Pedagogía de la amargura versus pedagogía del abuso institucional

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Desde las esferas del poder, los círculos cercanos al gobierno y la actual estructura educativa, se critica a algunos de los editorialistas que aquí escribimos semanalmente nuestras ideas y nuestras propuestas, en este espacio como “amargados”, debido a que así nos han reconocido públicamente, a eso le llamaré la pedagogía de la amargura. En ello se confunden las posturas y posiciones críticas que sirven para cuestionar, para hacer señalamientos de fondo, para hacer públicas las decisiones equivocadas y el mal manejo de los recursos públicos que se destinan a educación, entre muchas otras muchas cosas. Del otro lado, tenemos lo que yo le llamo la pedagogía del abuso institucional, en ese lado se encuentra todo el aparato de gobierno con los recursos públicos ilimitados, los medios de difusión comprados o que están en venta, la alianza y las lealtades con aparatos y agencias de todo tipo, ahí se incluyen las cúpulas sindicales que han decidido aliarse acríticamente con el gobierno local. Mientras que en el ámbito nacional han optado por MORENA como el referente que guie el destino sindical, paradójicamente en el ámbito local le han apostado por unir sus colores sindicales al color naranja de Movimiento Ciudadano. En esta parte la propuesta educativa se confunde con el uso y abuso de poder, con la compra de lealtades a modo y con el involucramiento de talentos al servicio de dicho proyecto de poder.
Entre ambos aspectos o ambas pedagogías, no existe conciliación, ni diálogo informado, de parte de la pedagogía de la amargura (yo diría la pedagogía critica en educación en Jalisco). Ni diálogo informado, ya que, por el lado de la pedagogía por el abuso del poder no existe ni una mínima muestra de disposición a dialogar a partir de abrir sus espacios para tal efecto.
Se requiere como se dice líneas arriba un diálogo informado, pero desde la esfera gubernamental se minimiza todo lo que no sume a su monólogo del poder, el distanciamiento se justifica debido mucho más a las incompatibilidades de proyectos y visiones, en cuanto a las aliazas, ahí están las dirigencias sindicales que se mueven mucho más por el oportunismo político y por el deseo de sumar y visibilizar su proyecto sindical a toda costa, aunque se distancian cada vez más de la base magisterial a la que dicen servir.
Sin embargo, es importante reconocer en el fondo del debate o del supuesto debate, que no se puede fincar un proyecto institucional sobre la base de las mentiras y los engaños, tengo en mis manos un botón de muestra que el proyecto del engaño institucional se mueve a partir del deseo hegemonista por tratar de mostrar una realidad que eclipse a todas las demás visiones. Lo que pasó en el sistema de las cinco Unidades de la UPN Jalisco, en el ejercicio de relevo de directivos es dicho ejemplo (violando la normatividad de la Universidad) y abusando prepotentemente del poder (de nuevo el poder) para imponer a los cinco personajes que ya estaba decididos desde el origen. Sin embargo, esto no es motivo de más enconos sino más bien, es una muestra clara de que se requiere el control absoluto en las direcciones intermedias para sacar adelante y a todo costa el proyecto Recrea. El otro ejemplo tiene que ver con el manejo de los recursos financieros. Si bien los recursos públicos son auditables, ha habido un manejo discrecional de los recursos públicos destinados a educación. Es obvio pensar que las finalidades son políticas y así lo siguen haciendo.
Por último, la pedagogía de la amargura no existe en la realidad, si existe –como decía Paulo Freire–, la pedagogía de la indignación, de la esperanza, la pedagogía crítica de la propuesta. Somos sujetos (hablo por mí, y asumo la responsabilidad de lo que aquí digo), orgullosos de nuestro trabajo, nuestra contribución se ve reflejará en números de consultas y citas, en likes y manitas de aprobación. No, nuestra contribución es modesta, sencilla y tiene que ver con el deseo de generar una cultura pedagógica distinta que desde abajo se aprenda a cuestionar y a reconocer que existen otras formas de decidir y de gestionar y de hacer educación. Si a esto se le llama amargura somos perfectos y profundamente amargados. Pero no es así, somos deseosos de una educación diferente, incluyente y plural, de una educación democrática que esté abierta a incluir las propuestas de tod@s.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la UPN Guadalajara, Unidad 141. [email protected]

Comentarios
  • María Guadalupe Mendoza

    Totalmente de acuerdo con el Dr Miguel Ángel Pérez, y desgraciadamente todas las unidades en el país nos vemos reflejadas en las condiciones de las unidades jaliscienses. Por ello urge la aprobación de la ley de autonomía de la Upn suerte está congelada en el senado de la República. !!! A seguir la lucha!

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