Paz hermano lobo

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Semana de formación continua de docentes en el seno de la primera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar, semana de valorar acciones de mejora en perspectiva de los aprendizajes, semana de identificar uno de los frentes del combate ideológico sobre el proyecto educativo de nuestro país, las fuerzas conservadoras dominantes en ideas pedagógicas desde el siglo XIX que ahora aplauden el “amparo” que desampara a las mayorías de niños, niñas y adolescentes y que desampara igual a educadores (as) públicos y padres de familia que exigen en su voluntad ciudadana un proyecto educativo diferente.
Semana de reflexión y acción sobre la educación en y para la paz.
Octubre es también rico en fiestas religiosas, como el caso de Francisco de Asís, venerado en algunos lugares de entidades como Jalisco.
Estratégicas las rutas seguidas y fuertes las formas instrumentadas en la evangelización de nuestros pueblos, por eso tal vez la postpandemia no ha minado la necesidad de socialización de las masas, la expresión de la espiritualidad en sus diversas formas parece haberse fortalecido; por eso tal vez la difícil descolonización de las mentalidades.
Para aperturar esta colaboración, de Francisco de Asís hagamos uso primero de la noción de paz recurrente en las homilías y los púlpitos, la paz como consecuencia y causa individual “Que la paz que anuncian con sus palabras esté primero en sus corazones”.
La ruta diferente a emprender en la formación de las conciencias, en la resolución pacífica de los conflictos, la conciencia ética de la otredad, la Pedagogía de la alteridad, la necesidad de consenso y de unidad social, la formación de la cultura de la paz como un reto socioemocional desde la educación pública con horizonte laico y científico.
Volvamos al Francisco de Asís imaginario de Rubén Dario, tomemos sus versos descriptivos en voz del lobo parlante y sus motivos.
Hoy que no es tan raro que muchos humanos adopten lenguajes caninos y hablen con sus perros, tomemos también el mito de San Francisco de Asís, imaginemos su capacidad de hablar con los animales y dentro de esta capacidad, el diálogo con un lobo, recuperado en el poema, publicado en 1913.

“Hermanos a hermanos hacían la guerra,
Perdían los débiles, ganaban los malos”.

Ambulemos un poco. 1913 es un año trascendental en la historia de México, de su decena trágica, de la guerra civil que genera las condiciones para el arribo usurpador de Victoriano Huerta.
La guerra y la paz que hemos hecho los mexicanos, con pérdidas y traumas, con ganancias nacionalistas, con crisis identitarias fugaces de mundial futbolero, con paz de pérdida resignada, con conciertos de pistolas y rosas donde acuden gobernantes, con caos vial en Guadalajara por la caravana a Checo Pérez; distractores de ocasión, vendas.
Actos lejos de su pueblo, de sus urgencias y necesidades, muy lejos del clamor sobre seguridad; día de muertos permanente, monumento tapizado de búsquedas, el recuento mínimo de las desapariciones en la glorieta de Niños Héroes.
Hablemos de paz y de su difícil sustentabilidad en estos días en que la palabra inunda el discurso de los bélicos y pacifistas, de los líderes nacionales e internacionales, de los líderes estatales y municipales, de los que se enriquecen con el caos y las trompetas de guerra, de los hipócritas y los auténticos, de los que presumen compra de patrullas y aplauden carreras no olímpicas armamentistas.
Hablemos de la construcción de paz en este entorno de violencia en el que deviene el proyecto educativo, hablemos del esfuerzo educador para la paz de directivos y docentes, en aulas y de los patios cívicos.
Recuperemos la educación para la práctica reflexiva de la paz en la convivencia social que propone el comunicado de la Secretaría de Educación Pública en su boletín número 199 del 20 de octubre que orienta su gestión institucional hacia la cultura de la paz, no violencia y prevención de adicciones.
Volvamos al lenguaje metafórico del poema.
En el poema los motivos del lobo del poeta nicaragüense Rubén Darío, uno de los versos dice:

¡Paz, hermano lobo!

