Patriotismo

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Dentro de los valores nacionales importantes que fortalece la escuela a través de asignaturas como Formación Cívica y Ética e Historia, está el amor a la patria.
Hay trabajo de reforzamiento cognitivo a través de figuras literarias, teatro, oratoria y lectura de libros de texto, hay desconocimiento sobre la cantidad de aprendizaje, que la repetición y el memorismo de fechas, lugares y personajes produce.
En materia de Historia Nacional, de gestas heroicas magnificadas por la urgencia de crear identidad, hay mucho trabajo repetitivo y memorístico como medios, cuya eficacia es baja en valores de apropiación.
Mucho del sentido del ser mexicano o al menos, la manera como las colectividades, significamos el concepto de patria y de nación es producto del mundo de la escuela. Ahí están las reminiscencias importantes de las que echamos mano cuando los cohetes de las fiestas suenan o cuando ondean las banderas y la patria de papel en tendederos de calle respira y vive en los ojos, en los corazones donde habita más fervor que saberes asimilados.
La energía social de compartir juntos lo que llamamos comúnmente grito por la independencia de México, pero significamos a nivel de banqueta y plaza pública de muy distinta manera.
Para las masas importa la fiesta, importa menos comprender la historia y mucho menos importa tener un pensamiento informado, crítico y reflexivo sobre nuestro devenir como pueblo.
Uno de los sentidos de las asignaturas del campo formativo social es justamente formar la identidad nacional de las nuevas generaciones de niños y adolescentes ¿cómo lo hacemos?, ¿qué producimos?
La mexicanidad de los que se van, de los que se quedan; en las fronteras, en las ciudades turísticas, en el corazón de los migrantes hacia el Norte, la mexicanidad de los niños en proceso de formación de valores que cantan el himno nacional y saludan a la bandera; la mexicanidad en los resúmenes y cuestionarios y el dibujo informe de los primeros Hidalgos, Morelos y Josefas a interpretar aún en el nivel evolutivo mínimo del test de Goodenogh sobre Historia aún por construir.
La historia que consumimos en los medios masivos de comunicación, la errática práctica política de algunos de los que la escribieron, de algunos que hoy la escriben.
El grito de la noche del 15 desde los púlpitos, los curas que ya no enarbolan libertad para todos y hoy tocan las campanas contra la despenalizacion del aborto; los balcones gubernamentales –algunos– donde hay voces ya con tono de despedida y cuidadosos celebran con discreción otro “año de Hidalgo”.
Desde la mirada escolar, la calidad de la educación en materia de Historia Nacional es muy diversa y en ciclos educativos como la educación primaria a veces es contenido ausente o tiempo de relleno.
Las formas didácticas como se intenta enseñar el contenido, son también un tema de análisis y discusión en todo el tramo de la educación obligatoria. El perfil informativo de algunas prácticas docentes que no enganchan la pasión por estudiar Historia, que no cultivan en los futuros ciudadanos la conciencia nacional y el valor del patriotismo como sentimiento auténtico y comprometido.
Los significados de patria son diversos, aunque los rituales de septiembre en la vida de las escuelas son explícitos a través de adornos tricolores e iconos de los héroes del momento histórico de la Guerra de Independencia.
La historia nacional, la ceremonia escolar del inicio de la independencia, la escuela presencial híbrida de media normalidad y medios saberes, las escuelas de protocolos sanitarios.
Mediaciones como periódicos murales, collages o dibujos y pequeñas investigaciones documentales de transcripción son muy comunes como recursos de aprendizaje.
La manera como se construye el valor del amor a la patria, su comprensión e intervención, requiere aún de método científico, de investigación educativa.
Las efemérides y el tratamiento festivo de fechas coyunturales como la del 15 de septiembre, en la que celebramos 211 años del inicio de la Guerra de Independencia, son importantes, pero en términos de desarrollo de nociones importantes de cultura cívica y memoria histórica, no sabemos cómo abonan, hace falta evidencia.
En la historia de bronce, recordar a los héroes que nos dieron patria, a los padres de la patria de paternidad irresponsable, algunos, es humanizar y darle vida a apellidos como Hidalgo y Morelos presentes en plazas, calles, colonias, ciudades y entidades federativas; los gritos recurrentes en Palacio Nacional y desfiles como otra vez sucederá en la CDMx son medios de intención política pasajera que tienen su utilidad formativa parcialmente.
Enseñar el valor de la libertad y la noción de independencia, requiere de trabajo sistemático que trasciende al día de calendario cívico.
Es muy difícil aprender historia a través de la imagen y lectura de incomprensión de los hechos y personajes importantes. Más difícil aún aprender historia de manera autogestiva en el formato de educación a distancia.
Para muchos nuestra patria es una franquicia para lucrar y hacer negocio, una franquicia ideológica con circunscripción, de espacio geográfico para seguir organizando nuevas conquistas espirituales.
La Suave Patria a la que se refería Ramón López Velarde es un bocado por engullir.
Jose Emilio Pacheco y su verso sobre el fulgor inasible de la versión de patria que le es difícil amar.
Octavio Paz y su elocuente cita de nuestro ser mexicano “Viva México, hijos de la chingada! Verdadero grito de guerra, cargado de una electricidad particular, esta frase es un reto y una afirmación, un disparo dirigido contra un enemigo imaginario, y una explosión en el aire… con ese grito, que es de rigor gritar cada 15 de septiembre, aniversario de la independencia, nos afirmamos y afirmamos a nuestra patria, frente, contra y a pesar de los demás. ¿Y quiénes son los demás?, los demás son los “hijos de la chingada”, los extranjeros, los malos mexicanos, nuestros enemigos, nuestros rivales. En todo caso, los “otros”. Esto es, todos aquellos que no son lo que nosotros somos”.
Las múltiples versiones de malos mexicanos que cada generación contempla, el acto de terquedad con la hoy hay que amar y construir patria.
La patria, tinta indeleble que soporta los tanteos de los hacedores de leyes y sus borrones constitucionales.
La patria en construcción, la mano de obra necesaria de los patriotas que resisten al flagelo de una pandemia persistente, la inquieta naturaleza que se manifiesta con inundaciones y derrumbes que convoca los espíritus solidarios.
Las inequidades donde los símbolos patrios deslucen la noción de patria justa para todos. Los fríos y el hambre que acosan a los más desprotegidos, a los cerca de un millón de huérfanos que ha generado como saldo social la pandemia, la independencia inconclusa, el trabajo por hacer antes de observar el cielo en una noche más de fuegos artificiales.
Patriotismo, la necesaria práctica comprometida del ser mexicano que cada año exige del performance ritual.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

