Miscelánea vacacional 2024

 en Jorge Valencia Munguía

Jorge Valencia*

1. Morena

Scheinbaum arrasa en las elecciones del 2 de junio. Los electores demuestran su inclinación hacia una izquierda más moderada de lo que quisieran y menos radical de lo que argumentan sus rivales. El resultado significa que la población civil no se deja manipular por la campaña mediática de la derecha liderada por Latinus y la televisión abierta. Al contrario, su intención de voto tiende a la justicia social cuyo equilibrio se ha postergado durante los últimos 50 años, al menos. Si no es un triunfo de la democracia, es, entonces, una derrota de la esperanza.

2. Juegos Olímpicos

En el deporte internacional llevamos 50 años de retraso competitivo. Hoy no bastan las ganas para ganar medallas. Los atletas que no se preparan con ciencia y tecnología deportivas están condenados a la derrota. No se requiere sólo el dinero sino el proceso intencionado, probado: entrenadores certificados, evaluación cibernética del rendimiento atlético, aparatos de vanguardia, alimentación, psicología deportiva, apoyo familiar, dedicación de tiempo completo y fisiología genética apropiada para la disciplina practicada. Y el sustento comunitario difundido oportunamente por los medios de comunicación especializados. Sin el concierto de todo esto y otras cosas (infraestructura de punta: estadios, centros de alto rendimiento, asociaciones dedicadas), la obtención de las medallas seguirá siendo un sueño inalcanzable.

3. Leagues Cup

Los equipos de futbol mexicanos juegan un torneo contra sus semejantes de Estados Unidos. En su país y bajo sus reglas. Los clubes de la Liga MX son sometidos a viajes excesivos y concentración de cuatro semanas. Resultado: de cada tres juegos, dos los gana la MLS. Y eso que los equipos mexicanos están integrados por ocho extranjeros (once, de ser posible). La derrota se convirtió en nuestro sino.

4. Lluvias

Una vez más, la temporada de lluvias pone el dedo en la llaga: nuestra pésima planeación urbana es una bomba de tiempo que tarde o temprano terminará en tragedia. Los ríos de temporada, algunos entubados y otros sólo soslayados, hacen presencia en agosto con la fuerza de su naturaleza: inundaciones de metro y medio, pasos a desnivel averiados, alcantarillas botadas con la pestilencia de sus aguas negras… Más los árboles derribados por el viento y los socavones con su aparición periódica y los derrumbes de las casas en zonas marginales (a medio urbanizar)… Todo esto ocasiona el colapso de la ciudad; coches y casas con daños irreparables y gente arrollada por corrientes repentinas. ¿Cuál administración pública se atreverá a poner una solución estructural a tuberías, reurbanización crítica, podas oportunas… Quizá ninguna hasta que el río San Juan de Dios y otros de temporada cobren factura.

5. Trump

Con sus acostumbradas amenazas y un carisma que incita a la discordia, el otra vez candidato a la presidencia de EE. UU. pone en alerta a nuestra industria de exportación, nuestra política migratoria sin resolución efectiva y la crisis de seguridad que nos atormenta desde hace mucho tiempo debido a la circulación de enervantes a través de la frontera compartida. Si gana Trump, será un reto para nuestra diplomacia conservar la buena vecindad, sin jugar el rol de lacayos ni de enemigos. La dignidad nacional está en manos del liderazgo de quien será nuestra presidenta. Si Kamala gana, la vinculación bilateral por género gozará de una expectativa inusitada.

Lo malo de las vacaciones es que se acaban. La realidad no descansa.

*Director académico del Colegio SuBiré. [email protected]

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