Paquetes escolares

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Ha iniciado formalmente el ciclo escolar 2020-2021. Como en tiempos de Ávila Camacho y Véjar Vázquez se destaca la unión nacional en pro de la educación pública, incluyendo convenios con televisoras.
La Unesco advierte sobre los riesgos de la pandemia, de inequidades y calidad de la educación.
En este contexto de acción gubernamental y debate se ha hecho entrega de los libros de texto para la mayoría de los niños, niñas y adolescentes que cursarán la educación básica en el ya iniciado ciclo escolar 2020-2021.
56 años de distribución de este recurso didáctico valioso para el aprendizaje, las generaciones de libros pre-covis que arrancan en el marco de El Plan de Once Años en educación primaria y en la década de los noventa neoliberal se extiende a secundaria y preescolar.
Ahora que el formato será de principio bajo la modalidad de educación a distancia, el libro crece en potencial para disminuir rezagos cognitivos.
El desafío es el buen uso de los libros y la comunicación con los contenidos.
Hay distintos niveles de comprensión lectora y hay distintos tipos de lectores; un buen número de niños y niñas apenas incursionará en el alfabeto convencional.
Enseñar, acompañar, estimular, asistir, leer e interpretar significado no son habilidades universales en todas las madres, en todos los padres de familia.
Qué bueno también que hay voluntad política de los distintos niveles de gobierno y concurran ahora distribuyendo uniformes, mochilas, zapatos y útiles escolares.
Es una manera de solidaridad con quienes menos tienen, con quienes ven deterioradas sus condiciones para financiar la asistencia de los menores a la escuela.
Es un paliativo de justicia social redistributiva en una coyuntura en donde la gratuidad de la educación se ve amenazada por el costo de los servicios de internet y de los aparatos y dispositivos. Una especie de inequidad tecnológica, que es variable importante en el éxito de la estrategia educativa en casa.
La educación es esperanza social y es punto de encuentro de voluntades de las comunidades, es ahora un nexo simbólico que la condición de salud pública y el riesgo nos obliga a sostener y reinventar.
La educación es también variable política. Esto lo interpretan muy bien los partidos como instituciones políticas y los gobiernos, que redactan planes de desarrollo y sectoriales para atender la educación de sus gobernados; que se hacen presentes en arranques de ciclo escolar como el presente.
En un marco de apoyo a las familias de los educandos el gobierno de Jalisco, al igual que el gobierno de otras entidades federativas, en los meses de julio y agosto se ha hecho entrega a través de la Secretaria del Sistema de Asistencia Social de paquetes escolares a los 125 municipios del estado, aspirando así una cobertura universal. Se espera beneficiar a 1, 249 179 alumnos de los tres niveles de educación básica inscritos en más de 10 mil planteles públicos.
En los meses de julio y agosto, en una primera etapa que considera a los alumnos inscritos, se han entregado 79 mil 258 paquetes escolares en educación preescolar, 507 mil 025 en educación primaria, y 107 mil 894 en educación secundaria.
Para los meses de octubre y noviembre en la segunda etapa y previo censo de talla que inicia el 27 de agosto se espera llegar a la cifra de 1, 249 179 alumnos beneficiados.
Para la entrega de los paquetes escolares se estableció como requisito la exhibición de una copia del IFE/INE del padre, madre o tutor y el recibo otorgado durante el levantamiento de tallas realizado antes de concluir el ciclo escolar anterior. Ojalá se simplifique administrativamente la entrega.
Mientras se espera el semáforo verde de retorno a las escuelas, ya están en manos de padres, madres y alumnos estos paquetes que podrán potenciar algunas posibilidades de aprendizaje en condiciones de dignidad.
Ahora que lucen galanos los libros y libretas en las mochilas escolares y las manos curiosas hojean páginas y los ojos exploradores se detienen en colores e imágenes, habrá que hacer un uso racional de los materiales, habrá que significarlos y convertirlos en instrumento de desarrollo cognitivo y de apropiación de aprendizajes valiosos.
Tener libros y paquetes escolares es apenas parte del equipamiento de inicio en el gran objetivo que es el desarrollo de la inteligencia de todos los educandos.
Es cierto, sin los pupitres y el pizarrón, sin la mano auxiliadora del educador o educadora, sin el intercambio de hallazgos y preguntas con los compañeros de al lado no será igual; sin la zona de desarrollo proximal confrontada y retroalimentada con los saberes del otro, toda la responsabilidad de aprender recaerá en el educando.
La autogestión del aprendizaje es el desafío y el riesgo de muchos estudiantes.
Ojalá todos encuentren las formas de resolver y no pierdan el impulso y la fiesta por aprender.
Ese es el reto pedagógico de estos primeros días de trabajo en condiciones de desescolarización total o parcial.
Que el texto sea puente de comunicabilidad de los saberes esperados planteados en una propuesta curricular elaborada en otro contexto político, con otros fines, que pegan muy bien con un perfil ideal de educando ahora inexistente.
Planes y programas elaborados para un aula y una escuela con normalidad, planes y programas a los cuales habrá que hacer ajustes curriculares para el proceso de aprender en casa y enseñar a distancia.
Materias escolares, planeación didáctica, cada aprendizaje esperado a someter a escrutinio de realidad, de condiciones materiales donde se estudia y donde se promueve aprendizaje.
La urgencia de no perder el horizonte, la visión de someter a filtro la malla curricular prevista para el trayecto de la educación básica.
No perdamos de vista la observación del psicólogo soviético Vygotski “Cada materia escolar tiene una relación propia con el curso del desarrollo del niño, relación que cambia con el paso de éste de un estadio a otro. Esto implica la revisión de todo el problema de las disciplinas formales, es decir, del papel y de la importancia de cada materia en particular en el sucesivo desarrollo psicointelectivo del niño”.
Pensar el papel de las asignaturas, de los campos de formación, de aprendizajes esperados en condición de educación fuera de las aulas, he ahí algunos de los retos.
Comprender los procesos de desarrollo psicointelectual a través de las mediaciones tecnológicas propuestas, he ahí uno de los programas de investigación sobre el que hay que afinar la mirada y el registro.
Los paquetes escolares son elementos básicos que coadyuvan a aliviar un poco la economía de las familias, pero por supuesto que los procesos más importantes de la dinámica del aprendizaje es la actividad misma y el interés en la tarea del educando.
Los elementos que integran los paquetes escolares, como en el caso del nivel de secundaria la calculadora científica, el juego de escuadras, la regla graduada y el compás de precisión, entre otros, pueden ser valioso instrumento para el aprendizaje de algunos conceptos matemáticos importantes y para la resolución de algunos problemas de esta asignatura.
El uso ampliado que se les dé a estos recursos, incluyendo el papel y el lápiz pueden ser muy potenciadores pero en gran parte depende del uso creativo del educando y de la creatividad como se trabaje la estrategia de enseñanza.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

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