara pero que tienen especial interés en salvaguardar y preservar dichos intereses. Pero el proyecto que servirá para responder deberá provenir de sujetos de carne y hueso de todos y todas, de nosotros y nosotras con el rostro descubierto podemos y debemos responder.
Levantar muros es el mejor recurso para esconderse en el miedo, mientras más grande y más alto sea el muro proyectado es mayor el miedo que se les tiene a los otros.
Una educación y un modelo de escuela liberadora deberá trazarse de manera horizontal, su planteamiento pedagógico central consiste en extender la mirada y el camino, y en extender todos los caminos que vayan mucho más allá de la mirada.
El debate actual en educación (a partir del recambio mundial) gira a partir de un agenda absurda en la cual la construcción de un muro fronterizo se torna en distractor para no discutir los elementos importantes, los elementos de fondo. Y en el fondo está pensar el tipo de ciudadano que queremos formar, las identidades nacionales y multinacionales, la relación y la convivencia civilizada con los otros o con los diferentes. Las recientes muertes de Bauman y Todorov nos dejan una gran herencia para entender lo que está pasando actualmente en el terreno de la geopolítica.
Por lo tanto, la actual consigna pedagógica consiste en que cada quien desde su pequeño espacio, desde los rincones más pequeños y inespecíficos de la geografía escolar o extraescolar debemos derribar muros y hacer que todas las puertas se abran, para pasar libremente por el camino que deberá estar abierto a todos y todas de manera permanente. Todos y todas deberán entrar y salir libremente dejando a su paso sus palabras y atendiendo lo que dicen los otros, los demás, los que no son iguales pero tampoco distintos.

*Doctor en educación. Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Guadalajara. [email protected]