El lobo de Gubbio devorador de rebaños y personas, arquetipo del mal en la tradición oral europea medieval.
El lobo como metáfora casi terciopelo al lado de los horrores de la guerra, del combate a la delincuencia, de extorsiones y desapariciones que justifican los millonarios presupuestos para la inseguridad y las inacabables medidas recaudatorias.
“El hombre es un lobo para el hombre” afirma el filósofo inglés Thomas Hobbes en el Leviatán, cuando describe esa propensión de lucha continua de la especie humana contra su prójimo. La ruptura del tejido social por los falsos tejedores de la gobernabilidad.
¡Paz, hermano lobo! para la carne de cañón de los voraces mercaderes de la guerra y de las armas, paz para la población víctima de la imparable carrera armamentista.
Paz digna y justicia que claman los desarmados, los desposeídos; los lejanos a los afanes imperiales de los más ricos y mejor armados.
El 24 de octubre, las banderitas de los NNA, el recuento de países en sus propias guerras, la creación de la Organización de las Naciones Unidas hace 77 años, con la idea de tener un marco institucional que garantice la paz entre las naciones.
2022, no ha sido un buen año para la paz mundial, la ONU no ha podido ser garante ni cumplir su misión central.
La guerra entre Rusia y Ucrania desde el 24 de febrero evidencia la fragilidad de la coexistencia pacífica. La historia misma de la posguerra y la caída de la URSS, Europa, Estados Unidos, el equilibrio de fuerzas y debilidades, la lucha por la hegemonía, el enemigo real oculto en trajes y corbatas, sotanas y uniformes, los católicos ortodoxos y occidentales, los protestantes hacedores de dinero.
Los nombres de los líderes, el juego simbólico de la diplomacia y las declaraciones, la amenaza nuclear, la OTAN, Moscú, Kiev, Vladimir Putin, Volodimir Zelenski.
El potencial conflicto bélico entre China y Taiwán como otro foco de amenaza. El líder chino XI Jinping investido recientemente de poder por otros 5 años , la líder de Taiwán Tsai Ing -wen del Partido Progresista Democrático, el apoyo subrepticio de potencias como Estados Unidos y Japón.
La paradoja de celebrar la paz en estas condiciones de coexistencia entre países, de convivencia social en una geografía de mapas delincuenciales en el entorno nacional.
La política sobre la educación en México, la vulnerabilidad de las escuelas; educación para reconstruir el tejido social, menudo reto cuando la escuela misma es objeto y rehén de fuerzas conservadoras, la implacable lucha ideológica a través del proyecto educativo de los niños, niñas y adolescentes.
La necesaria lucha de las ideas con las armas de la argumentación e inteligencia.
La aquiescencia e inmovilidad de un sector del magisterio contemplativo, inmovilizado. La necesidad de involucramiento, militancia y ejercicio responsable de su pensamiento político científico y crítico.
Las subjetividades y la colonización ideológica pequeño burguesa, la cultura de la legalidad puesta a prueba a golpe de amparos, la risa hienesca de los derechosos, su risa torcida de triunfo contra una propuesta de reforma del marco curricular de perfil humanista y democratizador.
El inmovilismo del cambio necesario en el sector educativo, la trinchera política injustificable sobre la necesaria agenda de transformación.
¡Paz, hermano lobo!
Mientras se oculta temerosa la Paloma blanca de la paz en el ayer de un aniversario más de la des-Organización de las Naciones Unidas.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comentarios
  • Griselda Gómez de la Torre

    Dr. Rubén, agradecer la donación de la palabra y mirada experta respecto de la problemática educativa que a través del presente artículo propone como tema de análisis.
    El tema en cuestión evoca repensar en cómo a través de la práctica de la resiliencia comunitaria se fortalece como medida para la reconstrucción del tejido social, condición necesaria en la revalorización del sentido de pertenencia identitaria y la solidaridad, como elementos que fortalecen y nutren al sujeto colectivo, es decir, una estrategia para robustecer a una comunidad con perspectiva humanísticas.
    Sin embargo, el mayor reto para fortalecer la resiliencia comunitaria radica en que, hoy en día, hay demasiados intereses económicos, políticos y de particulares que con facilidad se anteponen al bien común.
    Necesario será el desarrollo y práctica de estrategias que nos permitan valorar la otredad a través del respeto y la práctica de la empatía.
    Necesario también posicionarnos como profesores y oponernos a que la educación siga siendo el botín en el escenario político – ideológico, velando por la expresión de las ideas, la dignidad humana y su derecho de libre expresión y no una forma de dogmatizar a través de las ideas.

  • Griselda Gómez de la Torre

    “El sistema aliena. ¿Cómo puede surgir un «nosotros» en un sistema donde cada uno está para sí mismo?”
    Byung-Chul Han

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