Miscelánea

 en Jorge Valencia Munguía

Jorge Valencia*

1. Valenzuela

Un fenómeno mexicano del beisbol estadounidense surgió al principio de la década de los años 80. Valenzuela hizo beisbolero a un país principalmente ligado al futbol. Y a los fracasos deportivos. Tímido, pero extrañamente carismático, logró reivindicar a una comunidad de méxico-americanos sujetos a la discriminación racial: también los pobres pueden ser astros. Convertido en símbolo sexual, el gordito del lanzamiento de tirabuzón se hizo leyenda. Etchohuaquila, Sonora, apareció en el mapa del deporte trasnacional. Y la foto del pelotero viendo al cielo en el ritual de cada lanzamiento conmovió a los entendidos y a los villamelones. Mucho antes de la amenaza de los muros, el adolescente zurdo (tenía 19 cuando fichó con Los Dodgers) demostró que el talento no tiene denominación de origen. Se puede ser bueno en otro idioma. Se puede ser bueno, aunque no parezca. Valenzuela es uno de los nuestros que se destacó en su deporte como el mejor del mundo. Con él, Hugo Sánchez, unos cuantos boxeadores y algunos otros en otros deportes.

2. ¿Revocación de la reforma judicial?

Una jueza de Veracruz “obligó” a la Presidenta de la República a revocar la reforma judicial anunciada en el Diario Oficial de la Federación. Se trata de un ejemplo de la repartición de los poderes republicanos: el poder judicial impone una orden al poder ejecutivo, en contra de un mandato del poder legislativo. Más allá de adhesiones y simpatías, nunca en la historia contemporánea de nuestro país, las funciones de los tres poderes habían ejecutado una controversia como ésta. Augurio de la experiencia democrática que seguiremos, el país tendrá que reconstruir sus fundamentos. El Estado tendrá que ser una instancia que garantice los derechos individuales y colectivos de todos los mexicanos. Donde la corrupción y los acuerdos “en lo oscurito” queden en el pasado. Tal es lo que esperamos quienes nacimos y crecimos bajo el autoritarismo.

3. Culiacán

Sin duda, el tema más preocupante de la agenda nacional es la inseguridad. Ninguna forma de la dignidad humana puede normalizar el asesinato, el secuestro, la desaparición forzada… La legitimidad del gobierno depende de su capacidad para evitar el crimen e instaurar la paz. Hasta ahora, el voto por Morena concede el beneficio de la duda. No hay discursos que blinden de los balazos. Toda hegemonía política se construye sobre el bienestar. La libertad para salir a la calle y la certeza de volver a ver en la noche a nuestros seres queridos que salieron temprano a la escuela, a trabajar. Si la elección popular de los jueces y los magistrados es el primer paso para conseguirlo, la ciudadanía ya expresó su apuesta en las urnas.

4. Muertos

Con el ocaso de octubre aparecen los muertos. Si la cultura estadounidense deja volar sobre la ciudad a las brujas, los muertos mexicanos resucitan cada 2 de noviembre. Comen calaveras de azúcar y respiran copal. Nuestros muertos no nos dejan en paz.

*Director académico del Colegio SuBiré. [email protected]

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