Obtención de puestos laborales

Carlos Arturo Espadas Interián*

La formación universitaria tiene relación intrínseca con la diversidad de pensamiento desde la recuperación de la teoría, congruencia epistémica y, sobre todo la visión de mundo que subyace como soporte de todo lo que discurre en ella.
Una preocupación constante de nuestros tiempos y de muchos otros que nos han precedido, desde que el mercado laboral elige a partir de procesos de credencialización y competencias, por decirlo en un lenguaje más o menos actual, que son considerados a partir de cada individuo que solicita un puesto de trabajo, es el miedo a no encontrar un trabajo que permita aplicar la formación profesional adquirida, desarrollada y fortalecida.
Cada día, la seguridad laboral disminuye y más desde los proyectos de orientación privatizadora que se habían vivido de forma continuada en nuestro país y que han servido para desmantelar seguridad social como servicios médicos, vivienda, aguinaldos y demás.
La seguridad laboral se acorta a cuatro meses, cinco meses y días, un ciclo escolar, así como las prestaciones: vacaciones, prima vacacional, apoyos diversos, días festivos y demás. Esto es algo que tienen muy presente las generaciones jóvenes, entre ellos los estudiantes universitarios.
Las formaciones complementarias de emprendedurismo ya no son suficientes para dar respuestas a sus dudas, inquietudes y escenarios cotidianos que viven día con día. De forma que al presentarse la posibilidad de concursar por un trabajo que aún brinda seguridad laboral aparejada con prestaciones y demás, se convierte en una posibilidad entrañable.
Una situación que se está presentando en las nuevas generaciones a partir de la forma en la que han disminuido los trabajos “estables”, garantías laborales y sus prestaciones, es un ímpetu arrebatador de pretender juntar todos los documentos para poder concursar y obtener uno de esos espacios laborales altamente preciados.
Hay de casos a casos, estudiantes que se preparan desde que toman conciencia de lo que quieren para su futuro laboral-profesional y construyen un proyecto de vida profesional que les permite tomar acciones formativas complementarias que a la par del desarrollo de competencias obtienen por añadidura las credenciales suficientes que en el futuro inmediato les permitirán entrar con ventaja a los procesos de selección.
Por el otro están aquellos que desde la sinrazón pretenden juntar documentos ejerciendo presiones en afán, válido sí, de pretender obtener uno de esos espacios, como se menciona es válido, pero será motivo de análisis de la correspondencia con las competencias desarrolladas, así como desde la ética profesional.
Tal vez es necesario adecuar las orientaciones que reciben los estudiantes universitarios para prepararlos y que tomen decisiones formativas a ser aplicadas en un futuro cercano en beneficio de ellos sí, pero principalmente en beneficio de nuestra sociedad a partir de las tareas que realicen desde sus puestos laborales.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com