Método de Humboldt

 en Verónica Vázquez

Verónica Vázquez Escalante*

La forma tanto de ser como pensar de cada ser humano, obedece en un alto porcentaje a lo que se vive, se aprende y/o se observa en la edad temprana, desde casa, porque todo influye. Sin embargo, otro tanto de la proporción de la personalidad, se adquiere a lo largo de las prácticas propias, lo que se ha habituado o lo que libremente elegimos por el deseo de aprender; de ahí que cambiemos algunas ideas o formas de pensar; también la edad nos deja un gran derrame en experiencia.
Todos sabemos, conocemos o dominamos algún tema; la historia ha destacado las aportaciones de ciertos personajes que han sobresalido porque sus contribuciones resaltan. En algunos casos son descubrimientos, en otros son aportaciones a lo ya conocido, tal vez otros han dado respuestas a preguntas básicas y demás.
En el campo de las biografías, se tiene infinidad de ejemplos en el que se conoce a la persona, sus saberes, quiénes fueron sus padres y eso nos permite conceptualizar algunas ideas, entender de dónde vienen, apropiar aprendizajes y conocimiento.
Un personaje interesante que nació en Alemania, específicamente en Berlín en septiembre de 1769 y falleció en la misma ciudad en mayo de 1859 fue Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander Freiherr von Humboldt, mejor conocido en México como Alejando de Humboldt. Fue educado con un nivel de excelencia pues tuvo una situación económica familiar favorable. Cuando muere su madre, él decide invertir su herencia en hacer lo que más le gustaba que era la ciencia en casi todos sus campos: Biología, Geografía, Zoología, Astronomía, idiomas, Ecología y más.
Ante todas las inquietudes que tenía, le gustaba explorar lugares, comparar la orografía, los climas de un lugar y otro. Comparaba las semejanzas con diferencias que le hacían recopilar y ordenar material, de tal modo, que escribió treinta libros en treinta años. Incluso se publicaron algunos libros póstumos.
De Humboldt fue tan comprometido a sus propios deseos y convicciones que dejó prueba de los procesos que él vivía para encontrar cotejos en lo que experimentaba. Un método sencillo y a la vez efectivo.
Él fijaba un objetivo central de lo que buscaba, generaba sus hipótesis y su finalidad era llegar a la comprensión pero con un trasfondo, comprender y contener la información. Considerar como nuevo lo que adquiría pero al contenerlo, era capaz de cruzar ideas. Otro paso de su método era el enfoque de lo que observaba; un enfoque crítico. Tal vez no sabía que al hacer esa crítica, estaba evaluando situaciones, pero lo que sí sabía era que el aprendizaje tenía tres pasos básicos: observar, buscar para comprender y contener. Ahora le llamamos retener. Creo que es sencillo el método para llevarlo a las aulas y no depreciar la memorización, ¿no cree usted?

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. veve30@hotmail.com

Comentarios
  • MARCO ANTONIO GONZÁLEZ VILLA

    Una forma sencilla en la forma de trabajar, pero de grandes implicaciones en el pensamiento, el aprendizaje y la experiencia de vida. Totalmente de acuerdo con usted Doctora

  • Carmen Peña

    Me gustó mucho tu texto Vero, posee datos importantes y la introducción ilustra el entendimiento para valorar las etapas de aprendizaje por las que tiene que pasar cualquier persona “,pensante”
    !Felicidades!

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