Pedagogía de la paciencia, en el marco del ADEM

 en Graciela Soto

Quien tiene paciencia obtendrá lo que desea.
Benjamín Franklin

Graciela Soto Martínez*

La pedagogía de la paciencia o educación lenta se expuso en el Congreso Internacional de Gestión o Liderazgo Educativo que organizo la ADEM, que es la Asociación de Directores de México, realizada los días 10 y 11 de marzo en las instalaciones de la Universidad Panamericana, su Presidente Víctor Rodríguez y su Directora Margarita del Pilar Silva coordinaron el programa y la convocatoria para reunir líderes educativos en la función directiva, el tema del Congreso fue “Respondiendo hoy a las necesidades del Futuro 2040”.
El ADEM surge en 2014 como un colegio de directores de instituciones públicas y privadas, que ha crecido integrando a distintas figuras directivas: coordinadores, asesores, supervisores y jefes de sector, entre otros puestos directivos, primero de México y ahora también cuenta con miembros de Sudamérica y España, posibilitando diálogos, compartir experiencias. Actualmente tiene 756 afiliados, mismos que participaron, algunos de forma presencial y otros virtual.
Los procesos llevan su tiempo, ese que va pasando, que se cuenta en segundos, minutos, horas, días, meses y años. No es rápido el asimilar los sucesos o apropiarse de los hechos con sus significados. Cada quien lo hace a su ritmo, a su tiempo. En educación, como en otras áreas hay una urgencia de la inmediatez, del apresuramiento, de apurarse a lograr objetivos o aprendizajes, y cuando esto no sucede de acuerdo a lo establecido, se pueden presentar frustraciones y ansiedades.
Estamos en la era del click, del touch, de las aplicaciones que responden de forma inmediata, y queremos trasladar eso a otros ámbitos, se desea todo rápido, que el internet sea de máxima velocidad (es aspiración), que a quien llamamos por teléfono nos conteste pronto, que los niños de primer grado ya lean en diciembre y si se puede desde preescolar. Que todos los alumnos aprendan a la primera explicación, y el referente para los maestros y el aprendizaje son los alumnos que primero logran la tarea.
Es Luz María Moreno, investigadora en la Universidad Panamericana que expone en torno al currículo que necesitamos, elementos esenciales y su enriquecimiento, menciona a la educación lenta, como una modalidad, que trata de desarrollar procesos, de esperar y de escuchar, con los alumnos que tienen dificultades en los aprendizajes se requiere ser disruptivo y hacer cosas diferentes.
Lo lento puede parecer tardado, no funcional, pero aquí se relaciona con la paciencia, con la búsqueda de estrategias cooperativas que logren para todos los aprendizajes. Cambiar el enfoque de la culpa en la familia, pensar en lo que si hace y es factible de hacer en la escuela, en esta parte es donde se requiere la pedagogía de la paciencia, resistir e insistir parece ser la máxima. La educación lenta asociada a la paciencia, entendida esta como la señala el diccionario, una virtud, la cual modifica la estrategia para que todos aprendan, a su ritmo.
La educación lenta o movimiento slow surge a finales de los 90, con varios profesores que buscaban hacer un alto a los ritmos impuestos por los calendarios escolares, lo proponían como una manera de desarrollar autonomía y pensamiento crítico, la observación, la indagación, la reflexión llevarían su tiempo.
La educación lenta ha sido investigada por Silvia Sánchez Serrano y en sus conclusiones señala que más que enfoque educativo, un modelo pedagógico o una metodología, la educación lenta puede ser considerada, basándose en sus fundamentos teóricos, una corriente pedagógica que surge como respuesta a un momento socioeducativo acelerado.
El aprendizaje refiere un proceso que cada quien vive a su manera, en la asincronía de un programa o de una planeación, acontece al perfecto ritmo interior de cada uno.
Aprender el alfabeto y leer las primeras frases de forma convencional puede llevar unos meses, sin embargo, la lectura en el amplio significado que tiene lleva más tiempo, cuando se recurre a la literatura como un oasis o bien un refugio, cuando se comprende lo que se lee y esto sirve como una defensa para la vida. Esta lectura es una degustación que no tiene apresuramientos.
La gestación del ser humano es el ejemplo de que no se aceleran los tiempos, de la fecundación al nacimiento hay un promedio de 9 meses, cada momento dentro del vientre se está desarrollando un proceso de crecimiento, la formación acontece en este entorno protegido, los órganos, la vista, el cerebro, los sistemas circulatorio, digestivo, respiratorio, o el cerebro, todos son procesos silenciosos. Los niños prematuros batallaran en el futuro por ese tiempo que les faltó en su primera casa que es el vientre materno.
La misma naturaleza tiene sus tiempos, las estaciones del año, los períodos de la siembra, el tiempo que necesita la semilla dentro de la tierra, este momento no es visible para los demás, germina en proceso de oscuridad, humedad, pero llegado el momento brota el tallo y la hoja cual milagro de la mañana, ahora le toca al sol y al ambiente hacer su parte en esta sinfonía de tiempos.
La música y sus tiempos, cada instrumento lleva su forma de tocarse, debe aprenderse la manera, acariciarlos, manos, boca, recostados al hombro, de pie, o sentados, moviendo el cuerpo es entonces que en una partitura se escriben las notas que se ejecutan con un tiempo, nada antes, nada después, es el momento perfecto para hacerse escuchar.
La danza y el baile, se ejecutan con ciertos pasos, unos después de otros, son movimientos en tiempos que unidos suavemente hacen una puesta en escena, así nacen los musicales, la danza contemporánea, clásica, y todas las versiones que incluyen bailar. La cadencia que a algunos no les da, los que alteramos ese tiempo para moverse, sin embargo, esta falta de ritmo también es un baile.
En educación se tiene un ciclo escolar para el logro de propósitos, además un tiempo para desarrollar un nivel educativo de 3 o 6 años o 12 para lograr la educación básica, a ello hay que sumar a la educación inicial, por ello la organización del tiempo es algo clave.
Regresamos de un periodo vacacional de Semana Santa y Pascua, esta pausa en el acelerado año 2022-2023 nos ayuda a tomar con calma el resto del ciclo escolar que ya es breve, a situar lo importante para darle el tiempo necesario, para reordenar las prioridades educativas.
Que los docentes, directores, supervisores y jefes de sector dentro del liderazgo educativo sepan trabajar con esta pedagogía de la paciencia, no es el calendario escolar modificado el que marca el ritmo, sino los aprendizajes de los alumnos, los que sólo estarán estos meses que nos quedan en estas aulas y con estos maestros, después seguirán su camino, pero este es el momento en que podemos dejar huella en su formación. Apliquemos dentro de esta vorágine de los tiempos la Pedagogía de la Paciencia o una educación lenta que logre lo que otros no han podido.

*Doctora en educación. Jefa de Sector Preescolar en la SEJ. meipe1gsm@gmail.com

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