Pendientes de la reforma educativa con las zonas marginadas

Jaime Navarro Saras*

No cabe duda que cuando los tiempos cambian, también cambian las estrategias y las decisiones políticas para remediar las cosas, digo esto porque en el sexenio pasado, todo lo que oliera a paros, marchas y plantones para protestar contra las prácticas de la reforma educativa era sinónimo de atentados contra el Estado, la educación y de daños irreparables hacia la niñez, el grueso de medios de comunicación (que se vieron beneficiados económicamente con contratos millonarios en compra de publicidad) eran los encargados de etiquetar, maldecir, denostar y construir caretas de villanos y malvados a quienes se atrevían a hablar mal o dudar de las bondades que la propuesta educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto traería al país y, con ello, ponerlo a la altura de las naciones más avanzadas en cuanto a desarrollo tecnológico, científico y social, sus estrategias punitivas fueron bastante conocidas por quienes las sufrieron, no sólo las mediáticas, sino también de la fuerza judicial para reprimir a los opositores.
El día de ayer, 44 maestros de la región norte del estado de Jalisco se fueron a paro, se trata de profesores wixaritari que atienden a 723 alumnos de educación inicial, preescolar y primaria de la comunidad Tuapurie en Santa Catarina Cuexcomatitlán, son 10 escuelas, las razones de su inconformidad se deben a la desatención de los centros educativos y porque las autoridades educativas y sindicales han hecho oídos sordos a sus peticiones para resolver problemas añejos y vigentes que sufre la educación de la región, entre otros, la renovación de contratos a los maestros que cubren los grupos, que los niños reciban los beneficios del programa estatal de mochila y útiles escolares y, no menos importante, que se cubran los servicios básicos con que deben contar los planteles escolares.
Sus quejas no son nuevas, desde febrero de este año las autoridades tradicionales y comunales han solicitado apoyo y cero respuestas, igual lo hicieron el 9 de setiembre y nada, la Sección 16 del SNTE (dirigida por Elpidio Yáñez Rubio) tampoco ha promovido la basificación de plazas solicitadas, debido a ello, requieren que tanto el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, como el secretario de educación, Juan Carlos Flores, se presenten a la comunidad el próximo jueves 26 a escuchar sus demandas de manera directa, de no hacerlo anunciaron que pasarán a realizar protestas más agresivas como cerrar caminos.
Hasta ahora las autoridades educativas en voz del secretario Flores Miramontes sólo ha justificado el porqué no hay maestros suficientes y las razones de los contratos de corto plazo, ello es entendible, pero lo cierto es que el área de recursos humanos es atendida por personal sin un sentido y lógica social, para ellos todo se remite a ahorros, y el tema de las plazas son simples productos mercantiles y de niguna manera obligaciones del gobierno con la ciudadanía. La práctica común es que, entre la condición de una plaza vacante y la adjudicación de la misma para cubrir el grupo pasan meses, en los casos más críticos años, esas cosas que no sucedían en antaño, anteriormente cuando una plaza era liberada en automático se cubría con interinatos y posteriormente con personal de forma definitiva vía escalafón o por los acuerdos entre la SEP/SEJ/SNTE, a lo sumo el grupo de alumnos se quedaba sin maestro una quincena, pero en los lugares donde había directores que hacían bien su función no se dejaba a los grupos desamparados, la reforma educativa de Peña Nieto trajo este problema y de eso se habla poco, el adelgazamiento de la nómina y los ahorros con contratos e interinatos ha sido lo común, hay grupos que en un año escolar tienen hasta tres o cuatro maestros cuando bien les va, de otra manera el desamparo y abandono los acompaña hasta que alguien se queja (como en esta ocasión), sobre todo en las escuelas de comunidades marginadas e invisibilizadas por la SEP y la SEJ en complicidad con el SNTE.
No es posible olvidar que la SEP lanzó una propuesta a finales de 2016 denominada Reconcentración de Escuelas, cuyo fin era exterminar las escuelas que no se apegaban al modelo de organización completa. Las 100 mil escuelas multigrado (hay una de este tipo por cada tres en el país) sufrieron el mayor de los atentados por gobierno alguno, el objetivo era sacarlas de la SEP y enviarlas al Conafe para (según ellos) mejorar en los índices de las pruebas Pisa porque este tipo de escuelas tenían las peores resultados en las evaluaciones, con ello dejar en el desamparo y la atención al modelo de escuela que fue producto de la Revolución Mexicana: la escuela rural, lo cual atenta contra regiones como en las que trabajan los maestros wixaritari (ahora en paro) y todas las demás comunidades indígenas del país.
Lo cierto es que la reforma educativa de Enrique Peña Nieto se desentendió de las zonas marginadas y rurales, su retraso en cuanto a infraestructura es por demás evidente, en Jalisco las cosas no han sido mejores, el paro de los maestros wixaritari saca a la luz el problema que el exsecretario de educación Francisco Ayón dejó y que, el actual secretario Juan Carlos Flores no puede remediar, por ahora lo entretienen asuntos mediáticos como las Escuelas Modelo y los diplomados de actualización para el personal de supervisión y directivo, de asesoría técnico-pedagógica y docencia aparentemente auspiciadas por agrupaciones como Mexicanos Primero, Fundación Banorte, Tecnológico de Monterrey y Universidad de Cambridge, para los cuales es más cómodo y lucidor hacerlo en escuelas urbanas que en zonas de olivido y marginación.
Llama la atención también que las autoridades ya no amenazan a aquellos maestros que protestan, marchan y se van al paro por las razones mencionadas, los inconformes tienen toda la razón y a las autoridades les avergüenza no dar respuestas rápidas y mal se verían si se ponen a regañar a quienes les han quedado mal con su silencio y malas decisiones.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com