Por favor no politizar
Marco Antonio González Villa*
¿Se puede lucrar con la desgracia? En un país como el nuestro pareciera ser que sí. Me parece interesante que cada vez que ocurre una tragedia, ya sean desapariciones, asesinatos, secuestros, violaciones o como en este lamentable caso un sismo por ejemplo, siempre sale una figura de la escena política para pedirnos que por favor “no se vayan a politizar los hechos”. La idea y propuesta en sí es pertinente, pero cuando los discursos no van de la mano de los hechos entonces se vuelve una incongruencia y tal vez, sólo tal vez, un acto cínico.
Algo que no ha sido de mucha ayuda precisamente para el círculo de la política han sido las redes sociales y todo tipo de recursos tecnológicos y de comunicación, porque permiten que la información circule con rapidez y que contemos con imágenes que antes sólo las poseían y compartían las televisoras del país. Hoy todos podemos ser reporteros o emitir juicios y propuestas y compartirlos con el mundo entero. Así, de esta forma empezaron a llegar rumores, a través de la redes, de cómo algunos gobiernos de los estados y municipios afectados estaban acaparando y regulando la llegada de los productos que provenían de diferentes centros de acopio del país, para poderlos empaquetar con cajas oficiales y así presentarlos como suyos. También se hizo del dominio público que la marina y el ejército impedían o limitaban el trabajo de rescate de cuerpos o sobrevivientes tanto a los civiles como a los grupos de expertos enviados por diferentes países solidarios para poder llevarse ellos todo el crédito en las operaciones realizadas. También todos supimos el caso de la supuesta niña del Colegio Rébsamen, que generó primero esperanza pero que poco a poco, a través de las redes también, se fue descubriendo que era toda una puesta escénica de la que aún no entendemos las razones y motivaciones para hacerlo. De confirmarse todas estas versiones e informaciones que se han compartido, nos daríamos cuenta que existe una estrategia y necesidad de sacar algún tipo de provecho personal político para algunas personas, lo cual es patético y aberrante, entre otros adjetivos posibles.
De entre todas estas informaciones hay una que sí está claramente demostrada, que es una estrategia policía: la propuesta hecha por el Partido en el poder, el PRI, para poder obtener recursos en bien de los damnificados: el presidente del partido propone que se destine el dinero asignado por el INE a las campañas del siguiente año para la reconstrucción del país y también proponen la eliminación de los diputados y senadores plurinominales para recabar mayores recursos. Ambas propuestas son totalmente pertinentes, inteligentes y bien planteadas, la única objeción que puedo encontrarles es que no son propuestas originales y que hace poco tiempo ellos mismos estaban en contra de lo que hoy detentan como una iniciativa.
Desde el día 19 en la tarde muchas personas propusieron, en redes sociales, que se emplearan los recursos de las campañas para la construcción de casas y para apoyar a los damnificados; fue tanto el ruido que generó la idea que incluso algunos voceros del INE, sin nada de ética y empatía pero si defendiendo los intereses partidistas, dijeron que era inconstitucional. El mensaje fue claro: son más importantes las campañas que los muertos por un temblor. Al final, el PRI retoma la propuesta civil y la hace suya, en un sucio movimiento político.
En relación a la eliminación de los diputados y senadores plurinominales me parece interesante que cuando lo proponía el eterno candidato de izquierda siempre se burlaban de él y le decían que era una idea tonta. Muchos recordamos como incluso los partidos en el poder, PAN y PRI, utilizaban a los lacayos de sus televisoras oficiales, Televisa y TvAzteca, para que a través de sus “analistas” demostraran lo improcedente y absurdo de la propuesta. Hoy que es una iniciativa del PRI, esperan y prácticamente exigen que todos se sumen a su idea.
Nos queda claro entonces que cuando un dirigente nos pide no politizar algún acontecimiento, el mensaje en realidad es “no empleen esto en mi contra” o “sólo yo puedo politizarlo”. Así es la política en México, que lamentable ¿no?
*Maestro en Educación. Profesor de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. antonio.gonzalez@ired.unam.mx