Comentarios
  • Griselda Gómez de la Torre

    ¿Qué es patria?, ¿Qué es nación?, ¿Desde que mirada se construyen los conceptos?, ¿Cómo construimos nuestras fronteras humanas?, ¿las del pensamiento?, patria es donde el corazón habita, donde están nuestros sentimientos, ahí es donde se dibujan las aspiraciones humanas, las de nuestros pueblos, lo que somos, lo que nos identifica, lo que nos une, ¿lo que nos define?, ¿lo que nos determina?, ¿Cómo construir un pacto nuevo socialmente?, ¿Qué tipo de mujer – hombre formar?, ¿para qué Patria?, sin duda, el artículo que hoy nos presenta Dr. Rubén, es una invitación a la mirada filosófica – sociológica de la razón de ser de nuestra mexicanidad. ¿Qué valores sociales en nuestras escuelas favorecemos?, ¿Cuáles otros deberían ser? Patria tierra, canto, viento, agua que fluye de la fuente del ser, conciencia de nuestros pueblos originarios, cultivos llenos del sudor de campesinos, fruto y flor de vida.
    Madre Patria, nociones ideológicas y políticas, acervo cultural e histórico compartidos, pueblo unión libertad. Los valores por los que nuestros próceres lucharon y ofrendaron su vida en conjunto con el pensamiento liberal. Hoy es un buen día para la reflexión axiológica – filosófica de nuestro desempeño docente y educativo del tema en referencia: “Patria es humanidad”.

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