Policía moral

 en Rodolfo Morán Quiroz

Luis Rodolfo Morán Quiroz*

“¡Muerte al dictador!”. “Tenemos que continuar. No pueden arrestarnos a todos”, son algunas de las afirmaciones que han circulado en las calles de las ciudades de Irán durante las protestas por la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años golpeada y asesinada por la “Policía Moral”. Amini fue detenida el 13 de septiembre por no cubrirse adecuadamente el pelo, los brazos y las piernas como obliga la ley a las mujeres de ese país. Incluso los trabajadores de las refinerías de petróleo acusaron de sinvergüenza y corearon la consigna de muerte al dictador. Las manifestaciones comenzaron el 17 de septiembre de 2022, al día siguiente de la muerte de la joven durante la custodia en manos de la policía moral. En el momento de escribir estas líneas, cerca de 200 personas han muerto durante la represión de las protestas, entre ellas, dos decenas de niños.
Las escuelas y universidades han iniciado un paro en solidaridad con las protestas mientras que el régimen niega la agresión a Amini. A pesar de los videos circulados por testigos de la agresión a la joven kurda. La desobediencia civil y las manifestaciones de apoyo a la protesta, como tocar el claxon de los coches, han sido duramente reprimidos. Los policías “antidisturbios” de las “fuerzas de seguridad” han asesinado al menos a un hombre por sonar el claxon y han roto los parabrisas de varios vehículos durante las manifestaciones. El gobierno iraní afirma que la muerte de la joven se debió a una enfermedad cerebral asociada con una intervención cuando tenía 8 años de edad, al tiempo que señala a los gobiernos de Israel y Estados Unidos de financiar y promover las protestas.
Ali Jamenéi (nacido en 1939 y presidente de Irán entre 1981 y 1989), líder religioso con importante influencia en el gobierno iraní, asumió el cargo de ayatola en 1989 tras una larga controversia respecto a su autoridad religiosa. Algunos analistas consideran posible que caiga el régimen religioso (presidido por Ebrahim Raisi, nacido en 1960). Podría suceder que las fuerzas armadas cambien de bando, como ya aconteció durante la revolución que terminó con el régimen del Shah Mohammad Reza Pahleví en 1979. Resaltan algunos elementos de estas protestas. Por una parte, se ha cuestionado qué tan importante es el Hajib (velo) para expresar la fe musulmana de parte de las mujeres en Irán. Es decir, si con la vestimenta bastaría para ser consideradas buenas creyentes. Por otra parte, las manifestaciones han resaltado el papel de las mujeres en la sociedad y fortalecido el movimiento de liberación femenina, no sólo en Irán, sino en buena parte del mundo, en donde las mujeres han recurrido a cortarse el pelo como manifestación de apoyo a la causa feminista iraní.
Resalta también que, una vez más, al igual que en otros movimientos sociales de transformación, han sido las escuelas y las universidades los centros de manifestación del descontento contra el régimen. Con el lema de “mujer, vida, libertad”, miles de jóvenes estudiantes, especialmente mujeres, han salido a las calles a protestar por la muerte de Amini y se han quitado el Hajib, además de cortarse el pelo públicamente. Cientos de estudiantes han sido arrestadas dentro de los planteles. El régimen ha interrumpido los servicios de internet para evitar que las redes digitales se utilicen como formas de difundir el mensaje anti-gobierno. Mientras tanto, se tiene noticia de que se han dado enfrentamientos entre estudiantes que protestan y estudiantes en pro del gobierno. El cuestionamiento de las consecuencias fatales de la aplicación de una serie de normas morales se ha enfrentado con las declaraciones derivadas de la educación religiosa que exige una observancia rigurosa de las normas dictadas por las autoridades religiosas.
Es notable que la observancia de las normas religiosas en Irán no es uniforme en todas las clases sociales. Si ampliamos el horizonte de observación de las normas religiosas e incluso de las leyes civiles, es posible encontrar casos en que se permiten “excepciones” o se resaltan circunstancias agravantes o atenuantes para su seguimiento. En otros casos, como en el regreso reciente del régimen talibán en Afganistán, hay quienes han señalado que la aplicación rigurosa de normas religiosas ha derivado en la pacificación (sin mencionar que también ha implicado la represión e inhibición cotidianas) de la población en general. Los escenarios orwellianos de control de las poblaciones remiten a la idea de que contar con una “policía moral” asegurará la obediencia de normas que pueden llegar a niveles absurdos, sólo en la medida en que la misma población tolere que se coarten sus libertades y opciones de vida. Las manifestaciones actuales en Irán demuestran, por otro lado, que los controles externos y represivos pueden derivar en un hartazgo de las personas a las que se aplican violentamente unas normas para las que se reclama una obediencia mecánica dentro de una ortodoxia exagerada.

*Doctor en Ciencias Sociales. Profesor-investigador en el Departamento de Sociología de la Universidad de Guadalajara. rmoranq@gmail.com

Comentarios
  • Víctor Manuel Ponce

    Gracias Rodolfo. De acuerdo con tu crítica al orden moral de las autoridades ortodoxas y el desorden social legítimo. Vale. Develar los órdenes injustos para desatar desórdenes y mover al cambio

  • Graciela Bravo

    Las frases de libertad son aquellas que nos inspiran el sentimiento y las ganas de poner a prueba nuestros límites. A veces unas pocas palabras pueden hacer que nuestra percepción de la realidad cambie, aunque nos cueste la vida.

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