Números de la educación

 en Miguel Bazdresch Parada

Miguel Bazdresch Parada*

Todos sabemos muy bien el valor de la educación. Tanto la educación familiar como la escolar. Es así, pues no traemos de nacimiento muchos de los conocimientos necesarios para la vida personal y social. Por eso, todos apreciamos la educación de nuestro padre y de nuestra madre y de otros mayores asociados a la familia. Y sabemos muy bien la importancia de la escuela por los efectos en nosotros de los conocimientos aprendidos en ésta.
De ahí la importancia de conseguir para todos los mexicanos una buena educación. Algunos números ayudan a fundamentar la importancia de los planes de los gobiernos en esta área, pues la posibilidad de asistir a la escuela depende de la existencia de suficientes escuelas y de los cuadros de maestros y maestras capaces de ayudarnos a vencer a la ignorancia. Veamos.
El periódico “El Economista” publica en su sitio web lo siguiente: “De acuerdo con el estudio “Aprender parejo: hacia la construcción de una agenda educativa 2024-2030″ elaborado por México Evalúa y el Tecnológico de Monterrey, señala que los niños y jóvenes de México enfrentan varios obstáculos en su camino escolar desde temprana edad hasta incluso en la etapa profesional”. Y añade unos números.
“El panorama es desafiante: solo el 7% de las infancias recibe atención educativa durante sus primeros tres años de vida, y únicamente el 62% asiste al preescolar. Llegar a la preparatoria resulta más complejo: de cada 100 niños que inician la primaria, solo 84 logran inscribirse en la preparatoria y apenas 54 la concluyen. De estos jóvenes, únicamente 28 egresarán de la educación superior, lo que implica que 72 de cada 100 se quedarán en el camino”.
La nota indica que la escolaridad promedio de los mexicanos es de 9.7 años de escolaridad. Si la obligación educativa, según las leyes, es de un año de prescolar, 6 años de primaria y 3 de secundaria, ese promedio nos indica que la mayoría de mexicanos llega hasta secundaria. Es una deficiencia asociada desde luego a las posibilidades de la familia de sostener a sus hijos, sin pedirles que se integren al mundo del trabajo. Lo normal para seis jóvenes de cada diez es no disponer de ingresos para la educación superior, pues la familia le pide trabajar para completar el salario familiar. Además, el gobierno mexicano tendría que multiplicar al menos por dos la capacidad de plazas para estudiantes en la universidad y los institutos de educación superior. Y eso no pasará ni con el segundo piso de la 4T.
Los indicadores en educación “nos condenan” a ser un país medio-educado, con miles de personas sin la educación obligatoria. 18 años es la medida legal de años de escolaridad en nuestro país. Solo lo logran 3 de cada 10.
Las medidas para corregir la política de hoy requieren una “altura de miras” y una planeación que aproveche todas las alternativas. Sugerir opciones por parte de maestros y maestras es obligatorio, y a la vez los políticos han de sujetarse a esas opciones desde dentro del aparato educacional, para que no tengan otra oportunidad de inventar lo de siempre.

*Doctor en Filosofía de la educación. Profesor emérito del Instituto Superior de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). [email protected]

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